Boca encontró su extranjero

El corazón valiente de Regatas, que lo expuso con autoridad durante 39 minutos y 54 segundos –aproximadamente–, se desgarró en ese último suspiro. Boca Juniors, que muy apremiado estuvo en los instantes previos, recién pudo respirar aliviado cuando Fernando Funes metió un par de libres y sentenció el partido 97-94 a favor de los “xeneizes”.

Otra vez Regatas dispuso de todo para ganarlo, pero la aparición oportuna de Paolo Quinteros, sumado a ciertos fallos arbitrales que reinstauran la polémica de los “poderosos vs débiles”, lo despojó de cualquier festejo y hasta quedó opacada la tremenda tarea de Cleotis Brown, quien anotó la mitad de sus 32 puntos (8/13 dobles, 3/5 triples y 4/4 libres) en el último cuarto.

Es difícil argumentar porqué perdió Regatas. Tal vez no advertir la mano caliente de Quinteros en los diez finales –cuando se despachó con 17 tantos– haya sido uno de sus mayores pecados. O padecer una anemia ofensiva en los instantes cercanos al cierre (llegó a ganar 88-80 a poco más de 2 minutos). Aunque nada puede hacer, claro, contra los pitazos de Estévez y Martinetto, por caso.

Arrancó derecho Regatas con el aro. Exactamente 50 segundos transcurrieron y ya ganaba 5-0. Pero Boca no demoró mucho más para empezar a forzar con su defensa malos lanzamientos; además de monopolizar los rebotes y dejar casi sin segundas chances de ataque a Regatas.

Así, el que oficiara de local en el estadio de Obras, se puso al frente en el score (18-12) y no abandonó en mucho tiempo el predominio. Regatas sufría con las penetraciones y las conversiones desde 5 metros del debutante Kenneth Williams, sin lugar a dudas un refuerzo de lujo para los “xeneizes” (el ex NBA terminó con 25 puntos, 8/11 dobles, y siete rebotes). Pero un triple de Oroná en la última acción del primer cuarto le devolvió la confianza a Regatas: 25-28.

Desde temprano el lastre de faltas empezó a acosar a Regatas y eso obligó una rotación permanente. Sin embargo, eso no debería sonar a excusa, porque si Boca llegó a sacar trece de ventaja (40-27) promediando el segundo parcial fue pura y exclusivamente por Williams, a quien le cambiaban vuelta y media las marcas pero no lo podían contener (llevaba 16 al término de la primera etapa).

La única alegría que Regatas tuvo en ese lapso, fue justamente sobre el cierre, cuando, exigido por el reloj, Salles ensayó un lanzamiento desde 10 metros y ensartó un triplazo (45-51).

El envión le duró al equipo del parque Mitre después del descanso. Fue notable el inicio del tercer período. Regatas recurrió a las fuentes e interpretó el guión que mejor le sale: defendió duro cerca del canasto y salió rápido de contragolpe. Chuckie Robinson fue el líder de la reacción. El norteamericano regatense no quiso tener un papel secundario ante el protagonismo casi excluyente de Williams y se despachó con doce. Ya entonces Regatas pasó a comandar el trámite y gozó de una ventaja que osciló los 5 puntos.

Pero si el comienzo del tercer cuarto fue bueno, qué decir por el pasaje electrizante de Cleotis Brown en los últimos diez. Lo del polifuncional foráneo fue tremendo, grandioso, magnífico. Castigó desde donde se lo propuso y Boca no halló la fórmula para detenerlo (16 en el período). Eso le valió a Regatas entrar al tramo decisivo con una diferencia apreciable. Pero en la precisa se quedó sin reserva para liquidar el pleito y no terminó de noquear a un Boca que debe encenderle una y mil velas a Quinteros.

El escolta-goleador entrerriano fue uno de los pocos que no se dio por vencido hasta el final. Y desde su insistencia Boca renació. Una seguidilla de triples espectaculares (primero el certero Paolo, lo siguió Oroná y contestó Williams) dejó mejor parado a Boca: 93-94, con 33”2 por jugar. Regatas consumió hasta donde pudo la siguiente posesión pero no cambió por gol. Entonces, en la réplica, Sandes fue cortado con infracción por Salles y no perdonó desde la línea (95-94). Quedaban apenas 6”5 y Robinson, involuntariamente, se la regaló a Funes. El ex Atenas tampoco resignó infalibilidad en los libres y, aunque Brown tuvo el tiro para forzar la prórroga, ya la sentencia estaba dictada. Lamentablemente volvió a ser Regatas el que se llevó todo el castigo. Demasiado premio para Boca

Síntesis
Boca Juniors (97): Diego Alba (x) 4, Paolo Quinteros 31, Matías Sandes 12, Antonhy Bishop (x) 4, Martín Leiva 10 (FI); Fernando Malara 0, Luis Cequeira 5, Kenneth Williams 25, Lucas Ortiz 0, Fernando Funes 6 y Leonardo Peralta 0. DT: Carlos Duro.

Regatas Corrientes (94): Hernando Salles (x) 15, Javier Martínez (x) 9, Cleotis Brown 32, Chuckie Robinson 20, Alejandro Reinick 10 (FI); Gustavo Oroná (x) 6, Ricardo Centeno 2, Edgardo Agudo 0, Rodrigo Álvarez 0 y Pablo Pilotti 0. DT: Carlos Bualó.

Parciales: 28-25, 51-45, 64-67
Árbitros: Pablo Estévez y Oscar Martinetto
Cancha: Obras Sanitarias (local Boca).
Carlos Zeniquel (h) – Diario Época