Todos para el 1 y 1 para todos

Pasó el fin de semana “duro” para Peñarol. Porque lo visitaron Libertad y Ben Hur, ganó los dos partidos y en ambos fue el dominador de las acciones. Como dato insoslayable debe decirse que jugó sin Josh Pittman. Anoche contra la BH Jason Osborne jugó un partidazo, es cierto, pero sumó algo más de 20 minutos en cancha. Vale decir, durante medio partido, Peñarol jugó sólo con nacionales y aún así fue tremendamente superior a su rival.

No hay secretos, se viene repitiendo en estas páginas desde la Copa Argentina, todos se comprometen a defender como sentencia definitiva, y el talento esta al servicio del equipo. Parece fácil de explicar pero difícil que estas dos situaciones coincidan en un equipo al mismo tiempo. Y Peñarol logró ambas aristas con claridad.

Defiende muy bien, incluso cuando va ganando por 20 puntos como anoche, y cuando ataca se pasa el balón hasta el cansancio sabiendo que quien tome el tiro estará bien. Claro que cuenta con la complicidad esencial que tiene jugadores de mucha jerarquía. Ben Hur sufrió una lluvia de triples sin saber a quien defender. La metían todos.

El primer cuarto invitó a pensar que se trataba de un partido que podía resolverse en los instantes finales. Salieron los dos equipos muy tácticos, muy concentrados en el pizarrón del vestuario. Como vendría la historia que Carlos Romano recién metió el primer cambio a segundos de que termine el primer cuarto. Lamas con un plantel mucho más cortó ni siquiera pensaba en esa posibilidad. Mientras Mc Farlan (8) y Tintorelli (6) sacaban provecho de la insistencia de su equipo en poner la bola abajo, Peñarol contestó con los mismo: Osborne (6) y Mikulas (6), más la participación ofensiva de Sebastián Rodríguez que le ganó el duelo a Lucas Picarelli.

Ambas defensas se plantaron en individual y no hubo ventajas para nadie. Pero el segundo cuarto fue el que marcó el rumbo decisivo del partido. La secuencia fue así: Ale Diez metió un doble inmediato que fue igualado por dos libres de Lucas Picarelli (21-21) allí apareció la mano caliente de José Muruaga para meter dos triples y sacar la primera ventaja (27-21). Julio Lamas pidió minuto para que Peñarol no se dispare en el tanteador. Pero volvió del tiempo muerto, Villares erró un doble y en la contra Marcos Mata metió otro triple (30-21). En apenas dos minutos el partido se dio vuelta por completo.

Claro que el juego no terminó ahí, pero marcó la pauta de lo que vendría. Mientras la defensa de Ben Hur siguió defendiendo Hombre a hombre Peñarol hizo uso y abuso de las cortinas, salió perfecto en cada ángulo y lanzó al canasto sin empacho desde los 6.25 mts. Tato Rodríguez, Locatelli, Osborne, Ale Diez y Mata metieron un triple cada uno más los dos de Muruaga fueron 7/10 en un ratito. Del otro lado, Ben Hur no pudo meter la bola en la pintura y se quedó sin gol. Mc Farlan ya no gravitó y Storani dio 4 pts pero fue menos punzante que Tintorelli. Villares estuvo absorbido por la marca y Crutchfield ni siquiera la recibía. Ben Hur lució impotente perdió el cuarto por 13 (29-16) y el partido se le hizo cuesta arriba.

Al regreso del descanso largo Ben Hur salió a probar la defensa zonal. Si en individual Peñarol metió 7/10 en triples habría que hacer cosas ilógicas para probar que resultaba. Pero fue dicho que Peñarol no sólo es puntería en ataque. Le fue mal contra la zona cuando lanzó al canasto (2/8) pero rotó el balón, penetró, dividió la defensa y consiguió 14 puntos en el pintura (7/10 en dobles). Aunque como siempre lo mejor estuvo atrás. No sólo forzó que Ben Hur tire muy incómodo sino que fue infranqueable en el rebote, al punto que la visita solo tomó tres rebotes ofensivos en todo el partido.

La distancia se hizo de 20 puntos (63-43) y mientras cada rotación implementada por Romano salía bien (por ejemplo Tato de escolta con Festa al lado), Lamas no encontró un jugador de la media cancha que el de satisfacciones. Villares logró algo (7 pts) más por el corazón que por la estrategia.

