La humedad y el calor del día conspiraron contra el Juego. El mejor estadio del país no está preparado para soportar a 6500 personas cuando la noche es caluros en verano. Y es una lástima pero es así.
El aire acondicionado que fue arreglado y aumentado para la Copa Davis fue desarmado en la mitad para la continuidad del uso del estadio, entendiendo que de las 10 mil personas que había para el tenis, ahora el estadio soporta 7600 butacas para el básquetbol.
Pero la Davis, además de tener cuatro generadores de aire frío más que ahora se hizo en noviembre, donde el calor en Mar del Plata es mínimo.
Lo de anoche fue un verdadero infierno. Después de una hora de espectáculo ya no había más aire para respirar. Sobre el final del evento abrieron por completo las puertas de los dos accesos para que corra algo de viento que la noche marplatense siempre trae, pero ya era tarde. El aire se cortaba con un cuchillo.
El insoportable calor, le vino bien a los vendedores de gaseosas y aguas, que hicieron del Juego su paraíso, pero es preocupante que el aire acondicionado en el mejor estadio del país se absolutamente deficiente, sobre todo cuando la Copa Davis dejó una inversión millonaria. Un picardía.