“Yo quería quedarme en Boca, pero a los dirigentes y a Carlos Duró no les interesó que me quede” le dijo Byron Wilson a la revista deportiva marplatense Tiempo Deportivo. Luego agregó: “De todos modos para mi jugar contra ellos no significa un partido especial, lo tomo normal”.
Si algo no se notó fue que sus palabras se condijeran con sus hechos. Byron jugó extrañamente nervioso para un hombre de sus batallas y quilates. Jugó mucho (y mal) con los codos, al punto que le pegó uno a Alba y otro a Sandes en la nuca. En los anteriores duelos con Boca (el domingo en Ferro y por la Copa Argentina) también se lo vio igual ante su ex equipo. Se nota que Wilson quedó más afectado de lo que dice por su salida del xeneize.