Peñarol - Quilmes

Se trata de una nueva edición de la fiesta máxima del básquetbol nacional. Se ha escrito muchas veces sobre el folklore que rodea un partido que divide mucho más que una ciudad, avalado además por partidos que salieron flojos y que tuvieron su máxima expresión en las tribunas.

Mar del Plata, en vísperas de Navidad, se viste justamente con ropas de fiesta para concurrir a la 64º versión de la historia clásica (73º contando Copa Argentina y Super 8). Se podrá argumentar rápidamente que podría ser el clásico más importante de la historia. En realidad es un clásico que no define nada, fueron más importante el 5to partido en Play off del 2005 y el del Super 8 de este año. Pero se renueva el honor, el prestigio, el orgullo. Eso es mucho.

Si gana Peñarol quedará mas puntero que nunca, se dará el enorme gusto de igualar la segunda racha más importante de su historia sobre Quilmes y confirmará una vez más que este campeonato esta hecho a su medida. Si gana Quilmes bajará al puntero, será líder, cortará la racha en contra y posiblemente deje en el olvido los otros 5 clásicos perdidos. En la memoria colectiva de la pasión siempre vive el último clásico.

El 25 de Septiembre de 2001 con la victoria de Quilmes 111-96 sobre Peñarol comenzaba una racha que duraría 6 partidos (los cuatro de la temporada y los dos de Copa Argentina siguientes). El 5 de septiembre de 2004 Peñarol supera a Quilmes 95-93 y aunque queda eliminado de la Copa Argentina por diferencia de gol comienza una racha que durará también 6 partidos hasta el 29 de marzo del año siguiente que Quilmes puede cortar la racha. Hoy Peñarol se juega la chance de igualar su mejor registro positivo ante Quilmes.

Este año la situación emocional es alta dado que ambos equipos al mismo tiempo están realizando la mejor campaña de su historia. Aún faltan muchísimas fechas, pero de acuerdo a como se presenta el torneo, no es descabellado pensar que este partido puede definir situaciones de play off avanzado como semifinales o la final.

Sin embargo hay una mancha en el legajo que valdría la pena analizar. A pesar de la enorme cantidad de motivos para que Peñarol y Quilmes festejen, la gente no los está acompañando como corresponde. Ambos equipos deberían tener al menos mil espectadores más por juego. Otras campañas, muchísimo más pobre en resultados han llevado más gente. El problema coyuntural del país, los bolsillos flacos conspiran decididamente contra el mejor torneo de la historia de los equipos de Mar del Plata.

Salvo claro esta los clásicos. Los dirigentes especularon que se llenaría el Polideportivo en los dos primeros clásicos de la Copa Argentina y lejos estuvieron de completarse (3500 y 3600 espectadores). Luego si el marco en la competencia liguera fue mucho más acorde a los poderosos equipos que armaron, al dinero invertido y las campañas realizadas. En el primero hubo 5500 y en el segundo 6000. Según cálculos estimados por la dirigencia de Peñarol en el clásico de hoy, al mediodía ya podrán colgar el cartelito de “No hay más localidades” para jugar con los 6800 espectadores que el mejor escenario del país ofrece.

En la despedida del año nadie querrá perder y el antecedente de 5-0 en la misma temporada pesa y mucho como para imaginar el desarrollo del partido de hoy. En principio vale la pena apresurarse a decir que ambos equipos tienen plantel completo en buenas condiciones. Peñarol superó los problemas de Pittman y Locatelli y Quilmes los de Ginóbili y Martínez. En ese sentido si será un clásico distinto con los entrenadores disponiendo de su máximo potencial.

