Algún día tenía que pasar

La victoria de Lanús fue indiscutible, se animó a atacarlo a Peñarol cuando pudo frenar el balón, se convenció que podía ganar aunque en el final le pesó mucho la responsabilidad. El equipo de Santander fue de los dos el que mejor jugó y encontró en la dupla Taylor y Levy dos jugadores que sostuvieron con argumentos la posibilidad de victoria. Peñarol no tuvo un solo jugador que le diera brillo a la noche, más allá de la ráfaga final de Campazzo.

Ahora, ¿Dónde ponemos los 64 puntos de Peñarol? ¿Sólo en la virtud defensiva o estratégica de Lanús?. Veamos Leo Gutiérrez 1/7 en triples, Marcos Mata 0/4, sus dos tiradores más confiables. Tato Rodríguez 2/8 en dobles con tiros que son clásicos para él. Es cierto que hubo una principal causa: siempre fueron lanzamientos contestados por la defensa. Muy pocos tiros los tomaron en soledad.

Peñarol estuvo incómodo todo el partido. Pero ya había pasado por esto, sin embargo no lo pudo resolver, fue sencillamente una noche negra. O granate.

Lanús empezó mostrando las garras desde el inicio atacando bien con Taylor (10) y Levy (6), autores de 16 de los 18 puntos de su equipo en el primer cuarto. Le abrieron espacios para que Terrel juegue el uno contra uno a Leiva y Jamaal Levy aprovechó bien los espacios en el corazón de la pintura milrayitas.

El local sacó tres triples de su sello para mantenerse en vida en el juego, uno de Tato Rodríguez, uno de Selem Safar, ayer titular, y otro de Leo Gutiérrez, que a la larga sería el único del partido. Ese 3/5 en triple inicial contrastado por el 0/4 de Lanús era la única diferencia del partido porque en el desarrollo estaban muy parejos.

Las rotaciones del segundo cuarto lo desvirtuaron al juego, se hizo bastante más pobre y no más defensivo. Aunque Peñarol corrigió su principal problema (cinco pérdidas en el primer cuarto) se quedó sin gol por apostarle al triple como caramelo (1/8) y estaba vez el aro estaba cerrado. El olavarriense Alejandro Diez se disfrazó un rato de Leo Gutiérrez y construyó 6 puntos seguidos (3 dobles) por atacar el aro desde cerca.

Lanús pasó al frente al inicio del cuarto (19-23) y luego volvió a retomar la delantera al final (29-32) repartiendo un poquito de gol en cada mano, pero no se fue ganando el primer tiempo por un error arbitral, que no le dio una clara falta a Laprovíttola cuando iba para el aro. El contraataque derivó en una mandada de Diez que terminó en falta y convirtió los dos libres para el 33-32 del final del primer tiempo.

Pero el resultado del tablero era un espejismo. Bien mirado la gente sabía que si daban la falta podría haber sido 31-34 y siempre que uno equipo pierde se encienden las alarmas. Sucede que Peñarol hace rato que da la impresión que va a ganar igual hasta jugando mal. Siempre tiene un recurso más.

Esta vez no fue la ocasión, Peñarol siguió torcido para el segundo tiempo y sobre todo en el tercer cuarto que fue patético. En apenas 4 minutos y medio Lanús marcó un parcial 2-14 para pasar al frente por 9 (37-46) con los primeros dos bombazos (uno de Levy y otro de Muruaga). Más ordenado para atacar, sacaban ventajas de un buen aprovechamiento de los errores de local.

Los nervios empezaron a sumir a Peñarol en el individualismo, cada uno a su turno quiso sacar la cara por el equipo y fueron fallando de modo consecutivo. Tato Rodríguez, Mata, Leo, Campazzo, Diez. No había forma. Apenas 11 puntos en el cuarto marcó Peñarol. El segmento lo ganó Lanús 20-11 con sus titulares.

Al ingreso al último cuarto la distancia era de 8 puntos (44-52) y Santander apostó por una doble base (Laprovíttola – Victoriano) para cuidar el balón y salir de la segura presión a la que lo sometería Peñarol, situación que es contestada por Sergio Hernández de idéntica forma, pero por motivos diferentes. Tato y Campazzo se juntaron por la mala noche de Safar y la ausencia Joe Shipp que no jugó en todo el segundo tiempo por decisión del coach (sufre dolores en la espalda).

Disfrutando de una ventaja de once puntos Lanús marchaba a la victoria (49-60) a falta de 5:50, pero se encendió Campazzo y metió tres triples seguidos y la distancia se esfumó (57-60). Peñarol estaba en juego a falta de mucho por jugar.

Allí es cuando apareció el aplomo necesario del “granate” para sacar adelante el juego. Hubo nerviosismo por ganar, no espera Lanús encontrarse tan dominante en el Polideportivo y equivocó los caminos al final. El último ingreso de Taylor le daba ventajas en ofensiva, ya que Peñarol defendía con Diez y Gutiérrez, sin Leiva y sin Reinick (se retiró en el primer tiempo con una molestia en el aductor), el doble ala pivote debía ser castigado por pivote visitante pero apurados, confundieron los caminos.

De todos modos un gran cierre de Larprovíttola para manejar el balón, bien acompañado por Mariano Byró y Jamaal Levy fueron cerrando la faena. Peñarol erró los tiros del final para terminar de levantar el partido completando una noche donde no le salió nada. Abdicando finalmente su largo invicto en manos de un equipo que jugó mejor y que se animó a ganar en el Polideportivo.

Síntesis
Peñarol (64): Sebastián Rodríguez 10, Selem Safar 8, Marcos Mata 7, Leonardo Gutiérrez 7, Martín Leiva 8 (FI); Facundo Campazzo (x) 12, Alejandro Reinick 1, Joseph Shipp 2, Alejandro Diez 9 y Nicolás Lauría 0. DT: Sergio Hernández.

Lanús (73): Nicolás Laprovittola 10, José Muruaga 8, Fernando Malara 2, Jamaal Levy 17, Terrell Taylor 19 (FI); Mariano Byró 11, Gabriel Fernández 2, Fernando Calvi 4 y Lucas Victoriano 0. DT: Silvio Santander.

Parciales: 19-18, 33-32 y 44-52.
Árbitros: Daniel Rodrigo y Oscar Brítez.
Estadio: Islas Malvinas.

Tabla de posiciones (clic acá)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)
Pablo Tosal
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