Se puso el overol y tuvo su premio

Le costó muchísimo a Peñarol volver a ser el mejor equipo de la Liga Nacional pero lo consiguió. Luego de dos partidos fuera de la ciudad, con victoria ante Atenas y derrota frente a Quimsa, superó a Sionista de Paraná en el Polideportivo por 74 a 63. Sin jugar bien, peleado con el aro en los triples pero con mucha voluntad para salir a buscar el juego.

Tras la derrota de Quilmes el Milrayitas es el único puntero de la segunda fase aunque recién en el parcial final pudo asegurarse la victoria. En los últimos diez minutos, cuando empezaron a entrar los “bombazos” de tres, Peñarol logró estar tranquilo. Hasta ese momento, vaciló y estuvo al límite, aunque durante la mayoría del juego manejó una diferencia de entre 5 y 12 puntos, salvo en el tercer cuarto.

Lo que no entraba en un aro, se metía en el otro. Peñarol comenzó variando las defensas luego de hacer presión en toda la cancha. Sin embargo, tras recuperar la pelota mediante esa vía, se equivocaba en las opciones de ataque abusando del tiro de tres puntos (1/6). Por el contrario, Robinson hizo el negocio desde 45 grados y clavó tres triplazos que le sirvieron a Sionista para no perder el tren.

La buena conducción que mostró el equipo paranaense, con Franco y Byro, le permitió llegar al gol cuando también entraban en la jugada Zilli, quien en el poste bajo habilitaba a Williams con comodidad. La misma combinación la utilizaban Mikulas y Pittman en el aro de enfrente.

A pesar de no convertir, Peñarol tuvo muchas “segundas opciones” que tampoco lograba rematar. Se notaba que el equipo de Carlos Romano no estaba “fino” en ataque aunque esa dificultad la “maquillaba” tirándose de cabeza en cada pelota, sobre todo Alejandro Diez y Pepe Muruaga.

El Milrayitas cerró un segundo cuarto pésimo en triples: 2/13 en el primer tiempo. Sionista, en cambio, anotó 5 en 10 intentos.

Lo dejó vivo y estuvo a un paso de que se le escape. Porque Sionista se aprovechó de las ofensivas enredadas de Peñarol, le robó la pelota cuando pudo apretando las marcas y le hizo pegar un susto.

Mariano Byro le jugó al “medio foul” a Pittman; lo ató y por eso Romano, decidió cambiarlo en el tercer cuarto. Ese parcial, seguramente, se ubicará en el podio de los peores de la temporada para Peñarol. Sionista lo ganó 16-6 y se puso a un punto, 48-47, con un triple de Robinson sobre la chicharra para darle suspenso al final.

Enfurecido Peñarol saltó a la cancha y con un rápido 8-0, comenzó a liquidar el partido. Primero fue Tato, después lo hizo Osborne. Más tarde, Pepe Muruaga con un triple, que abrió el aro ya que después se sumó Diez, Locatelli y Rodríguez desde esa misma vía.

Trabajó más de la cuenta pero consiguió su objetivo. No estuvo bien en ofensiva aunque pudo encontrarle la vuelta a un juego “enroscado” y llegar a una victoria de gran importancia, que lo coloca en lo más alto de la Liga Nacional.

Síntesis
Peñarol (74): Sebastián Rodríguez 11, Juan Manuel Locatelli 10, Josh Pittman 15, Alejandro Diez 7, Gabriel Mikulas 9 (FI); Jason Osborne 12, José Muruaga 3, Marcos Mata 3, Sebastián Festa 0 y Matías Pelletieri 4. DT: Carlos Romano.

Juventud Sionista (63): Roque Fernández 6, Mariano Byró 7, Michael Robinson 16, Curtis Williams 4, Alejandro Zilli 10 (FI); Pedro Franco 3, Daniel Hure 12 (x), Agustín Carnovale 4, Federico Radavero 0 y Baltazar Claude 1. DT: Sebastián Svetliza.

Parciales: 25-20, 42-31, 48-47
Árbitros: R. Smith y S. Tarifeño.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”
Gentileza: Diario El Atlántico.

Nueva decepción lejos de casa

Regatas Corrientes volvió a perder como visitante (va 0-5 afuera en la segunda fase) y por momentos parece que un abismo lo separa de la regularidad. Anoche el que lo aprovechó fue Estudiantes, que en Bahía Blanca se impuso 102-97. El trabajo desde la media cancha del “albo” resultó determinante.