En el cuarto final Ben Hur siguió en zona y Peñarol recupero los porcentajes de ensueño en triples (5/8) para aumentar la diferencia hasta llevarla a 27 puntos (92-65). Como hecho destacable queda la positiva imagen ofensiva que dejó el juvenil Nicolás Lauría, una promesa de la cantera milrayita, que ingresó a falta de 7 minutos y metió tres triples seguidos más un doble con falta. Cuando llevaba 12 puntos (había tirado para 12) erró su único triple. Da la sensación que Peñarol levanta una piedra y debajo encuentra gol. No importa quien tire, la confianza esta en su mejor momento. Ben Hur terminó maniatado sin poder resolver sus problemas ofensivos. Sin ningún tipo de ventaja sólo le quedó esperar el final.

Síntesis
Peñarol (92): Sebastián Rodríguez 15, José Muruaga 13, Juan Manuel Locatelli 10, Jason Osborne 14 y Gabriel Mikulas 12 (FI) Sebastián Festa 0, Marcos Mata 9, Alejandro Diez 7, Matías Pelletieri 0, Nicolás Lauría 12 y Valentín Blanco 0. DT: Carlos Romano.

Ben Hur (72): Lucas Picarelli 9, Eduardo Villares 14, Tai Crutchfield 7, William Mc Farlan 12 y Damián Tintorelli 9 (FI) Eduardo Calvelli 5, Walter Storani 11 y Daniel Ederra 5 DT: Julio Lamas.

Parciales: 19 – 19; 48 – 35; 70 - 54
Árbitros: Alejandro Chiti - Oscar Brítez.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas” (espectadores 2.200 – datos suministrado por la dirigencia de Peñarol)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)
Autor: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
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Quilmes prevaleció en la feria del gol

Quilmes redondeó un fin de semana perfecto, al ganarle anoche a Quimsa, por 105 a 96, y sumar su segundo triunfo consecutivo como visitante, ya que el viernes le había ganado a Atenas, en Córdoba, por 76 a 60.

Equilibrado y con mucho gol resultó el primer cuarto, en el que Javier Martínez, con su tiro a distancia, y Chuckie Robinson, prevaleciendo cerca del canasto rival, se constituyeron en las mejores armas del ”tricolor“. Por los santiagueños, Alejandro Reinick resultaba imparable.

El escolta Julio Mázzaro entró en acción en el segundo cuarto, y a su influjo mejoró también Rober Brown Jr. Pero si bien Quimsa controlaba mejor a Martínez y Robinson, aparecieron otras opciones de ataque en el equipo de Oscar Sánchez. El inconveniente radicaba en que Calderón no podía con Reinick, y Diego Brezzo, que lo tomó mejor, cometió rápido 3 faltas.

Con una mejoría defensiva y un buen arranque de Sebastián Ginóbili conduciendo el ataque, Quilmes sacó ventajas en el tercer parcial. El tiro exterior del base y el complemento de Robinson establecieron una diferencia del orden de los 10 puntos que los santiagueños nunca pudieron descontar.

Entre el cierre del tercer cuarto y el comienzo del último, Ramzee Stanton se hizo presente en el score y ratificó que siempre está listo para dar una mano en el rubro que sea. Cuando el visitante perdió definitivamente a Brezzo por faltas, el juego en ese cuarto decisivo se hizo a puro gol. Y en ese panorama, Quilmes siempre tuvo más variantes y defendió un poco mejor. Por eso se llevó la victoria.

Síntesis
Quimsa (96): Víctor Hugo Cajal 22, Julio Mázzaro 17 (x), Erron Maxey 12, Robert Brown 25 y Alejandro Reinick 16 (FI). Leandro Lauro 0, Sebastián Cabello 0, Fernando Small 4, Enzo Ruiz 0. DT: Marcelo Richotti.

Quilmes (105): Sebastián Ginóbili 11, Javier Martínez 21, Ramzee Stanton 19, Chukie Robinson 21 y Pedro Calderón 11 (FI). Juan Pablo Sánchez 4, Agustín Carabajal 6, Esteban De la Fuente 3, Diego Brezzo 9 (x). DT: Oscar Sánchez.

Parciales: 24-25, 46-46 y 61-69.
Árbitros: Daniel Rodrigo y Daniel Mendoza.
Estadio: Ciudad - Santiago del Estero
Fuente: Diario La Capital