Roberto Gabini volvió a Comodoro para continuar con la recuperación de su lesión y reconoce lo difícil que le resulta no poder jugar. “Doy todo de mí y más para volver cuanto antes porque no sirvo para estar afuera de la cancha”, confiesa. Mientras tanto, el plantel de Gimnasia Indalo ya le encontró un nuevo rol: asador oficial.
Autor:Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
Durante la pretemporada, un mal movimiento derivó en la peor noticia para el alero Roberto Gabini. La rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda lo marginó de las canchas hasta el año que viene. Recién en enero podría reincorporarse a los entrenamientos, pero el experimentado jugador se mantiene paciente y tranquilo para no cometer errores.
-¿Cómo estás?
- Bien, recuperando de a poco, yendo paso a paso, digamos. Y bueno, de nuevo en Comodoro para poder estar con el grupo, estar más acompañado y poder mirar los partidos.
-¿Qué estuviste haciendo en Buenos Aires todos estos meses?
-Principalmente recuperándome de la cirugía y cumpliendo con la primera etapa de la recuperación. Los primeros tiempos tuve que hacer reposo. Me quedé allá, más que nada, porque me impedía viajar y el médico me tenía que ver cada 15 días. Pero ahora que ya las visitas médicas son un poco más largas, me vine.
-Con la rehabilitación, ¿se están cumpliendo los tiempos que esperabas?
-Sí, vamos bien por suerte. Estoy todavía en la primera etapa, recuperando la flexión, pero dentro de los tiempos estipulados. Igual hay que tomárselo con calma porque hay cuestiones biológicas que hay que respetar, así que tranquilo y con paciencia.
-¿Cómo hacés para manejar la ansiedad cuando te toca ver los partidos desde afuera?
- Y, es muy difícil. Pude ver algunos partidos en Buenos Aires, y el otro día acá, con un final tan cerrado, me mató la tensión y los nervios. Prefiero jugar toda la vida, me mata verlo de afuera. Y por dentro pensaba: “todavía tengo para un par de meses, no se si los voy a aguantar”. Eso es lo más difícil de soportar. Con la lesión, lamentablemente, estás obligado a cambiar el chip y es un desafío: tenés que buscar toda la fuerza y la voluntad para tratar de recuperarte. Pensar en la vuelta es lo que te levanta y te da fuerzas para dar lo máximo cada día. Y con mucha paciencia porque si te apurás, podés hacer mal las cosas. Por suerte ya tengo experiencia en esto y se cómo tomármelo.
-¿El plazo para volver sigue siendo enero?
-Los médicos, en una lesión de este tipo, hablan de cinco o seis meses. Yo calculo que si tengo un poco de suerte y todo marcha bien, en enero podría reincorporarme al equipo para poder dar una mano y sumar un par de minutos en febrero. Pero acá mi idea es poder estar a full en los últimos meses de liga. Doy todo de mí y más para tratar de estar cuanto antes, porque es una necesidad propia, no sirvo para estar afuera del campo. Prefiero no estar al 100% pero estar adentro porque se me va a hacer mucho más fácil recuperarme.
-¿Cómo viste al equipo en este primera fase que está por terminar y con muchos cambios?
-Bien… se ha hecho un cambio importante y el equipo necesitará un período de adaptación con el nuevo entrenador y su filosofía. Pero noté un cambio de actitud positivo y ahora un poco de mala suerte con las lesiones pero a la larga, las cosas se van a ir acomodando.
-¿Pudiste hablar con tus compañeros, compartir momentos más distendidos?
-Poco, porque sinceramente me levanto a las 8 de la mañana y no paro hasta las 11 de la noche. Estoy haciendo natación, doble turno de kinesiología, gimnasio y encima quiero ver un poco de los entrenamientos, así que no me alcanzan las horas del día.
-Bueno, pero te han encontrado un nuevo rol…
-Sí, no me llamaban para preguntarme cómo estaba de la rodilla, sino cuándo iba a volver para hacer asado, así que apenas llegué ya me pusieron a cargo del primer asado. Pero contento, me encanta hacerlo, es un placer y no me puedo negar.