El retiro de Espil fue la emoción de la noche

La última imagen del terrible goleador Juan Alberto Espil que quedará grabada en el simpatizante bahiense será, sin dudas, la tremenda actuación del cuarto partido de Bahía Estudiantes ante Peñarol, que le permitió forzar un quinto en Mar del Plata, donde sabía que sus chances eran limitadas.

El veterano tomó su último lanzamiento restando 2m14 (el segundo de dos libres), para estampar el 86 a 63 y salir, siendo reemplazado por Enzo Ruiz. Con muy buen criterio, se detuvo el juego y todo el estadio coreó su apellido. Saludó, salió y, ya con el juego finalizado, Sergio Hernández se encargó de darle la pelota del juego al capitán Leo Gutiérrez para que se la entregara en mano, robándose los aplausos en su fin de carrera profesional. A los 44 años, demasiado había logrado

Diario La Nueva Provincia