Javier Bulfoni sigue buscando su lugar en el equipo. Trabaja para encontrarlo, entre defensas comprometidas y tiros infalibles. El alero interpreta que la irregularidad en cuanto a ausencias en la plantilla no permitió lograr el ansiado equilibrio de juego entre defensa y ataque. Con todos lo mayores en condiciones y la continuidad de la preparación, no duda en que Atenas y él, hallarán la mejor forma. “De a poco voy encontrando mi lugar en el equipo. Adecuándome a lo que me pide el técnico. El correr de los partidos me permitirá encontrar mi sitio, donde más le puedo aportar al equipo”, dice el Tuki
El ex Obradoiro tuvo una prueba de lo que le espera. Enfrentó a tres equipos de Liga Nacional (9 de Julio, Quimsa y Olímpico) en cotejos preparatorios y le toma el gusto a la competición: “Está muy competitiva la Liga. Vamos a tener que jugar al 110 por ciento para llevarnos cada juego. Cualquiera le puede ganar a cualquiera”.
Apenas arribó a Córdoba para sumarse a Atenas, Javier explicó que la faceta defensiva era su fuerte. No obstante, el aro es un buen aliado suyo. Se ensancha cada vez que Javier le apunta una guiñada, en un despeje del suelo y movimiento de muñeca de video. “De acuerdo a situaciones del juego puedo tomar un tiro o no. Yo siempre pienso en el equipo y lo que más le conviene. Si hay un compañero mejor posicionado o que está pasando por un buen momento, le doy la pelota”, dice, mientras desparrama humildad.
Los días de Bulfoni en Córdoba trascurren con tranquilidad. La ciudad lo conquistó. Sus compañeros también. “Al ser todos argentinos es otra cosa muy distinta a Europa, donde tenés un jugador de cada nacionalidad. Acá compartimos mucho y además hay gente con mucho carisma que hacen todo más fácil”, cuenta con su distintiva tonada, herencia de diez temporadas en el básquet de la Madre Patria.