Romano–López: Sangre nueva

Cuando El Atlántico llega al departamento de Esteban López, la escena es la siguiente: en la cama-sillón-guardarropa están el dueño de casa y Dragan Capitanich sacándose chispas en un mano a mano de Play Station entre Boca y River. Facundo Piñero chatea a más no poder con su notebook y Nico Romano, que es el que hizo de portero y bajó a abrir, está muy producido para la ocasión. Bañado, bien empilchado.

Llega la sesión de fotos previa a la charla; Romano agarra un joystick para “posar” y antes de reconocer que no tiene ni idea sobre cómo se juega, Capitanich mete un gol y López se encabrona.

Hay dos botellas de Coca-Cola sobre la mesa, facturas y mucha distensión. Es el día después del triunfo de Quilmes sobre Peñarol en el clásico; que tuvo como protagonistas excluyentes a los dos debutantes. Dragan y “Faca” son pibes de las Inferiores, Romano y López, son la sangre nueva.

- Importante la victoria.

- Más vale. Por más que no nos jugábamos nada ninguno de los dos, por ser un clásico y por lo mal que veníamos jugando, quedamos muy contentos. Hicimos un buen partido los 40 minutos, algo que no podíamos hacer. (Esteban)

- Eso es algo que llamó la atención. Porque cambiaron mucho el nivel con respecto al partido con Argentino y el clásico.

- Se nos complicó bastante jugar con los equipos del TNA. Porque se juega de otra manera. Es más físico, te agarran, no podés moverte tan libre como en la Liga. Eso influyó en nuestro nivel. Además, no es la misma motivación. Eso tuvo mucho que ver. (Nico)

- ¿Cómo encaró De la Fuente la charla previa a los clásicos, teniendo en cuenta que ha sido un protagonista histórico?

- Desde el primer momento insistió con que había que ganarlos. Que íbamos a tener seis finales en el torneo y que iban a ser muy importantes para ponernos bien. Ya pasaron dos y terminamos la pretemporada de la mejor manera. Lo que siempre nos dice es que hay que jugar con la mayor intensidad, que es lo que le gusta a la gente. (Nico)

- ¿Sabían lo que eran este tipo de partidos a pesar de ser nuevos?

- Sí. Son los primeros partidos pero los días anteriores ya te lo vas metiendo en la cabeza. El año pasado y lo que va de este, Esteban nos contó cómo era. Uno conoce que el clásico de Mar del Plata es el más importante de la Liga. Apenas llevamos dos, pero ya sabemos que es una motivación extra. (Esteban)

- ¿Eran conscientes de que en la previa, el candidato era Peñarol?

- Después del primer partido nos fuimos más tranquilos y sabiendo cómo había que jugarle a Peñarol. Tuvimos unos últimos 8 minutos bárbaros y nos convencimos de que jugando de esa manera era muy probable llevarse el partido. Si vamos con la cabeza mentalizada en que les podemos ganar, es posible que nos llevemos los clásicos. (Nico)

- ¿Por qué ganó Quilmes?

- Porque jugamos los 40´, lo más parecido al final del primer partido. No se puede jugar siempre a un nivel bárbaro pero en defensa y en ataque lo hicimos bien. Una de las claves era sacar del partido a “Tato” Rodríguez porque es el motor del equipo; y lo pudimos lograr. Estamos defendiendo bien y nos costaba atacar, pero esta vez fue completo. (Esteban)

- ¿Qué pensaste cuando tiraste ese triple en el contragolpe?

- Que si lo erraba salía. (Esteban)

- Sos un egoísta (risas) (Nico).

- Claro, eras vos el que venía acompañando…

- Sí, pero él en la anterior también se mandó una (risas). (Esteban)

- Te digo la verdad, cuando venís dos contra uno lo mejor es juntar la defensa y pasarla. Pero el defensor se iba metiendo para atrás y decidí tirarla. Arriesgué y me salió bien. (Esteban)

- También lo hiciste en el primer clásico.

- Por eso. Yo no tengo problemas en arriesgar, pero también sé que me la juego. Es la manera de jugar estos partidos. (Esteban)

- También tiene que ver lo que charlábamos, de la cabeza dura, y la personalidad.

- Claro. Lo hablábamos con Salles, que cuando sacás 10 o 15 es mejor controlar el balón y a veces te sale mal. Nosotros teníamos que seguir jugando igual y sacarle 20 si podíamos. Pero no pudimos porque Peñarol es un gran equipo. (Esteban)

- ¿Le dan lugar al análisis que incluye una relajación de Peñarol por el hecho de estar clasificado?

- No, no creo. No tiene nada que ver. Sabemos la importancia que tienen los clásicos en Mar del Plata. Ellos jugaron a morir y no les salió lo que pretendían. Pudimos sacar del partido a “Tato” que era fundamental. Después de eso, se quedaron sin posibilidades de gol y se les hizo muy difícil atacar. Nosotros también defendimos bárbaro. (Nico)

- ¿Cómo se sintieron en estos dos clásicos, teniendo en cuenta que en los últimos tiempos, a Quilmes le costó mucho jugarlos y Peñarol encontró respuestas en jugadores debutantes como es el caso de ustedes?

- Por suerte nos salió bien. No sé si tendrá algo que ver, pero los dos hemos jugado clásicos en nuestras ciudades. Yo soy de Pico y estuve en los Independiente-Pico Foot Ball y Nico estuvo en Argentino-Ciclista. No tienen la trascendencia de acá pero son partidos aparte. Además, a los dos nos gusta jugar esta clase de partidos. Más allá de esop, uno no puede cambiar la forma de jugar porque sea un clásico o no. Nos gusta arriesgar y tirar sin problemas. Lo vamos a seguir haciendo en los clásicos y en donde sea. (Esteban)

- Yo me tomo los clásicos como un partido más. Porque si me hago la cabeza y pienso que hay que ganarlo sí o sí, las cosas no me van a salir bien. Trato de estar tranquilo, relajado y jugar de la mejor manera. Hasta ahora nos viene saliendo. Arriesgamos y está entrando. Ojalá se de todo el torneo así. Sabemos que el equipo tiene que ganar todos los partidos y no sólo los clásicos. A veces…

El ruido de un vaso que se cae de la mesita donde está “la Play” y se rompe, interrumpe por unos segundos la nota. El culpable es Facundo Piñero. “A veces, ´Faca´ rompe cosas”, bromea Nico y vuelan los insultos del dueño de casa que luego deberá limpiar y reponer.

La parte de la nota en la que se charla sobre la victoria en el clásico del jueves, culmina. Los chicos que vinieron a aportar sangre nueva, a arriesgar y a darle a Quilmes nuevas esperanzas en el mano a mano con el rival de toda la vida, están contentos. Pero saben que todavía queda mucho trabajo por hacer para mejorar, de cara a los clásicos que vienen y una temporada que será durísima para el “Tricolor”.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.com.ar)

Gentileza Bernardo Rolón – Diario El Atlántico