En el final del juego, cuando los jugadores ya se habían retirado por el pasillo que da al vestuario, algunos hinchas exaltados intentaron ingresar por ese lugar para “pedir explicaciones” por lo ocurrido. Allí se toparon con la fuerza policial, que formó un vallado, por lo que se produjeron forcejeos y un principio de pelea que no pasaron a mayores. Luego, los hinchas se quedaron cantando en la entrada del pasillo, exigiendo “que se vayan todos”.