Mensaje a los pibes

Esta nota va dirigida apenas a los 400 involucrados, y a todos aquellos que les quepan. Es apenas un pensamiento expresado, pero que surge de la necesidad imperiosa de decirlo.

Me dijo un amigo: “los comedidos y los intermediarios nunca salen bien”. Además de tener razón es entendible. Pero vamos!, esta página y su espíritu pierden la razón si no hablan en voz alta. Estamos en la previa de un clásico que a raíz de hechos de violencia que ocurrieron en días pasados no pareciera igual a todos.

Lo primero que uno debe confesar es que entre la gente de traje y los de buzo con gorritas siempre elegiré los de “Buzo con gorrita”. Será por mi formación, ideales, convicción y espíritu. De un tiempo a esta parte las cosas han cambiado un poco. Como dice el Indio Solari en “Juguete Perdidos”: “Estas cambiando más que yo, asusta un poco verte así” cuando le habla a los pibes en la canción a manera de himno.

Pick and Roll y quien esto escribe se autoproclaman militante de la paz, bajo una sola bandera: la de La Verdad, la única que verdaderamente te hará libre.

Ahora bien, pensamos firmemente que todos necesitamos un poco de peligro en nuestras vida, un poco de sal. La inercia (que todo este en perfecto orden) es el lugar que le queda cómodo a unos pocos para sacar ventajas. Vivamos el peligro con placer, pero con el sólo cuidado de no caer en la trampa.

Los “dueños del mundo”, nos quieren lejos porque no les gusta vivir en peligro. Esta página es peligrosa, uds. son peligrosos para los reyes del orden imperante. Entonces tienden trampas y esperan a que lo peligroso pase directamente a ser UN HECHO LAMENTABLE, UN TRISTE RESULTADO.

Se sabe que el peligro (y el miedo que causa) es la única arma que le queda al excluido. Pero es fundamental no caer en la tentación del acto definitivo, de pasar la raya de lo que solo es peligro, porque te estarán esperando.

Desde las altas esferas, nos miran, nos observan, nos esperan y cuando lo LAMENTABLE PASE, vendrán como carroña a llevarse lo que es nuestro, a llevarnos los que se forjó por años, a quitarnos la sal.

Se tiene que entender que estar borracho o “puesto”, no da coraje o valor, debería en todo caso dar PLACER. Tomalo solo como eso. El único coraje que se necesita es para vivir en un país como este y aguantársela.

El ámbito cotidiano nos regala violencia en dosis exageradas, desde los maestros que no cobran, los pescadores que no salen, los obreros desempleados, los viejos sin jubilación digna hasta los clase media que se matan a trompadas en una esquina porque un auto cometió el pecado de encerrar a otro. Todo esta mal, cada minuto, cada instante. Ya sabemos que todo esta mal.

Pero si tenemos entre las manos las llaves de la alegría, del placer colectivo ( en un mundo individual). Si podemos hacer una fiesta, ALLI DONDE TODOS ESPERAN UNA GUERRA, entonces habremos ganado la batalla más importante: la batalla de la dignidad. Así “le robarás el gorro al diablo y por primera vez robarás algo más que puta guita”.

La cultura del aguante debe necesariamente empezar y terminar en el terreno propio, no en el ajeno. En los propios cantos, aún en la derrota (o sobre todo en la derrota). En los trapos, en los globos, en el ingenio. El verdadero aguante es soñar algo, que no se cumpla y bancarselo de parado. La bronca y el odio es por no poder vivir y esa batalla es difícil de ganar.

La pimienta es necesaria y fundamental para la vida de un clásico. El partido es una excusa para ver el marco. Pero allá afuera nos están esperando otros enemigos, los invisibles que esperan que todo se termine y está en nuestras manos que la fiesta siga siendo nuestra.

Por la noche se levantará de todos los fuegos posibles, El Fuego. Y cuando el fuego crezca quiero estar allí. Hagamos que el peligro parezca real, hay que ser inteligentes, que haya fiesta, que haya pasión, calor, que de todas las amenazas, la mejor posible sea vivir.

Pablo Tosal
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