El equipo del parque Mitre salió a ver qué proponía el rival y se olvidó de imponer su voluntad. Entonces, cuando reaccionó, como tantas veces le ocurrió esta temporada, ya fue tarde. Estudiantes tenía abrochada la victoria, más allá que una patriada de Diego García lo pusiera a tiro (99-97), con menos de medio minuto por jugar. Reincidió en los errores, que los tuvo muchos a lo largo de los 40 minutos y Titarelli no perdonó desde la línea de libres, coronando una gran actuación, con 19 puntos (4/6 triples) y seis asistencias. Pero base del “albo” no fue el único que se llevó el aplauso cerrado de las 1.800 personas que se dieron cita anoche en el estadio Osvaldo Casanova.

También mucho de ese reconocimiento tuvo como destinatarios al goleador Stalin Ortiz (hizo 27, con 9/14 de cancha más cinco rebotes) y el rendidor Mariano Franco (24 tantos, 3/4 triples, y 5 recobres). En ellos tres principalmente el equipo guiado por Guillermo López basó su éxito. Aunque, es cierto, la solidaria defensa de conjunto ayudó para quitarle claridad a Regatas en momento clave.

Demasiados problemas tuvo Regatas en defensa al cabo del primer cuarto. A la marca individual prácticamente sin ayudas supieron dañar con asiduidad Franco y Ortiz, ante la endeble oposición de Diego García y Selleaze, respectivamente. Entonces, Estudiantes siempre se sintió cómodo, con una ventaja que osciló los 5 puntos. Por contrapartida, el visitante sufrió para encontrar caminos claros al gol e incurrió en los tiros lejanos, apurados y sin elaboración.

Esto le fue facilitando la tarea al “albo”, que sí fue rudimentario a la hora de marcar e hizo sentir el rigor, para que Regatas se ganara los puntos desde la línea de libres. La medida le aportó dividendos durante el primer tiempo, porque los de Gonzalo García apenas metieron 10 de 19 en simples (pobre 53%).

Durante el segundo cuarto, el trámite se desarrolló prácticamente con la misma tesitura. Con Estudiantes llenándose de confianza a medida que Ortiz quebraba una y otra vez la defensa; mientras Regatas descansaba en el pasaje inspirado de Selleaze. Por eso no extrañó que el ganador se aleje a siete (50-43) cerrando la etapa.

De cara al reinicio, lo único que abría ciertas expectativas en Regatas era que Estudiantes tenía un pesado lastre con las faltas y su juego interior se iba comprometiendo. Promediando el tercer período estaban en “capilla” Scolari y Levy (cuatro infracciones cada uno). Y parecía que el negocio regatense estaba en profundizar las acciones con Román González y López (17 rebotes ambos). No obstante, la cerrada defensa zonal de Estudiantes obligó a probar con los lanzamientos de 3 puntos, que comúnmente no son la solución ideal.

Con Ortiz como abanderado y una escuadra laboriosa detrás, el local llegó al último segmento con una apreciable ventaja de 13 (72-59) posibilitada, además, por un triple sobre el cierre del parcial de Franco.

Estudiantes se sintió dominador absoluto hasta los seis minutos del cuarto chico. Con un par de bombas de Pablo Gil, más el atrevimiento de Titarelli llegó a escaparse 84-66.

Historia resuelta, pensaron muchos. Pero surgió de manera furiosa Diego García y clavó 16 de sus 29 tantos en el período final para ponerle una pequeña dosis de dramatismo al desenlace. Lástima que el propio escolta santafesino debió abandonar la cancha en el tramo culminante por llegar al límite de faltas (fue curiosa la acción, porque primero la mesa de control había indicado su cuarta falta recién; aunque enseguida modificó y fue la quinta).

Sin su as de espadas, Regatas, que había achicado a un doble la diferencia (99-97), otra vez se derrumbó.

Primero probó apurado Dionisio Gómez y tras un peleado rebote no la pudo retener Sebastián Acosta, esfumándosele ahí todas las chances. No hubo más tiempo y ahora habrá que pensar cómo hacer “saltar la banca”, porque se viene Peñarol

Síntesis
Estudiantes, de Bahía Blanca (102): Fernando Titarelli 19, Stalin Ortíz 27, Mariano Franco 24, Jamaal Levy 4 (x), Rubén Scolari 2 (x) (FI); Gerardo Barrera 3 (x), Hernán Etchepare 0, Pablo Gil 12, Mariano Pizzo 2, Javier Scheines 9 y Agustín Amore 0. DT: Guillermo López.

Regatas Corrientes (97): Hernando Salles 6, Diego García 29 (x), Ron Selleaze 20 (x), Roberto López 11, Román González 12 (FI); Sebastián Acosta 6, Dionisio Gómez 2, Pablo Jaworski 11 (x) y Bruno Ingratta 0. DT: Gonzalo García.

Parciales: 28-25, 50-43 (22-18), 72-59 (22-16) y 102-97 (30-38).
Árbitros: Fernando Sampietro y Raúl Imosi.
Estadio: Osvaldo Casanova (1.800 personas).
Carlos Zeniquel (h) – Diario Época