Regatas adelantó el Día del Niño en el Juan Pablo II

Este mediodía, como en cada inicio de pretemporada, una delegación del Club de Regatas Corrientes visitó el Hospital pediátrico “Juan Pablo II” de la capital correntina, para intercambiar un “regalo X una sonrisa” en el marco de los festejos por el Día del Niño.

Desde que Regatas juega la Liga Nacional de Básquetbol, desde la temporada 2004/05, la institución “Fantasma” cumple con un compromiso de honor, y así lo entienden sus dirigentes, que llevan adelante un Programa de actividades sociales y comunitarias “Regatas es Corrientes”.

La delegación “Fantasma”, que estuvo encabezada por el Jefe de Equipo, Horacio Fontán, estuvo integrada por el entrenador Nicolás Casalánguida, y los jugadores Javier Martínez, Paolo Quinteros, Nicolás Ferreyra, Miguel Gerlero, Luciano Togñon y Nicolás Brussino.

En la oportunidad, la delegación regatense fue recibida por la Directora Asociada, Dra. Susana Blugerman de Glinka, y el Director Administrativo, Cdor. Iver González; quienes, como todos los años, agradecieron la visita. “Uds. ya son parte de la casa. Los estábamos esperando, más los chicos. Simplemente un millón de gracias”.

UN REGALO X  UNA SONRISA

La delegación regatense incursionó en cuatro salas de internación, incluida la de terapia intensiva y emergencias, visitando a más de ciento cincuenta (150) chicos internados, quienes recibieron sus juguetes, la mayoría pelotas de básquetbol y gorros “Fantasmas”, en un momento único de la jornada.

“Ramón los está esperando desde ayer. Hoy se levantó y le “exigió” al abuelo que no se olvide de sacarle una foto con los jugadores de Regatas”, dijo uno de los médicos que atiende a Ramón, no sin antes mencionar que “él quiere una pelota de básquet. Es su sueño jugar como Uds.”, dijo el abuelo.

“Nico” Ferreyra tomó la posta, y lo siguieron Gerlero y Togñon, y el pedido rápidamente fue cumplido. El objetivo buscado tomó cuerpo con niños contentos, especialmente Ramón, y padres felices al ver que sus hijos, pese a su estado de salud, podían disfrutar el momento; y hasta se escuchó que algo se rompió después del pique de la pelota.

Fue el aviso perfecto para iniciar la despedida, sabiendo que la delegación “Fantasma” por más de una hora se convirtió en un duende que cumplió, como siempre, con su misión. Llevaron alegría a muchos chicos, en un intercambio perfecto de “Un juguete X una sonrisa”, y fundamentalmente se dieron cuenta que los niños son muy felices con tan poco.

Prensa Regatas.