“Peor no podemos estar, eso está claro. Más abajo no podemos ir”

Se sentó, pidió un cortado y se acomodó en la silla. Nunca se lo dijimos, pero él intuía que la entrevista iba a llevar unos cuantos minutos. Hay mucho por explicar, por analizar y por contar. Diego Osella es el hombre indicado para exteriorizar desde adentro qué es lo que le pasa a Sionista.

Habla pausado y mide las palabras. Es difícil entender como un jugador con tanta historia y tantos títulos hoy tenga que explicar porqué su equipo está último. Al margen de ello, Osella no se hace eco de su trayectoria. Con mucha humildad se involucra en esta floja campaña y la analiza para tratar de entender porqué Sionista se armó para estar arriba y sin embargo está abajo.

¿Encontrás explicación al momento que vive el equipo?
Es difícil encontrarla porque uno nunca quiere estar donde estamos hoy, y menos el no poder encontrar la fórmula para que nos vaya mejor. Ahora necesitamos ganar para salir del momento, más allá de jugar bien o mal. Para ello, hay que seguir trabajando, no queda otra. No hay otra salida más que seguir trabajando fuerte. Falta mucho y de nada sirve desesperarse.

Lo que no se entiende es cómo puede ser que haya tan buen material y que el equipo no se encuentre. ¿Qué es lo que pasa?
No pudimos enganchar rápidamente la forma de jugar. Fue ahí que los resultados empezaron a mandar, lo que nos llevó también a cambiar, a perder confianza y demás. También se pensó que los jugadores íbamos a tener mejores actuaciones individuales que en lo colectivo, algo que tampoco sucedió. Se llegó a esta situación y ahora tenemos que jugar mejor en equipo para salir del pozo.

No podes creer que estén últimos.
Más que nada me da mucha pena que esté pasando esto, por la institución y por el grupo. Estamos todos dolidos porque es difícil armar lindos grupos. Y acá es muy lindo todo lo que se armó. No es que estemos peleados, hay diferencias y por eso se pierde. No, no hay nada de eso. Todos nos llevamos muy bien. Es la parte deportiva la que no podemos enganchar y por eso no ganamos.

¿Será que se están acostumbrando a perder?. Quieras o no eso influye en todo sentido.
Claro que influye. Hay momentos que sentimos el mazazo. Cuando no estas en racha adversa, perdés por 10 y te levantas como si nada. Pero cuando venís mal como nosotros y estás abajo, decís: “no, otra vez hay que pelearla”. Las derrotas pesan, molestan. Por eso necesitamos ganar para aliviar tensiones. Hoy todo repercute en negativo. Es muy duro. De este grupo tengo entendido que nadie vivió semejante momento.

¿Y entonces qué?
Hay que darle para adelante, trabajar y trabajar. No queda otra. No hay que bajar los brazos. No conozco otra fórmula de salir de los malos momentos que haciéndolo con trabajo.

¿Ahora la pelea es por no descender?
Ahora queremos salir lo más rápido posible de esta situación. Después queremos estar de los 12 mejores equipos para arriba y llegar a marzo bien consolidados. Pelear de abajo para arriba. Tenemos que lograr que el día de mañana se hable de la mala racha de Sionista como una situación ya superada, como una historia que se revirtió.

¿Por qué les cuesta mantener un orden, ser más regulares?
Por la ansiedad de ganar. Llegamos a un final cerrado pero no tenemos la frialdad que se necesita. Todo por culpa de esta racha. Cuando ganemos y nos sintamos mejor seguramente que también vamos a jugar mejor.

¿Estás muy preocupado o no tanto, a sabiendas que se va a revertir todo?
Estoy preocupado. A nadie le gusta vivir lo que estamos viviendo. No me gusta perder. Nunca me gustó. Si hay algo que me llevó a seguir jugando a esta altura de m vida es la satisfacción de ganar y competir. Nosotros hoy estamos en un momento crítico y obligados a responder. Por eso estoy preocupado.

Puerto Rico los espera
¿A Puerto Rico con qué expectativas van?. Da la sensación que viajan pensando más en como responder en la Liga Argentina que en la de las Américas.
Y…estamos pensando más en como ganar, en recuperarnos. Dentro de lo malo en los últimos partidos mostramos una mejoría. Ahora en Puerto Rico a lo mejor podemos ganar y eso influye en nuestro ánimo, en mejorar el estado psicológico del grupo para volver a nuestro país y encarar una etapa con mayor firmeza.

Este viaje me parece que, si les va bien, los va a fortalecer.
Esa es la idea y ojalá que así sea. Igualmente te repito, el grupo está muy bien, no hay diferencias internas. Por eso a uno le da bronca lo que estamos viviendo. A mi me pone mal porque acá hay muy buenas personas.

EMPRENDEN VIAJE.
Sionista partirá hoy, a las 13 y desde la sede de la institución, rumbo a Arecibo, Puerto Rico, para su histórica participación en la IV edición de la Liga de las Américas. Allí, desde el martes y hasta el jueves, formará parte del Cuadrangular que organiza Capitanes de Arecibo. Además del anfitrión y del equipo paranaense participarán Halcones Rojos de México y Cocodrilos de Venezuela.

El temor a los cortes
No te pasa que por ahí decís: ¿Qué hago acá, como no me quede en casa?
Uno está mal por el momento. Esto es igual a que los dirigentes digan “para qué mier… contraté a éstos jugadores”. Uno llega con otras expectativas, no se cumplen como se esperaban, pero tampoco debe bajar los brazos.

¿En Atenas no eras de insultar como lo haces en Sionista cada vez que haces un doble?
No. Esa es la ansiedad de querer hacer las cosas bien. A veces me pasa que hago un doble y lo grito como si fuese un gol de fútbol. Es la adrenalina de salir del momento.

¿Crees que tocaron fondo?
Peor no podemos estar, eso está claro. Más abajo no podemos ir.

¿Rachas adversas cómo esta no viviste?
No, no. Hubo un año en Atenas que no nos fue tan bien, pero no como este momento. ¡Viste, a mi edad uno todavía aprende…!. A lo mejor esto fortalece en lo deportivo y en lo personal. Yo tengo mi familia en Córdoba, está lejos y eso me hace que tenga que pelear fuerte. Acá, por suerte, me atienden de primera, el grupo es bárbaro, me llevo bien con todos y eso hace que más allá de los resultados uno se sienta como en casa.

¿Te preocupa que se hable de cortes, de reemplazos?
No porque son cosas normales que suceden. Uno en el lugar que está siempre trata de mejorar y si el cambio sirve para mejorar hay que aceptarlo. Es duro, es feo y nadie quiere que le suceda, pero sí es así hay que aceptarlo. Es feo porque cuando a uno le toca es como que le cargan la culpa de lo que está pasando. Pero bueno, hay que buscar la solución y si llega con el cambio habrá que cambiar por más que a nadie le agrada.

¿Tenés temor que te toque a vos?
No me va a gustar para nada y a nadie le gusta que lo corten. Pero si el cuerpo técnico decide que es lo mejor para el equipo, hay que aceptarlo. Todos tenemos ese temor porque sabemos que no estamos rindiendo como se esperaba. Desde el más nuevo al más viejo. En sí, no quiero que me toque a mí ni a ninguno de los chicos. Da vergüenza que uno o dos paguen por todos.

Foto: Germán Ruiz
Fuente: Pablo Rochi - El Diario