Regalo de reyes

Un partido de locos se vivió en el Polideportivo. Un partido salidos de los ejes normales, por los condimentos que rodearon el desarrollo del juego. Hubo un Regatas que llegó para pelear el partido con la ausencia de Reinick, que llegó dispuesto a defender a Bunn, que debía ser prolijo. Le duro 10 minutos la receta. Después se fue del libreto.

Mientras que hubo un Peñarol que quería no depender de Bunn y que terminó abdicando ante el mejor extranjero de la competencia. El básquetbol lo siguen ganando los equipos que más puntos hacen y Bunn hace más puntos que todos.
Cuando Peñarol pierde el orden y la paciencia busca a su extranjero goleador como se busca el aire para respirar. Entonces la Bunndependencia es total.

Los primeros diez minutos fueron los soñados por Carlos Bualó. Regatas logró un par de cometidos del pizarrón a la cancha. Salles controló a Sebastián Rodríguez que no podía brindar juego y forzaba sus acciones individuales (0/4 de cancha y dos faltas). Centeno con sus largos brazos anticipaba en el poste bajo para que la pelota no le llegue a Bunn (6 pts y 2/5 en tiros de campo). El resto de las asignaciones individuales ganaban en toda la cancha.

Peñarol fue despertando lentamente en el segundo cuarto. O mejor dicho. Despertó Bunn quien recibió el balón, se puso de espaldas contra Centeno o Robinson y les anotaba con facilidad (14 pts), además de sacarles faltas. Al compás de la defensa de Regatas que ajustaba sobre el goleador se abrieron algunos espacios para “Tato” Rodríguez (6 pts) y Locatelli (5). Peñarol ganó el cuarto 25-22 y tenía el raro detalle que solo tres jugadores habían convertido.

Por su parte, Regatas distribuía mejor su goleo y acomodaba el equipo con Rodrigo Álvarez de ala pivote ante la tercera falta de Centeno. Justamente la primera salida del pivote coincidió con al renacer de Bunn en la cancha. Luego ya sería inútil su vuelta ante la catarata de puntos que Joseph le metió a todos sus marcadores.

El comienzo del tercer parcial fue de película. Bunn metió 9 puntos seguidos que puso a Peñarol arriba por 2: 45-43. Los primeros dos de espaldas contra Centeno, dos más detrás de un rebote ofensivo apareciendo como un fantasma por la espaldas de todos. Luego otro doble de frente de 5 metros y con la marca encima. Para terminar un triple de frente al aro. Para cerrar el Poli e irse. Un repertorio de formas de llegar al gol sorprendente.

Peñarol de buenas a primera en apenas dos minutos del segundo tiempo ya había igualado (y superado) un obstáculo que parecía imposible. Carlos Bualó pidió minuto y salió en zona 2-3 para rodear a Bunn en todo sector. Allí se le abrieron los caminos a Tato Rodríguez y Locatelli. Por su parte, el equipo de Narvarte salió desde los vestuarios con otra predisposición defensiva más importante. Entre el paraguayo Javier Martínez y Chukie Robinson sostuvieron a la visita.

El segmento final fue parejo, intenso, luchado. Rápidamente el local tomó una ventaja de 7 (66-59) pero con un activo Robinson que consiguió dos dobles con faltas seguidas se fue acercando.

El dispositivo sobre Bunn (que comenzó el último cuarto ya con 35 puntos) era el siguiente: “Ni bien tenga la pelota, vamos los 3 que más cerca estemos sobre él”. Ayudado por el siguiente axioma: “Si Bunn no la mete, en Peñarol no la mete nadie más que Rodríguez”.

Digamos que el pronóstico a Regatas no le falló. Logro contener a Bunn casi como un ser humano normal en el último cuarto (metió “solo” 9 puntos) y Peñarol careció de otras vías para el goleo. El segundo extranjero Tyler Field debe haber tocado el piso de su rendimiento, pero justo es decir que Byró, Farabello, Mata y Barrios también.

La parte final del juego es para verla por video para creerla. El desarrollo fue así:
* A falta de 2:50 para terminar ganaba Peñarol 78-77 y tenía la pelota, pero erró Byró y en la contra Robinson con dos libres puso Regatas arriba 78-79.
* La “Bestia” (¿está claro de quién hablo?), metió dos libres para devolverle el liderazgo a Peñarol 80-79.
* A falta de 2.00 Martínez desde la línea de libres erró el primero, metió el segundo y puso el partido 80 iguales.
* Luego de una par de secuencias de ataques de ambos lados erráticos, en un rebote ofensivo que consiguió Agudo, Cleotis Brown metió un triple que tenía olor a sentencia 80-83 a falta de 1:30.
* Tyler Field fue a la línea, erró el primero y metió el segundo (81-83)

Entonces el partido parecía que se definía. Erró Regatas en ataque y en el acto siguiente la triple marca a Bunn liberó el camino al aro que fue tomado por Field, pero le ganaron en la carrera, se pusieron delante y cometió falta en ataque cuando restaban 33 segundos y Regatas ganaba por 2 (81-83).

* El equipo correntino movió la bola ante la presión de Peñarol y Locatelli le cometió falta a Cleotis Brown. El alero de regatas fue a la línea para llevar la diferencia a cuatro puntos y definir el juego a falta de 13 segundos. Pero Dios no quiso saber nada. Erró los dos.
* En la reposición a toda velocidad “Tato” Rodríguez tomó un lanzamiento de tres puntos muy incómodo, girando y cayendo hacía atrás. El arbitro Aluz vio falta de Salles al base (que Pick and Roll no) y Tato fue a la Línea con tres libres y 5 segundos en el reloj.
Mario Aluz el árbitro que cobró la última falta le dijo a Pick and Roll después del partido: “Fue muy vivo Salles, porque todos miraron las manos de Rodríguez, pero en realidad la falta fue en la cintura, lo desestabilizó empujándolo en el aire”.

Tato metió los tres y partido terminado.

Así se cerró el juego que cualquiera de los dos podría haber ganado. Lo hizo Peñarol, porque tiene a Bunn, porque tiene a “Tato” y porque los reyes magos le guiñaron un ojo.

Síntesis
Peñarol (84): Sebastián Rodríguez 16, Juan Manuel Locatelli 13 (x), Mariano Byró 5, Joseph Bunn 44 y Tyler Field 3 (x) (FI) Pablo Barrios 0, Claudio Farabello 3, Marcos Mata 0 y Alejo Meire 0. DT Guillermo Narvarte

Regatas (83): Hernando Salles 6, Javier Martínez 11, Cleotis Brown 14, Chukie Robinson 22, Ricardo Centeno 7 (FI) Gustavo Oroná 15, Rodrigo Álvarez 3, Edgardo Agudo 5, Pablo Pilotti 0. DT Carlos Bualó.

Parciales: 11-21, 36-43, 64-59
Árbitros: Alejandro Chiti y Mario Aluz
Estadio: Polideportivo (1300 personas)

Pablo Tosal
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