Afuera te esperan Bahía Estudiantes

Restan dos fechas para culminar la etapa regular de la Liga Nacional de Básquetbol y Bahía Estudiantes atraviesa un delicado momento que, a esta altura, aún ganando los próximos dos partidos que le restan en casa, lo obligan a salir a la ruta y traerse una victoria para continuar en carrera.

Por el momento es complicado aventurar el nombre propio para el cruce de la reclasificación, cuando hay dos fechas por delante y cuatro partidos para que todos queden con la misma cantidad de jugados.
Está claro que a Bahía Estudiantes lo salvó la muy buena primera fase (inició tercero en la tabla general, a medio punto de los punteros Obras y Regatas), porque, contabilizando únicamente los puntos que acumuló en la segunda etapa, estaría luchando en la zona permanencia.
Dividiendo la tabla en partidos de local y visitante sale a la luz dónde se generó el problema del equipo bahiense: está sexto entre los que más partidos ganaron en su casa (10-3) y último (1-14), ¡sí, último! en el apartado de los rendimientos de visitante.

A partir de ese grosero número surgen algunos detalles que marcan la diferencia. Por caso, la valoración global cada vez que ganó de local en esta segunda fase asciende a 1.093 (109,3 de promedio por partido), contra 1.024 (73,14) en las derrotas visitantes.

En las victorias conseguidas en el Casanova promedió 897 puntos (89,7 ppj.), y entre todas las caídas afuera sumó 1.039 puntos (74,21), es decir, 15,49 unidades menos.
“Se sabe que de visitante los equipos promedian 4 o 6 puntos menos que de local. En nuestro caso, la diferencia tiene mucho que ver que en los cierres de partidos no anotamos y es cuando perdemos. Terminamos anotando 3, 4 o 5 puntos”, opinó el técnico José Luis Pisani.

Uno de los motivos, según el propio entrenador, es haber tenido que remar de atrás muchos juegos y con diferencia numérica.
“Eso provoca que lleguemos al final con cansancio físico y mental. También, la poca contextura física del equipo nos hizo cargar de faltas y jugar un tiempo sin internos, dependiendo del perímetro. Y cuatro o cinco partidos no contamos con el plantel completo, siendo muy irregulares”, argumentó Pisani.

Jugando en Bahía el porcentaje de triples ascendió a 42,47% (96-226) y afuera, a 30,74% (95-309), siempre contrastando triunfos y derrotas de la segunda fase, como demuestran los cuadros adjuntos.
“Nos defienden mejor y, al depender tanto del juego perimetral, los tiradores no tienen tanta libertad como de local, principalmente Juan (Espil)”, puntualizó Pisani. A propósito, el tirador, en las victorias locales completó 21-49 (52,5%) y, en las derrotas afuera, 17-59 (28,81%).

Cambio. En la quinta fecha Javier Mojica eligió irse y dejó un vacío que hasta el momento se hizo difícil llenar, acaso en aspectos que no figuran en las estadísticas.
“Mojica nos daba una energía distinta que Stanton. Pero es difícil la comparación, porque hasta podría decir que necesitaríamos más un jugador cerca del cesto y no un perimetral”, apuntó Pisani.

Los números fríos indican que Pepe Sánchez no jugó en cuatro de las 14 derrotas de visitante. Y en otros cuatro partidos lejos estuvo de sus mejores producciones, acaso, por cargar con limitaciones propias de un equipo inmaduro en algunos aspectos y que deberá crecer rápidamente si pretende mejorar la posición de la temporada anterior. Caso contrario, sería el primer fracaso deportivo desde que comenzó el proyecto.

Foto: Prensa Bahía Estudiantes.
Fuente: La Nueva Provincia.