Otro golpe lejos de casa

El resultado final premió al equipo que no anidó errores en el cierre del juego; los dirigidos por Carlos Bualó, en cambio, perdieron la brújula en el momento cumbre y recibieron algunos gestos de desaprobación de parte del público, que en buen número fue a brindarle su apoyo.

Sin dudas, aunque con la chapa puesta sea más fácil afirmar o desterrar cualquier hipótesis, la alarma debe activarse a tiempo. Quedó dicho, de ahora en más cada paso en falso que dé Regatas, le será más difícil de redimirse.

El partido fue parejo en casi todo su desarrollo. Después de un golpe por golpe inicial, Regatas empezó a prevalecer porque Reinick dominaba la zona pintada y conseguía muchas segundas opciones de tiro; incluso 4 de sus cinco rebotes en el primer cuarto fueron ofensivos.

Principalmente por él, combinado con la correcta defensa (forzó 4 pérdidas a Quilmes), Regatas marcó un parcial de 18-11 en casi ocho minutos. Pero Javier Bianchelli, el DT visitante, pudo recomponer las piezas luego de un tiempo muerto y mediante un par de recuperos, Quilmes se acercó a un doble. Aunque la ventaja de 22-18 al cierre del segmento se dio por una bandeja rápida de Javier Martínez.

La gente local se entusiasmó con el buen arranque de Regatas en el segundo cuarto. Y una volcada espectacular de Chuckie Robinson rubricó una máxima de diez puntos (30-20) en apenas 2:30 de juego. Pero si bien esa ventaja se mantuvo hasta promediar el período, Quilmes empezó a negarle los caminos al aro a Regatas, y en ataque se destapó Pedro Calderón con 9 tantos; mucho influyeron también las sucesivas ‘bombas’ desde tercera dimensión (6/11 triples llevaba Quilmes al término del primer tiempo). Argumentos válidos para ir al descanso prolongado igualados en 40.

En el reinicio, el equipo marplatense salió más concentrado y metió un parcial de 11-4 en tres minutos. Ya por entonces quedaba claro que Byron Wilson y Calderón eran los pilares de la visita. Pero inmediatamente Bualó pidió una tregua para frenar la ‘hemorragia’ y vaya si lo consiguió.

Regatas reaccionó con un Martínez enchufado, más algo de Wylie y Chuckie Robinson; a punto tal que retomó la ventaja en el score (62-56). Lástima que no pudo capitalizarlo porque Calderón y Wilson siguieron con la mano caliente.

De esta manera, el último cuarto se vivió con gran emotividad. ‘Palo y palo’ se manejaron durante cuatro minutos. Aunque pareció que Quilmes se despegaba faltando nada más que 3:35 para finalizar el encuentro. Estaba arriba 72-68 y el murmureo general empezaba a ganar protagonismo. Aunque gracias a una acción de tres puntos de Robinson –foul, gol y acierto desde la línea– el alma le volvió al cuerpo a Regatas.

Igualados en 74 ingresaron al minuto final y fue allí cuando Quilmes mantuvo la cabeza fría y el corazón caliente. Porque defendió con oficio y no perdonó con las réplicas. El paraguayo Martínez cayó en la ‘trampa’ dos veces y terminó perdiendo la posesión restando nada más que 20 segundos. Patrick Savoy, el líder de efectividad en libres de la competencia (supera el 95%), no titubeó y acertó simples vitales para hacer inalcanzable la hazaña y Regatas se despidió cabizbajo.

Tan molestos se retiraron algunos plateístas que hicieron oír sus quejas para con el entrenador Bualó, quien deberá trabajar mucho para fortalecer la moral de sus dirigidos en el corto plazo.

Síntesis
Regatas Corrientes (74): Hernando Salles 3, Javier Martínez 16, Kelvin Wylie 14, Chuckie Robinson 21, Alejandro Reinick 12 (FI); Gustavo Oroná 4, Ricardo Centeno 2 y Martín Vaquero 2. DT: Carlos Bualó.

Quilmes (80): Leandro Lauro 5, Byron Wilson 19, Juan Pablo Sánchez 10, Patrick Savoy 20, Claudio Chiappero 4 (FI); Esteban De La Fuente 3 y Pedro Calderón 19. DT: Javier Bianchelli.

Parciales: 22-18, 40-40, 62-62.
Árbitros: Eduardo Bellón (Santa Fe) y Javier Mendoza (Gualeguaychú).
Cancha: Estadio de los Sueños de Regatas.
Crónica: Carlos Zeniquel (h) Diario “época”
Foto tapa: Diario Época