Una apuesta llamada Fizer

Dependerá de por dónde se comience a contar la historia, para que la ilusión del público bahiense crezca con menor o mayor intensidad. Lo cierto es que viendo el historial completo de Darnell Marcus Lamar Fizer, lo primero que se debe sostener, es que este tercer extranjero dentro de la plantilla estudiantil (junto con Durley y Roby) es una apuesta.

En sus años mozos fue cuarta elección del draft NBA del 2000, donde recayó en Chicaco Bulls, elenco en el que se mantuvo hasta la temporada 2003/04. A la siguente, vistió los colores de Milwaukee Bucks, y durante el 2006 fue parte de New Orleans/Oklahoma City Hornets, luego de integrar los Austin Toros de la liga de desarrollo.

En total, y con rotura de ligamentos cruzados de rodilla derecha encima, Fizer jugó 289 partidos en la máxima liga, con un promedio de 9.6 puntos y 4.6 rebotes. En el verano del 2006 emigró al viejo continente, donde se destacó en el Murcia, elenco en el cual dejó muy buenos recuerdos.

Aprovechó el receso para jugar en la liga de Puerto Rico, de la mano de Capitanes de Arecibo, otro club donde dejó huella, y de allí recayó en el poderoso Maccabi Tel Aviv, donde si bien tenía contrato por dos temporadas, sólo jugó en la 2007/08, ya que antes de iniciar la 2008/09 volvió a lesionarse la rodilla derecha.

Intervenido quirúrgicamente una vez más de ligamentos cruzados, Fizer hizo su reaparición oficial en febrero del 2010 junto con los Mets de Guaynabo, en la liga boricua, y no volvería a jugar hasta diciembre del año pasado, cuando fue parte, por un solo partido del Taiwan Mobile Clouded Leopards de aquella competencia asiática.

Según los reportes de aquel entonces, su brusco corte se debió a que Fizer se negaba a entrenar por sentir nuevas molestias en su rodilla lastimada, y ello, más el pedido por parte del jugador de tener un trato especial (esto argumentado por los dueños del club), fueron sustento suficiente para darle las muchas gracias y el hasta luego.

El último registro del ala pivot de 34 años y 2.04 reside en Puerto Rico, donde su tercera experiencia no fue tan buena como las anteriores.

Los años y las marcas dejadas por el problema en su rodilla (3 roturas de ligamentos cruzados), lo convirtieron en jugador mucho más lento que aquel recordado del 2007, y si bien Guayama lo contrató como jugador de rol dentro de un elenco que ya se encontraba eliminado de la lucha por el campeonato, los medios de aquel país lo encontraron fuera de ritmo para una liga que tiene el frenetismo como lema.

Entre medio de su historial, Marcus Fizer pasó de ser un chico malo a pastor de una iglesia en su pueblo, a tener más tatuajes que años, y ser integrante del segundo equipo de novatos de la NBA en el 2001, mismo año en el que obtuvo la medalla de oro, junto con el equipo norteamericano, en los juegos de la buena voluntad.

Si la rodilla no le trae problemas, y su estado físico es el adecuado, seguramente será una más que interesante carta para las filas que orienta Pablo Coleffi. Hasta tanto no se lo vea en el ruedo, y la competencia no lo exija, será una apuesta, que como tal, tiene dos formas resolutivas: bien o mal.

Foto: http://hoopedia.nba.com

Emanuel Niel
En twitter @ManuNiel
www.pickandroll.com.ar