Del Bono no pudo resistir

La experiencia previa de Del Bono en la Liga B no había sido mala. Con un plantel austero pero rendidor, el equipo sanjuanino se había mantenido sin problemas en la tercera categoría del básquet nacional pero la cosa no parecía pintar bien de movida para el nuevo Torneo Federal. Se habló de comprar plaza en el TNA (incluso hasta se dijo que la exigencia era ser local en el “Aldo Cantoni”), de armar un plantel netamente sanjuanino para que la ciudad se encolumne atrás de Del Bono, pero nada de eso pasó. El grupo de jugadores llegó a las apuradas y con pocos entrenamientos encima se largaron a la batalla de competir en la muy exigente División Andina.

Ya de entrada los resultados empezaron a hablar por sí solos y el rendimiento del plantel comenzó a desnudar falencias. Seis derrotas al hilo de movida ya llevaron a Del Bono a la última posición de la tabla e hicieron demasiado cuesta arriba la temporada sanjuanina apenas comenzada. Una victoria 103-93 sobre Anzorena en casa podría haber sido un partido bisagra para cambiar las cosas pero no fue lo que sucedió, el 2011 se fue con cinco caídas más en forma consecutiva y un récord de 1-11 que lo tenía en el sótano de la División Andina, bastante lejos del anteúltimo.

Las expectativas renovadas que debería haber traído el 2012 quedaron rápidamente relegadas por un hecho que pintó de cuerpo entero la temporada de Del Bono: En su visita a San Martín de La Rioja del partido inaugural del año, Gabriel Menza jugó estando suspendido y recibió dos fechas más de castigo para su goleador, al márgen de haber sido derrotado en un juego clave ante el equipo que venía arriba en la tabla. Sin Menza, sufrió dos goleadas ante Facundo y cerró la primera fase siendo goleado por Anzorena de Mendoza. Se fue la División Andina con un récord de 1-15 y a siete victorias de su rival más cercano con apenas doce partidos por jugar. La salvación ya era una quimera.

Cinco caídas más en forma consecutiva en el comienzo de la Conferencia Centro determinaron el descenso de Del Bono, que a esa altura tenía una victoria, veinte derrotas y varios puntos perdidos en el Tribunal de Disciplina por diversos problemas. Faltaban siete partidos y, casi como una mueca del destino, el equipo empezó a aparecer. Derrotó a Anzorena en Mendoza, venció a El Chorrillero en casa en un partido de altísimo goleo y despidió el campeonato venciendo nuevamente al equipo que sufrió tres de sus cuatro alegrías en todo el año: Anzorena.

Un equipo descompensado (muchos externos y nulo juego interior) y armado de apuro, cambios de técnico, partidos en los que fue dirigido hasta por sus mismos jugadores, problemas con las estadísticas online como casi ningún club tuvo a lo largo del certamen y demás. Todo eso derivó en un descenso irremediable para una institución que supo de tiempos mejores en el básquet de ascenso y que seguramente en poco tiempo volverá a competir en el ámbito nacional.

Récord final: 4-24 (3-11 de local y 1-13 de visitante)

Goleador: Gabriel Menza, 438 puntos en 20 partidos. Un promedio de 21,9 por juego.

Leonardo Chianese
Twitter: @leodeflores