Hernández: “Quiero jugar el Super 8”

No quedaba casi nadie en el Polideportivo el domingo por la noche tras la victoria de Peñarol sobre Obras Sanitarias. Los jugadores ya se habían retirado y Sergio Hernández daba las últimas notas. Para el análisis se necesita tiempo y lugar y el entrenador de Peñarol se hizo un momento, al final de la jornada y en la penumbra del estadio, para charlar con Pick and Roll sobre la actualidad de Peñarol. Y sus palabras nunca pasan desapercibidas.

- ¿Cómo entra esta victoria de Peñarol en el momento en que están?

- Bien, las victorias siempre son bienvenidas, porque además del triunfo hubo ahí unos 20 minutos de buen basquet, que pudimos combinar buena defensa y buen ataque. Y bueno porque fue el momento donde se definió el juego. Porque por ahí tenés un buen primer cuarto o jugás mal todo el partido y tenés un buen último cuarto y no alcanzás a ganarlo es lo mismo que nada. Pero en el momento que se empieza a marcar la tendencia estuvimos sólidos, equilibrados en defensa y en ataque, nos pasamos la bola, defendimos. Y eso suma. Hoy no me alcanzaba con ganar solamente. No me hubiese ido contento hoy de la cancha en un 68-67, no me interesaba sumar puntos hoy. Si bien es lo más importante porque las urgencias están, pero estoy viendo un poquito más adelante y me voy bastante tranquilo, porque el equipo jugó bien y los americanos no deben entender nada, porque por ejemplo con Moodie no pudimos entrenar dos veces.

- Hoy los vi con mucha bronca en ataque. Dio la sensación que atacaban, si se permite el término, con furia. Román González iba siempre para el canasto, Tato tenía el hueco y buscaba el aro. Además jugaron mucho con los que Obras le dio.

- En un partido hay de todo. Estamos de acuerdo que Obras hoy no era una medida tan grande. Ojo es un equipo difícil, los dos partidos de visitantes los había ganando los dos. Es un equipo complicado, había ganado en Neuquén y había ganado en Bahía Blanca, bien con autoridad, había llegado a sacar muchos puntos en esos partidos. Es verdad que nos dieron algunas ventajas desde lo ofensivo pero hay que saber aprovecharlas. Otros equipos nos habían dado las mismas ventajas y no las sabíamos ni leer siquiera. Estábamos idos, dispersos.

Me parece que hay tantas cosas que a veces uno no puede ver claramente el punto. En el análisis nosotros arrancamos con todo este problema en la liga. En La Copa Argentina yo estaba muy feliz con el equipo, más allá de la derrota en la final mostrábamos un buen equipo. Le habíamos ganado a Quimsa con autoridad, a Quilmes los dos partidos, a Obras con muchísima más autoridad que hoy (por el domingo) todavía. Habíamos hecho grandes juegos, por ejemplo a Neuquén lo sacamos del play off por 35 puntos de diferencia. Habíamos perdido tan sólo un juego que era en Neuquén que era normal. Y los momentos límites que eran los clásicos los habíamos vivido con una autoridad tremenda, porque hasta uno que perdíamos por 15 lo terminamos ganando. Después en la Liga ganamos por 30. Entonces nos decíamos que el equipo en situaciones límites y complicadas está. Empezamos a caer en situaciones no complicadas. Empezamos a subestimar equipos Nacional, Comodoro.

- Yo le sumo también a los coletazos de los problemas que hubo post partido en Monte Hermoso, que en alguna medida afectaron al plantel. Hubo descuento de puntos para iniciar el torneo, se hablo mucho, muchísimo de esos problemas de la gente que podía o no ingresar a la cancha.

- Hay dos momentos que coinciden cuando nosotros nos caemos: primero la ausencia de Locatelli, que para nosotros es un jugador tremendamente clave. Porque por más que vos tengas muchos jugadores, siempre tenés uno que no te puede faltar. Y el hecho que nosotros creíamos que a algunos equipos le íbamos a ganar solo por presentarnos. Nos gana uno, nos ganan el otro y eso nos trae un mar de dudas y de mal humor que no hace entrar en… es decir no podemos permitir eso, aunque a todos los equipos le pasa eso. A todos porque se arma una bola de nieve y te cuesta pararla. Cuando vos jugás en dos meses 30 partidos, una bola de nieve te cubre 10 partidos. Si vos jugás solo la Liga como juega Obras, un mal momento son 4 juegos. Porque 4 partidos son 20 días. Acá en 20 días nosotros jugamos 8 juegos. Y después sabemos que una cosa trae la otra, el recambio de americano y demás. Y una cosa es que la gente se ponga una expectativa del equipo y otra que nosotros no sepamos para que estamos. Creer que nosotros al que viene le vamos a sacar 20 puntos es una estupidez. Eso no existe en la liga.

