100% Lucha

“Fue la lucha su vida y su elemento”. Así reza la primera estrofa del himno a Sarmiento, entendiendo por lucha la parte noble que defiende la dignidad. Pero aquí poner la frase como título es ofender a Sarmiento… y a la lucha… y a la dignidad.

Es que Quilmes y River entregaron un pobre partido de basquet donde la lucha se pareció más a un picado de plaza que a una condición de defensa de estilo para ganar.

Defensas alimentadas por malas ofensivas y juego brusco alimentado por árbitros permisivos y erráticos. Ambos equipos jugando más por concepto que por conjunto y sobreviviendo en las individualidades. Eso fue lo que se vio, solo eso. Esta es la cronología de los hechos:

En el cuarto inicial Lábaque estuvo encendido con 12 puntos, doblegando la marca de Leandro Lauro. El base de River puso la primera diferencia del partido (2-10). Quilmes se acercó con dos triples de Sánchez y otro de Wilson. Con mejor defensa por parte del local River cerró sólo dos arriba: 20-22.

En el segundo cuarto con el ingreso de Chiappero por un desconocido Pedro Calderón Quilmes siguió mejor en defensa provocando tiros muy forzados, incómodos, de River que además sumaba pérdidas (nueve) distribuyendo mal el balón. Guzmán lo mandó a Matt Kemper a la cancha y emparejó la lucha con Chiappero. Kemper dominó el juego aéreo (tomó 8 rebotes) y Quilmes ganó el cuarto por tres (18-15) para cerrar el primer tiempo 39-38.

El segundo tiempo fue una lucha de cachacascan. River tuvo como mejor virtud a través del sacrificio de Kemper y el talento de Sebastián Cabello dominar el juego interior por encima de Calderón y Savoy. Solo Chiappero (10 rebotes) presentó batalla. De todos modos en el plano general los dos apostaron a la defensa, con luchas en cada cortina y con malos porcentajes: Quilmes 5/13 en dobles y River 1/5 en triples en el tercer segmento.

Para el cuarto final River sacó una luz de 6 puntos (61-67) que mantuvo en 4-5 a lo largo de todo el cuarto. Quilmes sobrevivió con el tiro de tres (4/7) puntos ante el nulo aporte ofensivo de su juego interior (no convirtió dobles en el último cuarto). Precisamente una bomba de 9 metros de Byron Wilson dejo el partido a uno: 74-75, cuando restaban 38 segundos por jugar. Lábaque perdió la pelota y Wilson fue a la línea de libres metiendo uno solo (75-75). Con 12 segundos, Lábaque corrió la cancha, jugó la personal y metió el doble del triunfo.

Las quejas del final fueron por una posible falla técnica (caminata) de Lábaque, pero la repetición en la cámara del programa Basquetvisión disipa toda duda. Lábaque utiliza muy bien el pie de pivote y la defensa de Quilmes lo suelta. Esto no convalida a los árbitros que dirigieron para el olvido.

Los árbitros en su mayoría por el recambio generacional están en un proceso donde dañan a la Liga. Tarifeño no tiene nivel de “A” y Diego Rougier se quedó en amagues del buen árbitro que pudo ser y esta temporada dio un claro paso hacia atrás. Anoche cometieron errores para los dos bandos, fallos de criterio que siempre terminan por exasperar a la gente local. Pero el plantel de River bien podría haber culpado al árbitro si hubiesen perdido y lo más curioso es que: ¡también hubieran tenido razón!. Increíble. Así de malo fue el arbitraje, como el partido.

Quilmes, en su presentación sin Bianchelli, sabe que no se puede ganar un partido solo con voluntad. Y durante largos pasajes del partido solo fue un cúmulo de voluntades. Que le bajó el goleo a River, que lo llevo al terreno de la confusión y que propuso un partido luchado y trabado. Y aunque estuvo a tiro de ganar, se quedo sin nada porque su ofensiva está anémica. River lo tuvo a Lábaque, pero sus méritos también se reducen sólo al terreno de la lucha. Demasiadas líneas para tan poco partido.

Síntesis
Quilmes (75): Leandro Lauro 11, Juan Pablo Sánchez 15, Esteban De la Fuente 3, Patrick Savoy 9 y Pedro Calderón 0 (FI) Byron Wilson 17, Pablo Gil 13 y Esteban Pierdominici 0. DT Alejandro Mangone

River (77): Bruno Lábaque 21, Julio Mázzaro 14 (x), Maurice Spillers 10, Sebastián Cabello 14 y Alejandro Burgos 2 (FI) Leopoldo Ruiz Moreno 9, Matt Kemper 7. DT Mario Guzmán.

Parciales: 20-22, 39-38, 59-59
Árbitros: Diego Rougier y Sergio tarifeño
Estadio: Once Unidos (900 espectadores)

Pablo Tosal
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