Los datos que arrojan los 5 partidos ya jugados pueden delinear algún parámetro para desmenuzar el juego de hoy. Peñarol tiene un jugador más en la rotación desde el banco. Mientras Quilmes juega con 9 Peñarol lo hace con 10. Esto le da la posibilidad de hacer 5 foules más que su rival. De hecho en los 5 partidos que se jugaron en todos Peñarol terminó con más faltas que Quilmes. Además el banco de relevos de Peñarol se mostró mucho más homogéneo que el quilmeño, la rotación es más pareja en el milrayitas. Esto hace que cualquier jugador de Peñarol pueda defender más agresivamente, con más faltas, que al ser reemplazado la estructura no se resentirá.

De todos modos hay valuartes irremplazables. En Peñarol Osborne y Mikulas, en Quilmes Robinson, Stanton y Ginóbili. Ambos equipos comparten la mejor rotación de la Liga en la media cancha y posiblemente los dos mejores bases suplentes de la Liga hayan coincidido en Peñarol y Quilmes. La diferencia es que el nivel de Festa es superior al mostrado hasta hoy por Carabajal. Aunque los promedios de Carabajal (6.3 pts y 1.3 asis) sean superiores a los de Festa (5.2 pts y 1.1 asis) el base suplente de Peñarol apareció en los clásicos y le da muchas soluciones a su equipo.

Oscar Sánchez usa a Carabajal como algo más que un relevo de Ginóbili, en realidad Carabajal es un revulsivo, tiene una sola velocidad (la 5ta) y hasta que se puso bien físicamente el paraguayo Martínez, era el único jugador de Quilmes que podía jugar uno contra uno.

La gran diferencia que ha hecho a Peñarol destacarse de Quilmes es el mejor uso de su personal, es decir el rendimiento de los jugadores en cancha. En este terreno los hinchas son gustosos de evaluar condiciones metafísicas como el peso de la camiseta, la valentía en los clásicos y cosas imposibles de medir, más bien es más fácil y apropiado decir que Quilmes no ha podido nunca tirar con grandes porcentajes y cuando lo hizo (38.5 % en triples en Neuquén) Peñarol tiró con porcentajes extraordinarios (57.9% en triples en el mismo partido). El día que Peñarol no encontró el aro (23.5% en triples en el primer partido), Quilmes también dio lástima (23.1% en triples).

Las diferencias entre los dos mejores equipos del país en la actualidad, que defienden, son solidarios y juegan en conjunto es ni más ni menos que una cuestión de porcentajes. Hasta aquí los tiradores de Peñarol han sido determinantes. Claro que siempre deberá mencionarse que el corazón mismo del juego milrayitas no tiene que ver con su perímetro sino con su dupla de lujo Mikulas y Osborne. Desde allí nace lo mejor de un gran equipo.

Quilmes tiene mucho peso para inclinar la balanza en su ala pivote, Chukie Robinson, pero necesita un ladero que nunca es el mismo: a veces, Stanton, otras Javier Martínez o Pedro Calderón. Por último vale la pena mencionar que históricamente Sebastián Ginóbili siempre jugó bien los clásicos. Esta temporada aún no apareció en ninguno de los cinco ¿Será esta su revancha?.

Una nueva edición, un clásico más, otra vez la oportunidad de demostrar que la fiesta del básquetbol es posible desde la pasión. Siempre habrá revanchas en la vida de Peñarol y Quilmes, pero nadie quiere pensar en mañana, porque el fuego es esta noche.

Posibles Formaciones
Peñarol: Sebastián Rodríguez, José Muruaga, Juan Manuel Locatelli, Jason Osborne y Gabriel Míkulas. DT: Carlos Romano.

Quilmes: Sebastián Ginóbili, Javier Martínez, Ramzee Stanton, Chukie Robinson y Pedro Calderón. DT: Oscar Sánchez.

Hora de inicio: 21.30
Árbitros: P. Estevez y S. Tarifeño
Estadio: Polideportivo Municipal
Lo podés escuchar on line por: LU6 Emisora Atlántica www.lu6.com.ar; FM Brisas www.radiobrisas.com; FM Premium www.premiummdq1037.com.ar