Esta victoria también sirve para asegurar la confianza y para ir a más. Porque recuerdo que cuando vos llegaste todos los dirigentes dijeron “vamos a armar un plantel largo para afrontar todos los torneos”. Dentro de ese abanico de seis torneos, los tres internacionales, Copa Argentina, Super 8 y Liga, ahora hay una idea de levantar el pie del acelerador y no presentarse en el Super 8. ¿Como es?.

Ese es otro tema. El tema del Plantel largo es relativo porque vos acá podes armar un plantel largo pero si tenés un doble cambio de extranjero, si tenés un jugador como Locatelli que lleva 14 partidos afuera y hay un jugador que no vino bien como Byron, entonces tu plantel yo no es tan largo. Tenemos jugadores que ya suman 30 minutos por juego como Román ahora, como Tato, como Mata que esta jugando 35 minutos por partido porque es el responsable de la marca de los aleros. Y una cosa es imaginarte algo y otra es vivirla. Yo viví en Boca y Estudiantes de Olavarría algo similar. Pero esto es mucho peor.

- ¿Por qué?

Porque acá hay una acumulación desde el inicio de la temporada. Porque tenés Copa Argentina, Liga Nacional y Sudamericano de Clubes en dos meses. Entonces si vos sacas la cuenta son un partido cada dos días y medio. Pero si vos decís “bueno tenés un día para descansar y un día y medio para entrenar” es mentira. Porque es un partido cada dos días y medio pero fuimos dos veces a Neuquén, dos a Bahía Blanca, una a Comodoro, una a Monte Hermoso, una vez a Brasil, en donde nos daban la cancha media hora por día para entrenar de los cuales pudimos usarla solamente dos días porque después jugamos a las cuatro de la tarde y esos horarios. Entonces cuando estas adentro te das cuenta que es mucho más difícil y duro de lo que vos creías.

Ahora, supongamos que este torneo (NDR: por el super 8) sea exclusivamente por invitación, no por clasificados y Peñarol estuviera bien, como están ahora Boca, Quilmes y Libertad yo te diría que no vaya. Pero como está Peñarol hoy y como entrenador te digo que quiero que vaya al Super 8 porque es una oportunidad que tenemos para darle cosas a la gente que nos contrató, a la gente que nos viene a ver y a todos. No pudimos darle la Copa Argentina, aunque la gente igual se quedó contenta porque llegamos a la final, le estamos dando ahora más sinsabores que alegrías en la Liga entonces el Super 8 es la oportunidad de darles algo y redoblar la apuesta.

- Para redondear, me da la sensación también que este grupo, esta cargando injustamente la final perdida del año pasado y ese cúmulo de presión se nota.

Puede ser, pero mirá… se habla mucho de Peñarol. Que Peñarol es un club difícil, que la gente, que la presión, todo bien. Pero acá los que estamos jugando mal somos nosotros. La gente no juega, ni los periodistas juegan, ni los árbitros juegan, acá los que jugamos mal somos nosotros y lo que vos das dentro de la cancha es lo que se devuelve de afuera. A mi me preguntaron si estaba mal con la gente. Al contrario… al contrario… conmigo por lo menos un respeto enorme, con los jugadores lo mismo, si después alguno grita “poné a tal o sacá al otro, o que vuelva Romano”, pero eso es normal sino no sería un club sería la iglesia de Los Santos de Los Últimos Días. La gente es espectacular y hoy hablaban de la poca gente ¿y que querés?, si están como nosotros que otra vez tiene que poner para la entrada ¿y cuantos partidos jugamos en poco tiempo?.

Ya no quedaba ni la gente de mantenimiento. El domingo se hacía lunes y el entrenador se iba con un dejo de satisfacción luego de una semana de tormenta. El futuro dice que Peñarol redoblará la apuesta. Es muy posible que esté en el Super 8, porque el “Oveja” sabe que un Peñarol erguido es de temer.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar