El Granate a un paso de cuartos

El juego arrancó dinámico, pero con imprecisiones en las resoluciones en ambos elencos, por eso en el meridiano del cuarto Lanús ganaba 9-6. No obstante, a partir de ese punto el local originó un funcionamiento sumamente aceitado, implementando una enérgica labor defensiva y disfrutando de una explosión en los lanzamientos lejanos (5/7 en triples). El extranjero Cedric Moodie (15) se convirtió en una pesadilla para sus marcadores y llevó a su equipo a estampar un parcial de 21 a 4, para clausurar el segmento con una diferencia tranquilizadora de 30 a 10.

En el segundo capítulo los visitantes continuaron inconexos, abrumados por el dominio del rival y hundidos en una errática selección de tiros. En contraposición, el banco del local, con Byró (6) a la cabeza, mantuvo el rendimiento atildado y a falta cuatro minutos generó la máxima de la noche 44-18. Empero, los cordobeses acudieron al amor propio, endurecieron su trabajo defensivo, presionaron toda la cancha y elevaron el ritmo de las acciones. Con un resolutivo Meyinsse (7) y la aceleración de Torre (5), 9 de Julio materializó la resurrección al estampar un pasaje de 14-0, para achicar a 44-32. El Granate despertó de la siesta en la que se sumió y arribó al entretiempo en ganancia 48 a 34.

Tras las charlas en vestuarios, el equipo de Miravet confirmó su levantada, aprovechó la falta de concentración del anfitrión, quien otorgó licencias en su campo, y lastimó con el desequilibrio individual de Meyinsse (6) para poner el tanteador 56-46, a los cuatro minutos. El entrenador local solicitó tiempo muerto para congelar el vendaval visitante, lo cual surtió efectos porque Lanús recuperó el control psicológico del trámite. El Granate imprimió un parcial de 8-0, con un Taylor (9) indomable, para tomar una ventaja 64 a 46, con dos minutos en el reloj. La visita no pudo reaccionar inmediatamente y el cuarto se finalizó con Lanús arriba por un amplio margen de 71 a 52.

El cuarto final inició con otro lapsus de relajación del local, quien perdió claridad en sus avances, así como exhibió filtraciones en su membrana defensiva. Los cordobeses nuevamente resurgieron, ahora bajo la batuta de Torre, quien metió ocho puntos seguidos, para que su equipo se pusiera 60-71. Lanús tardó cuatro minutos en anotar en este segmento, lo que ejemplificó su andar discontinuo, al punto tal que el visitante mermó la distancias al colocarse 65 a 73, en el meridiano del capítulo. En ese contexto caliente y donde sobrevolaba cierta sensación de incertidumbre, el Granate halló un bálsamo en la capacidad anotadora de Taylor (10), quien se erigió en la única vía de gol. Los de Río Tercero siguieron intentando, tuvieron en Zanotti (7) y Barlasina (7) aportes productivos para acechar 72 a 79, a falta de un minuto y medio. No obstante, el local demostró aplomo y seguridad para definir el pleito a su favor.

Síntesis
Lanús (83): Lucas Victoriano 2, Cedric Moodie 24, Fernando Malara 11, Jamal Levy 11, Terrel Taylor 21 (FI); Nicolás Laprovittola 0, Mariano Byró 6, Adrián Boccia , Gabriel Fernández 5, Diego Prego 3. DT: Silvio Santander

9 de Julio (74): Gastón Torre 13, Lucas Barlasina 11, Bruno Zanotti 12, Jermaine Bucknor 4, Jerome Meyinsse 21 (FI); Gastón Luchino 11, Leonardo Segura 2, Emiliano Martina 0. DT: Gustavo Miravet

Parciales: 30-10, 48-34, 71-52
Árbitros: Fernando Sampietro / Fabio Alaniz.
Estadio: Antonio Rotilli
Crónica: Telam