Apareció Regatas

Fue la mejor manera de redimirse para Regatas Corrientes. Máxime en condición de local. Así como Estudiantes, en Olavarría, lo castigó duramente el último domingo (se impuso 102-85), el equipo de Carlos Bualó hizo pagar los platos rotos a un descolorido Gimnasia, de Comodoro, quien cayó anoche sin atenuantes por 87-73.

Acaso el resultado no refleja la superioridad que mostró Regatas promediando el partido, alcanzando una máxima de 25 puntos.

Regular cantidad de público se dio cita al Estadio de los Sueños, quizás no esperando una victoria tan cómoda y revitalizante. El quiebre se produjo restando 6:33 para cerrar el tercer cuarto, cuando el DT visitante Fernando Duró reclamó con vehemencia lo que él creía era una infracción y cuya protesta le valió doble falta técnica y posterior expulsión. Allí, con los libres de castigo efectivizados por Oroná, Regatas llegó a ponerse 65-40 y fue historia resuelta.

Sobresalieron en el éxito “remero” los refuerzos foráneos. El norteamericano Cleotis Brown fue el goleador del match con 24 puntos y su compatriota Chuckie Robinson lo acompañó con otros 19; en tanto que el paraguayo Martínez metió 22. Asimismo, en la visita fue todo muy discreto y apenas se rescatan los 14 tantos aportados por Moldú.

Sorprendió ver afuera del quinteto inicial a Salles, aunque enseguida se supo que el base de Regatas padece una molestia en el pie derecho. No tanto que Centeno siga entre los titulares, ya que el reaparecido Reinick –se mostró molesto consigo mismo pese a colaborar con 4 rebotes– necesita recuperar el ritmo luego que una infección urinaria lo marginara de los dos partidos previos.

Pero nada afectó la performance de Regatas, que salió como un león herido a disputar el partido. Con la clara intención de no permitir abroquelarse en defensa a Gimnasia, aceleró las ofensivas. Y Robinson fue el principal artífice en ese lapso para estirar las distancias. El interno estadounidense metió 5/5 dobles, cedió tres asistencias y capturó 2 rebotes. O casualidad, su mejor ladero fue Brown (8), que cerró el parcial de 35-20 con un recobre y volcada tremenda. Pero lo del conjunto de Bualó fue mucho más que eso en un primer cuarto de ensueño; a un goleo repartido le adosó concentración defensiva.

Por contrapartida, Duró no le encontraba la vuelta con Moldú, Cocha y Jones en la base –terminó por apostar en los juveniles Haag y De los Santos–.

En el inicio del segundo período se acentuó el dominio de Regatas, que en menos de un minuto se puso 39-20, merced a apariciones de Martínez y Brown. Pero Gimnasia, que ajustó un poco las marcas, amenazó una remontada al acortar a diez (42-32) promediando el segmento.

Sin embargo, Regatas iba a demostrar lo indispensable que era una victoria para retomar el control en un santiamén e irse al descanso a pleno gol, rubricado con un triplazo de Alvarez finalizando el primer tiempo (53-33).

Gimnasia acusó el golpe y su rival no le perdonó. La constancia de Brown (9) fue clave para terminar de quebrar a los de Comodoro, que pronto se quedaron sin su técnico. La confusión de la visita contrastó con la convicción que esta vez mostró Regatas. Cuando el score marcaba un concluyente 65-40 para el dueño de casa, las casi 2000 personas presentes se divirtieron entonando tímidamente un “ole... ole”.

En el último cuarto Gimnasia sacó a relucir su orgullo. Y si bien jamás puso en aprietos reales a Regatas, achicó la diferencia mediante el aguerrido Herrera (77-66, a casi cuatro minutos del epílogo). Pero ya por entonces no sólo los chubutenses jugaban contra Regatas, sino también contra el reloj. De todas maneras, Martínez advirtió que Gimnasia se acercaba sigilosamente y puso el pecho a la situación (9 tantos).

Igual, Regatas había justificado la victoria en los primeros 25’, cuando desinfló a un Gimnasia que –a priori– llegaba envalentonado por su triunfo ante Boca Juniors.

Fue una victoria que financia la confianza de un equipo golpeado en lo anímico, pero que depende de sí mismo para levantar y revelarse contra un presente no deseado e impensado.

Síntesis
Regatas Corrientes (87): Javier Martínez 22, Gustavo Oroná 9, Cleotis Brown 24, Chukie Robinson 19, Ricardo Centeno 6 (FI); Alejandro Reinick 0, Edgardo Agudo 4, Hernando Salles 0, Rodrigo Alvarez 3 y César Avalle 0. DT: Carlos Bualó.

Gimnasia CR (73): Gabriel Cocha 3, Pablo Moldú 14, Charles Jones 9, Jervaughn Scales 13, Damon Thorton 12 (FI); Leandro Masieri 4, Ruperto Herrera 13, Santiago Haag 3, Matías Barberis 2 y Nicolás De los Santos 0. DT: Fernando Duró.

Estadio: Estadio de los Sueños.
Árbitros: Osvaldo Bautista y Jorge Gustavo Chávez
Parciales: 35-20, 53-33 (18-13), 72-51 (19-18) y 87-73 (15-22).
Carlos Zeniquel (h) - Diario “Época”