Lo de Pablo Barrios fue un susto

El único pivote que tiene Peñarol, Pablo Barrios, había podido jugar muy poco frente a Estudiantes, en Olavarría, ya que -técnica incluida- acumulaba tres faltas en el primer cuarto y por ende fue reemplazado. Regresó a la acción promediando el tercer cuarto, y en una de sus primeras intervenciones atacó la canasta con decisión y cuando le salieron a cerrar el paso buscó la bandeja pasada. La acción finalizó con Barrios en el piso quedándose completamente inmóvil, postura que conservó aun cuando fue atendido por el médico de los olavarrienses y posteriormente, cuando personal de sanidad lo retiró en una camilla.

De inmediato, el jugador de Peñarol fue trasladado al Hospital Municipal en donde se le practicaron placas radiográficas para descartar cualquier lesión ósea, posibilidad que en algún momento preocupó a todos en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero, tratándose de una aparatosa caída de un jugador que sobrepasa los 2 metros y pesa más de 100 kilos.

Afortunadamente, sólo se trató de un muy fuerte golpe. Y así lo certificó el propio jugador un par de horas más tarde, con muestras de dolor en su rostro y caminando con alguna dificultad, pero después de haber cenado con el resto del equipo. Según le dijo al enviado del diario La Capital: “Por suerte no hay ninguna lesión ósea, pero fue un golpe muy fuerte porque caí sobre la cintura sin amortiguar. Me aplicaron calmantes inyectables y tengo que ponerme hielo sobre la zona del golpe. ¿Si voy a poder jugar el viernes? Dependerá del dolor, pero mi idea es jugar”, señaló el jugador nacido en Monte Grande, quien en principio hoy no practicará junto a sus compañeros.