Nicolás Lauría Creo que es el mejor entrenador de Argentina. Tiene una mentalidad tremendamente ganadora y nos lleva a ganar cosas. Usa mucho la filosofía para el básquet y nos trata de inculcar cosas de su vida. Para mí es un gran estratega, que olfatea muy bien las situaciones y por eso está donde está. Es de desdramatizar, no hace teatro. Aunque cuando hay que hablar en serio, a veces se enoja.
Selem Safar Sabe leer las situaciones. Sabe cómo poner bien a un jugador cuando está mal, o cómo mantener y aprovechar a uno que anda de racha. Él siempre dice que va a hacer una lectura de situación cuando empiezan en los play offs o algo importante. Analiza cómo estamos, cómo está el otro equipo. Individualmente y colectivamente.
Matías Ibarra No es de dramatizar mucho las situaciones. Siempre las lleva para el lado positivo. Creo que, además del conocimiento y todo lo que tiene basquetbolísitcamente, tiene las palabras justas en los momentos indicados. Es como Leo, sabe cuándo minimizar algo cuando a uno le parece que está todo mal y sabe cuándo elevarte cuando pensás que podés estar tranquilo y relajado. Además, no es orgulloso ni resentido. Es transparente. Se enoja, te lo dice en la cara, pero lo toma como algo natural, del deporte y del juego.
Alejandro Reinick Tiene mentalidad ganadora y la transmite. Y también una capacidad muy buena de sacarles la presión y la responsabilidad a los jugadores. Si nosotros hubiéramos pensado mucho en que estábamos por lograr algo histórico, por ahí la pelota hubiese pesado mucho más. Pero él resumía todo a que eran simples partidos de básquet y entonces nos sentimos mucho más tranquilos. Además, como jugador siempre sabés que tenés un técnico que siempre te tira un salvavidas cuando las cosas no salen. Él tiene una lectura de juego que soluciona cosas. Durante el partido y en la previa. Entonces eso inclina la balanza a favor del equipo.
Marcos Mata Lo que tiene muy bueno, es que se calienta mucho pero dice todo y lo deja ahí. No es que al otro día viene y sigue caliente, siendo negativo. Aclara las cosas como fueron y mira para adelante. No se queda con todo. Vas al entrenamiento, dice lo que hicimos mal, nos caga a pedos y listo. Borrón y cuenta nueva. Eso es muy importante para el jugador.
Pablo Barrios Yo viví algo que nunca me pasó. Y me pareció tremendo. En el quinto partido contra Obras, él se enojó mucho con Facu y Marcos, porque tiró un triple y se equivocó. Pero pasó todo, fuimos a comer y apareció al final y los abrazó a los dos como si fueran sus hijos. Le dio un beso a cada uno, les pidió perdón y les hizo un par de bromas. Eso me pareció increíble. Eso es el carisma que tiene él. Y es como dicen los chicos, no se hace drama por nada, aunque obviamente se ha enojado. Pero se le pasa enseguida.
Por Bernardo Rolón y Ricardo Juan Fotos: Florencia Di Sciascio. Gentileza Diario El Atlántico