El renacer de Quilmes

Es el segundo partido consecutivo que Quilmes supera los 82 puntos (su promedio), pero esta vez con victoria. El agua le había llegado al cuello al cervecero y antes del partido se plateaba la necesidad imperiosa de la victoria como único resultado posible.

Y Quilmes sobrellevó los nervios del miedo escénico ante su gente con enorme personalidad en dos momentos claves, al principio y al final. Por algo Pedro Calderón (figura de la noche) le regaló la frase que describimos en el copete de la nota. Para Quilmes jugar con la presión de sus hinchas había sido mas un martirio que una ventaja. Claro que muchas veces las buenas actuaciones de visitante terminaron con derrotas.

Los primeros 10 minutos del cervecero son para colgarlos de un cuadrito. Muchos se quedarán con los 33 puntos en ataque pero en verdad el equipo de Javier Bianchelli hizo todo bien atrás, donde se edifican las victorias. En asignación individual contuvo Juan Pablo Sánchez a Villares y Savoy primero y luego Calderón a Dionisio Gómez.

De todos modos, por más que grafiquemos o puntualicemos las virtudes defensivas del Quilmes en el 5 vs 5 algun lector precoz nos puede recordar: “Los partidos se ganan con puntos” y tendrá una razón absoluta. Entonces será menester decir rápidamente que en el primer cuarto Byron Wilson parecía el de la mejor época, tirando incómodo y convirtiendo (12 pts). Le duró sólo un cuarto ¡Pero que diez minutos!. Lo acompañaron Calderón (7) y Savoy (6).

La distancia del primer cuarto era enorme (18 puntos 33-15) y bien se podría decir que hasta el último cuarto Quilmes vivió de rentas, sacándole el jugo a esa enorme diferencia que Central se propuso descontar pausadamente.

Fabio Demti entendió que su quinteto inicial no le daría soluciones entonces apeló a todo el banco de suplente. Y fueron Melo, Riolfo, Oprandi y Smith, junto a Villares, que luchando más que jugando emparejaron el partido. Quilmes en la rotación perdió intensidad defensiva y sobre todo gol. El partido se hizo parejo (22-22) y el final del primer tiempo era de 54-36, los mismos 18 puntos del comienzo.

Lo increíble sucedió en el tercer segmento. Quilmes había tirado 3/5 en triples en el primer cuarto y cerró el segundo y tercer parcial con 0/6. El aro se le había cerrado. Pero cometió un pecado que podría haberle costado el juego: se olvidó de defender.

Gabriel Díaz sacó de paseo a Byron Wilson. Díaz le anotó 12 puntos y Byron a Díaz sólo 2. La desproporción perjudicó a Quilmes. Al mismo tiempo Dionisio Gómez le anotó muchos puntos a Savoy (8) y Patrick en ataque no sumó nada. Sin los extranjeros en ofensiva, dando todo tipo de ventaja en defensa Quilmes fue un tobogán sin fin. Se despertó Central, peleando en defensa, doblando cada pelota que llegaba al poste bajo a Calderón o Chiappero y la diferencia se hizo sólo de 4: 69-65.

El último cuarto fue quizás lo que Quilmes quiso encontrar en el juego además de la victoria: la personalidad necesaria para cerrar bien el juego.

Bianchelli se hartó de sus extranjeros y los congeló en el banco. Puso a cinco nacionales: Pierdominici, Sánchez, De la Fuente, Calderón y Chiappero. Cuando la pelota para Quilmes pesaba 10 kilos y nadie la quería tirar, De la fuente clavó un triple con la marca encima que fue el despertar quilmeño.

Después le pasó la pelota dos veces seguidas a Calderón (doble y triple), parcial 8-0 y la distancia que se puso 77-65 para el aire de 12 puntos. Desde allí todo fue del local, que volvió a defender mejor desde lo individual hasta la zona match up que tiró por momentos.

Las respuestas de Central fueron con algo de Villares y Díaz, pero muy perdido en defensa y sin saber como solucionar el jeroglífico que fue Calderón. El equipo marplatense como no mostró otras veces, se pasó rápido el balón y pudo correr el contraataque. De la fuente (4 asistencias en un ratito) y Sánchez 9 puntos seguidos fueron los que cerraron la faena.

Para Central queda la deuda de su extranjero Smith que jugó mal y se cargó rápido de faltas y la imposibilidad de parar el juego interior quilmeño. Quilmes pudo celebrar su primera victoria de local en la segunda fase. Jugó recién por segunda vez en la fase con plantel completo (sin Pablo Gil que vuelve la semana que viene) y siente solidificar su juego. De apoco, a los tropezones, con altibajos, pero con conciencia defensiva y actitud busca su camino, cuando todavía está a tiempo.

Síntesis
Quilmes (101): Leandro Lauro 10, Juan Pablo Sánchez 15, Byron Wilson 16, Patrick Savoy 13 y Pedro Calderón 29. (FI) Claudio Chiappero 6, Esteban Pierdominici 6, Esteban De la Fuente 6, Nicolás Grecco 0 y Facundo Piñero 0. DT Javier Bianchelli.

Central Entrerriano (87): Martín Trovellesi 5, Eduardo Villares 26, Gabriel Díaz 24, Dionisio Gómez 15, Patricio Simoni 0 (FI), Tyler Smith 6, Maximiliano Riolfo 8, Martín Melo 0, Bruno Oprandi 3, Sebastián Vega 0 y José Luis Melchiori 0. DT Fabio Demti.

Parciales: 33-15, 54-36, 69-65
Árbitros: Bellón y Martinetto
Estadio: Once Unidos (900 espectadores)

Pablo Tosal
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