Cosa de negros

Durante la Copa Argentina, Quilmes mostró que este nuevo equipo tenía cosas especiales, destellos de calidad, combativo, disciplinado, pero no sabía cerrar los partidos. Anoche ante Estudiantes por el debut liguero fue su antítesis: jugó mal y lo cerró bárbaro. Eso sí, lo peleó siempre.

El primer cuarto fue del local porque tuvo en el brillo de sus individualidades la diferencia. Los diez primeros minutos se fueron en errores (forzados y no), roces, defensas, lucha y casi nada de juego. Como ejemplo sirve decir que de los primeros tres lanzamientos dos no tocaron el aro. Así de mal estaba el partido.

El 17-11 fue obra de Byron Wilson que clavó dos triples con su sello: por arriba de la marca y con toda la dificultad posible. El resto era paridad.

En el segundo cuarto Settembrini y Vaisman se subieron al descontrol del partido y bajaron faltas para ambos lados. Tantas que en pocos minutos Byron Wilson, Patrick Savoy y Calderón tenían tres. Bianchelli decidió proteger a sus extranjeros, dejó a los 5 criollos en cancha y se vino lo peor de Quilmes que sumó 8 pérdidas en el cuarto y lo perdió 18-25.

Estudiantes por su parte era como Quilmes, pero sin Byron Wilson. Le pesa una enormidad la falta de su segundo extranjero goleador, para colmo lo de Lázaro Borrel esta más cerca de caerse definitivamente que de llegar. Antonio García y Federico Marín sostenían la mochila ofensiva. La aparición de Muruaga (que luego mejoró mucho en el final) y Fessia al juego no les aportó nada. Después hubo un poco del pibe Alejandro Diez. El partido era pobre por donde se lo mire.

Sin embargo el segundo tiempo cambió el tono discreto por uno de mejor calidad. Se calibraron las punterías y sobre todo ambos equipos buscaron el juego con asociación de ideas. Quilmes para protegerse de las faltas se plantó en zona y usó a Patrick Savoy de alero. Estudiantes movió bien el balón y con dos triples y algunos tiros francos de 5 metros vulneró la zona.

El partido era cerrado y parejo cuando ingresaron al último segmento. Hasta que apareció Patrick Savoy, que metió dos tripes y un doble para poner un parcial 8-2 y escaparse a 10: 75-65. Desde allí Quilmes aguantó la embestida contra la presión toda la cancha de Estudiantes y con el goleo y la personalidad de Wilson y Savoy fueron cerrando el juego. Savoy metió 17 puntos en el último cuarto mientras que Byron un triple fundamental de 8 metros a falta de 1:30 para sellar el partido.

Otra vez el terceto Calderón Savoy y Chiappero dominó el juego aéreo ante un equipo que sólo presentó como lucha al “Toñito” García (buen jugador para el Super Coach) quien terminó con 16 puntos y 15 rebotes.

Quilmes se lleva como oro el cierre del partido que se auguraba más cerrado y lo resolvió con enorme jerarquía de las manos de sus extranjeros, mientras Estudiantes sin su base titular y con la ausencia de un extranjero goleador dejó una buena imagen inicial.

Síntesis
Quilmes (87): Leandro Lauro 5, Juan Pablo Sánchez 13, Byron Wilson 23 (x), Patrick Savoy 23, Claudio Chiappero 15 (FI); Pedro Calderón 8 (x), Esteban Pierdominici 0 y Nicolás Greco 0. DT: Javier Bianchelli.

Estudiantes (79): Lucas Picarelli 10, Federico Marín 24 (x), Eduardo Calvelli 9, Gerardo Barrera 4, Antonio García 16 (FI); Diego Fessia 0, José Muruaga 11, Alejandro Diez 5 y Mariano Fierro 0. DT: Hernán Laginestra.

Parciales: 17-11, 35-36 y 59-57
Árbitros: Roberto Settembrini y Claudio Vaisman
Estadio: Once Unidos (1600 espectadores)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar