Huevo Sánchez: “Estamos para campeones”

Necesitaba ganar este clásico como pocos. Oscar Sánchez, el entrenador quilmeño, ya no se bancaba más las cargadas de tantas derrotas ante el clásico rival. El sabía perfectamente que muchos hinchas “tricolores” no terminaban de disfrutar el gran momento del equipo en la Liga Nacional porque tenían atravesada en la garganta la espina de los superclásicos.

Por eso ni bien terminó el encuentro, “Huevo” se puso a cantar y a saltar, festejando como si fuera uno más de la tribuna. Pocas veces se lo vio tan feliz después de ganar un partido. Y se entiende por todas las cosas, deportivas y emocionales, que estaban en juego.

“Cuando nos tocó perder, lo hicimos dignamente. Y ahora ganamos gracias a unos huevos terribles, con básquetbol y con la estrategia que tenía pensada realizar antes del partido. Esto es muy bueno porque jugamos contra el 5 a 0 en los clásicos, de visitante, y ante el mejor equipo del país como decían todos”, se explayó el entrenador.

-¿Se sacaron una mochila?
-Me pone muy contento por todos. Por “Sepo” que estaba siendo muy criticado y en el último cuarto jugó en un gran nivel. Pero sobre todo, por todo el grupo, porque nunca fuimos reconocidos en absoluto por esta gran campaña. Estoy muy fastidioso con esta cuestión, muy caliente. Nunca dije nada, pero ahora sí. Nunca se le dio importancia a los éxitos que tuvimos de visitante, como ante Quimsa o Atenas. Pero no importa, nosotros sabemos que estamos para campeones y no nos sirve hacer sólo una buena campaña. Esto lo voy a disfrutar mucho porque trabajamos un montón para estar donde estamos y porque revertimos esta historia ante Peñarol.

-¿Por qué ganaron el juego?
-Los chicos hicieron un trabajo impresionante en el perímetro. Se jugó como queríamos nosotros, ofreciendo el uno contra uno con el pivote. Por momentos, Osborne y Míkulas jugaron en forma brillante, pero en un pasaje del primer tiempo tenían dos puntos “Tato”, Locatelli, Festa y Pittman. Nosotros hicimos bien ese trabajo. Peñarol venía con un gran porcentaje de tres puntos y una muy buena química de juego. Además, Romano le puso a este equipo una gran intensidad defensiva. Pero nosotros también estamos muy bien y lo dije. Terminé con los ojos cuadrados de ver videos y llegó un momento que no sabía que hacer, si defender al perímetro, defender hombre, defender zona, no sabía a quien dejar liberado. Era difícil pero marcamos hombre, sin doble marca ni ayudas, y salió bien. Otra de las premisas era que no se nos escaparan en el primer cuarto, porque después nos cuesta mucho volver, y hacer entre 80 y 84 puntos.

-¿Había mucha presión por el tema del 5 a 0?
-Sí, y es insalubre. Honestamente, yo estoy para el retiro porque no soporto más la presión. Es mucha. Y hay jugadores que les pasa lo mismo. El “Sepo” terminó muerto, esto genera un stress impresionante. ¿Viste lo que era este estadio? Fue increíble, en un momento festejaban las dos hinchadas a la vez por la paridad. Pero los partidos se ganan con conducta, trabajo y paciencia. Acá la verdad empezará ahora, cuando regresemos en enero. Porque se viene la etapa más difícil: entrenar doble turno en verano y cuidar nuestro cuerpo. Todo para seguir de esta forma.

-¿Es el mejor momento de la ciudad en este deporte?
-La ciudad tiene que quedarse tranquila porque tiene dos equipos bárbaros. Hay dos entrenadores a los que no les gusta perder a nada, dos hinchadas terribles y dos planteles altamente competitivos. Por eso me animé a decir cosas que yo habitualmente no digo. Pero es así, para mí en esta liga salir tercero o salir octavo es lo mismo. Nosotros tenemos equipo para campeón y tenemos que jugar para campeón y Peñarol tiene equipo para campeón y tiene que jugar para campeón. Eso de armar un equipo para hacer una buena temporada no va más. Vamos a pensar en grande porque tenemos los argumentos suficientes. Estamos en un gran momento y la ciudad puede estar orgullosa de tener el mejor partido de la liga. Por nuestra parte, demostramos tener sangre en las venas y que no somos pecho frío.

-¿Qué significa terminar el año como puntero?
-Una gran felicidad. Hoy es el primer día que estoy feliz. No estoy disfrutando de mi trabajo porque veo el disconformismo de la gente de nuestro club porque no se ganaba el clásico. Mis amigos mismos me decían “la campaña es buena pero no le ganamos a Peñarol”. Eso es muy pesado. Encima para la prensa nacional lo único que existe es Boca. Son unos infelices que no saben cómo es esto y ahora van a ver en la tabla primero a Quilmes. Hoy somos el mejor equipo. ¿Sabés lo que es caminar por la calle y que te griten que te pongás la polera por aquello del pecho frío...? Ahora me voy a poner en bolas.

“Estoy orgulloso de este equipo”

Se fue el último partido del año para Peñarol. Y más allá de la derrota en el superclásico, el balance de esta primera mitad de año fue inmejorable. El subcampeonato en la Copa Argentina, cinco triunfos frente al rival de siempre, el título del Super 8 y el primer puesto en la Liga Nacional, ahora compartido con Quilmes, son motivos suficientes para festejar una gran temporada. En ese sentido se manifestó el “Negro” Carlos Romano, entrenador del equipo, en su análisis del partido y del cierre de año.

-¿Qué análisis hacés del partido?
-Fue duro, jugado como una final. Creo que tuvimos dos o tres momentos para liquidarlos. Pero no lo hicimos y estos son los precios que se pagan en este tipo de partidos. Pero sigo con mi equipo primero y con el mejor récord del torneo. Este resultado no empaña nada de lo que hicimos hasta acá. Lo dije antes del partido: estoy muy orgulloso de dirigir este equipo, de ver casi 7.000 personas en el estadio, de ver que los dos equipos de Mar del Plata estén en lo más alto. El sabor de estos clásicos es así, uno gana y el otro pierde. Nosotros ganamos cinco veces y Quilmes una. Pero este es un campeonato muy largo.

-Sacaron una diferencia sobre el final y, en un momento, todo el banco festejaba menos vos...
-No está mal que los jugadores festejen, pero uno tiene que pensar. Esto no es culpa de nadie, nosotros como equipo no buscamos culpables. Los partidos los perdemos todos y lo ganamos todos. Hicimos todo lo posible para ganarlo, aunque quizás no hicimos el mejor juego. En el tercer cuarto y también cerca del final tuvimos nuestras chances pero lo dejamos venir a Quilmes. Ellos tenían mucha hambre por el 0-5 y se lo llevaron sobre el final.

-¿Qué les faltó?
-Tuvimos algunas malas ofensivas, no nos pasamos la bola como siempre y no aprovechamos las veces que fuimos arriba en el marcador. Fallamos esos ataques que nos hubieran permitido sacar unos 7 o 8 puntos. Después defendimos bien. Pero esto es lo lindo que tiene el básquetbol. Los últimos dos o tres minutos fueron más intensos que todos los anteriores. Al menos, para mí.

-¿Por qué creés que Quilmes se queda con el juego?
-Porque tuvo más suerte en el cierre, nada más. Ellos se descuidaron primero y después nos pasó a nosotros. Es injusto decir que alguno de los dos equipos fue superior, fue un partido muy parejo, con muchos errores, y con la fortuna del final para ellos.

-¿Duele esta derrota?
-No, para nada. Me provocó placer la entrega de mis jugadores. No hay que confundirse. Cualquiera de los dos lo podría haber ganado. Si estuviera dolido, lo diría. Soy primero y estos chicos me dieron todo hasta el último segundo. Estoy orgulloso de este equipo, de estar donde estamos, de haber tenido una recepción impresionante cuando regresamos del Súper 8. Sería muy egoísta de mi parte estar dolido.

-¿Qué balance hacés en este regreso a Peñarol?
-No pudo haber sido mejor. Hay un campeonato de por medio, un subcampeonato del cual pudimos tomarnos revancha. Porque en la final de Neuquén le ganamos a Boca que, hoy por hoy, es nuestro segundo gran clásico. Y además reitero, hay que valorizar este clásico a estadio lleno, que fue lo más lindo que vi en mis últimos años de básquetbol.

Fuente: Diario La Capital