Regatas cotiza en alza

Qué mejor que terminar una fase, que además abre camino a la que verdaderamente importa, con un triunfo. Y Regatas Corrientes lo consiguió anoche con su segunda victoria consecutiva sobre La Unión.

Esta vez fue 89-81, aunque en verdad el score final no refleja la diferencia que hubo dentro del rectángulo de juego. El equipo formoseño aprovechó el quedo local en los últimos minutos para acortar una diferencia que llegó a ser de 19 promediando el cuarto período.

De esta manera, el conjunto dirigido por Carlos Bualó arrancará a la segunda fase con 10 puntos (arrastra la mitad de lo conseguido hasta el momento). Y el primer escollo será Quilmes, de Mar del Plata, al que recibirá el próximo domingo. De aquí en más sí cada victoria valdrá 2 puntos y las derrotas serán compensadas con uno.

Regatas salió anoche a tomar las riendas del encuentro mostrando una buena circulación de balón en ataque y la prueba estuvo en que todos los jugadores en cancha llegaron al gol (Wylie, el más activo, con 8 puntos). La Unión dependió en exceso de su mediacancha pero, después de estar 8-14 abajo promediando el primer cuarto, pasó a una zona y complicó al local hasta el punto de pasar al frente por la mínima diferencia con un parcial de 11-4. Igual, Regatas se cerró mejor en defensa en los últimos dos minutos y encontró un poco más de oxígeno.

Bualó aprovechó para dosificar los minutos y rotó bastante el banco. Entre los relevos, la mejor opción fue la de Gustavo Oroná, que además de golear (acumuló en el primer tiempo 3/3 cancha y 4/4 libres), defendió duro y hasta asistió; claro que el capitán estuvo bien complementado por el paraguayo Martínez y el resto se debió a la acertada marca colectiva. La Unión era sólo arrestos individuales, especialmente a través del movedizo Rodríguez (llevaba 7/9 dobles) y el ingresado Evans, que aprovechó las falencias de Chuckie Robinson para defender.

Pero Oroná siguió su relación perfecta con el aro (excepto la última jugada del tercer cuarto, cuando se le escapó el balón y la bandeja quedó a mitad de camino) y eso influía para que Regatas vaya estirando la ventaja. También ayudó el aporte interno de Alejandro Reinick (intimidante debajo del aro, con 4 tapas) y Robinson. La Unión tuvo su grado de complicidad, es cierto, porque rara vez intentó innovar su juego y Rodríguez siguió su lucha demasiado solitaria, salvo apariciones esporádicas de Darío Mansilla y Mariano Franco en el período. Insuficiente para evitar el 76-59 parcial a favor de Regatas.

Los últimos diez minutos parecían de relleno, a menos que el equipo formoseño experimentara un cambio radical. Y nada de eso ocurrió. De hecho el ganador sacó la máxima de diecinueve (80-61) en poco más de 2:30. Pero entonces Regatas, contagiado por su hinchada, empezó a festejar a cuentas y permitió que La Unión vaya achicando la distancia. Aun con intermitencias, Regatas siguió cómodo manejando el partido, pero casi sin darse cuenta un triple de Rodríguez (goleador del juego, con 28) revivió a La Unión porque restando 1:30 quedó sólo a seis (85-79).

Sin embargo allí Regatas despertó y retomó el control. Pudo florearse, pero prefirió dosificar el esfuerzo de cara al tramo que realmente interesa y donde no podrá relajarse porque cada error duele más. Anoche ganó con justicia, se repuso anímicamente y, en consecuencia, va cotizando en alza.

Síntesis
Regatas Corrientes (89): Hernando Salles 12, Javier Martínez 21, Kelvin Wylie 8, Chuckie Robinson 13, Alejandro Reinick 11 (FI); Gustavo Oroná 20, Martín Vaquero 0, Ricardo Centeno 4, Rodrigo Alvarez 0 y César Avalle 0. DT: Carlos Bualó.

La Unión (81): Kevin Sheppard 7, Carlos Fernando Rodríguez 28, Mariano Franco 7, Omar Cantón 0, Darío Mansilla 10 (FI); Malik Evans 19, Marcos Jovanovich 2, Fernando Posetto 0 y Mario Romay 8. DT: Daniel Frola.

Parciales: 23-19, 50-37, 76-59.
Estadio: Estadio de los Sueños - Regatas.
Árbitros: Fernando Sampietro y Claudio Vaisman.

Fuente: Carlos Zeniquel (h) Diario “Época”.
Foto: Gentileza Diario “Época”.