Típica frase que pronuncian los extranjeros cuando los clubes le adeudan dinero. Matthew Kemper se manifestó de esa manera ya que el club ¿millonario? le debe unos meses de sueldo.
Por tal motivo, el foráneo optó por no jugar a pesar de que le aporta muy poco a su equipo. Lo ideal sería que River le pague de la manera que corresponde a Kemper y que éste juegue al menos un partido bien.
Su compatriota, Maurice Spillers, a pesar de ello saltó a la cancha y disputó un gran encuentro sin importarle demasiado que le deban unos cuantos dólares.