El alero Patricio Prato aterrizó, ayer a la noche, en suelo argentino y se acopló al plantel de Silvio Santander. El refuerzo granate regresa a nuestra competencia tras 13 años de carrera en el exterior. La palabra del cordobés.
Es protagonista de una historia romántica, con tintes particulares, ya que su linaje marcó una huella en su nueva casa. Vuelve de una larga expedición en el extranjero y arriba con las valijas cargadas de ilusiones.
En la recta final de la preparación para el inicio de la temporada 2012/13, Lanús recibió a su flamante incorporación Patricio Prato, 32 años y 1.93 metros, quien piso suelo argentino en la noche del viernes. El alero cordobés se alojó en nuestra ciudad y en la mañana del sábado realizó su primera práctica con el cuerpo técnico y varios juveniles.
A partir de la llegada de Prato, el Granate completó su plantilla con siete fichas nacionales mayores y dos extranjeros. El refuerzo ocupará el lugar de Cleotis Brown, quien presentó un esguince de rodilla, que le demandaba un tiempo considerable de recuperación.
El perimetral regresa a la Liga Nacional tras 13 años de trayectoria en el exterior, primero en la Universidad de St. Bonaventure, en Estados Unidos, y luego una extensa carrera en el básquetbol de Italia. En el país europeo, Prato paseó su juego, desde el 2003, por Skipper Bologna, Avellino, Rieti, Cantú, Virtus Bologna y Imola. En su última participación en el Imola promedió 13.4 puntos y 3.8 rebotes en 27 partidos.
Después de su primera sesión de entrenamientos, Patricio compartió sus concepciones de su nuevo reto. Para comenzar, el cordobés habló de sus expectativas al detallar que “para mi es un desafío enorme, me motiva mucho volver al país después de trece años afuera, ya que me fui de muy chico e hice toda mi carrera en el exterior. Volver a la Liga y a un club que tiene pretensiones es una estimulación muy grande, no veo la hora de empezar”.
Atendió el llamado del Granate, aprobó la propuesta de sumarse a este plantel y Patricio devela los argumentos que lo llevaron a decidirse: “Fueron un cúmulo de circunstancias, uno siempre tenía la ilusión de volver a casa, a la Argentina, a confrontarse con la Liga. Me sedujeron las ambiciones del equipo, me hablaron muy bien del club, una institución muy seria, sumado a la crisis que se vive en Europa y que se traslada al básquet. El hecho que mi viejo haya jugado en Lanús (Estuvo del 74 al 76) lo hace más romántico. Mi padre me ha hablado muy bien del club, tiene muy buenos recuerdos”.
Prato se adentró en la tarea de describir sus características y estilo de juego al especificar que “soy un jugador que pone el corazón y el alma en cada segundo que pisa la cancha, porque así vivo el básquet, con mucha pasión y me corre por la sangre. Me gusta penetrar, crear para el equipo y ser agresivo”. El Granate ha experimentado un camino de evolución constante en la Liga Nacional, siempre ascendiendo en el escalafón y mejorando sus rendimientos. En cuanto a la idea de optimizar el quinto puesto cosechado en la 2011/12, Patricio expresó que “la motivación del jugador es innata, cada uno quiere jugar en el mejor nivel posible. La presión deportiva la esperamos, es algo con lo que convivimos y todos trabajaremos para alcanzar lo máximo”.