Bruno Altieri, jefe de prensa de Bahía Estudiantes, hacía caminito, subiendo y bajando el Dr. Osvaldo Casanova, con rostro preocupado.
No era el primer partido del comisionado Miguel Firpo en el estadio de Estudiantes, ni tampoco, su primer juego de temporada en ese reducto, sin embargo, algo en su modo de interpretar el reglamento había cambiado.
“Los fotógrafos no pueden estar ahí”, haciendo referencia al sector delimitado exclusivamente para ellos, detrás de los carteles publicitarios que acompañan el fondo de cancha. El argumento entregado por el comisionado, estaba amparado, según él, por el reglamento.
¿Dónde debían ubicarse entonces? En las escaleras, la platea e incluso la popular, pero no detrás de los carteles publicitarios. Medida indeclinable, balón al aire y que los reporteros gráficos se arreglen como puedan.
El encargado de prensa de Bahía Estudiantes, sumado a los colegas del diario La Nueva Provincia, y por supuesto a quien suscribe, no salíamos de nuestro asombro.
Si se repasaba el sector de plateas (la prensa escrita va en el anillo mayor del estadio, enfrente a la mesa de control), se podía tratar de ubicar entre los concurrentes a los fotógrafos, los cuales, haciendo malabares, buscaban cumplir con su tarea.
Uno mezclado entre la gente detrás del banco local, otro, sobre una esquina del estadio, sentado en una escalera de acceso, recostado y a su vez agachado, buscando no tapar a nadie, responder a su labor, y encima, no ser tapado para tener una imagen digna de publicación… un espectáculo ridículo e innecesario, gestionado y proporcionado por un comisionado que hasta la fecha pasada conocía el reglamento, pero que anoche sufrió una laguna mental.