Home sweet home

El partido tuvo un dato no menor antes de empezar y fue el quinteto inicial de Regatas Corrientes. Quinteros y Martínez no estaban entre los cinco y eso era derivado de una larga maratón de partidos que vienen atravesando los mesopotámicos desde que comenzó la temporada. Pese a eso, la visita abrió con una defensa zonal que confundió a Boca y le permitía ganar parcialmente 7-3. Hasta que el local rompió el cerrojo visitante con dos bombazos para empatar 9-9 y pasar al frente luego 14-9 con el tándem Mc Hopson - Van Lacke sumando bien. Los correntinos nivelaron las cosas sobre el cierre con un Meyinsse intratable y el descanso los encontró nivelados 19-19.

El segundo segmento siguió por los mismos carriles. El local se alejó 23-19 tras un minuto de juego, la visita devolvió gentilezas con dos triples de Ferreyra y el corazón de Romano para pasar al frente 29-25 y el dueño de casa tendría la última racha a su favor gracias al trabajo de Delia y Diez cerca del cesto. Por eso se fueron a los vestuarios empatando 36-36 y con todo por resolverse en la segunda mitad.

El tercer chico, tal como decíamos en el copete, fue el que liquidó el match. Casalánguida se la jugó y metió a Quinteros de entrada pero Paolo, cansado, poco podría hacer. Washam sostuvo a Regatas con siete puntos seguidos para empatar 43-43, pero allí vendría lo mejor de Boca en la noche. Una defensa implacable, piernas frescas para correr al contraataque, la fineza de Van Lacke, la espectacularidad de De Groat y el dominio interno de Santiago demolieron a Regatas. Así se fueron al descanso final con un 63-49 en favor de Boca que sonaba a decisivo. No porque Regatas sea incapaz de dar vuelta esa diferencia, sino porque la diferencia física se había hecho sentir y le sería difícil a los correntinos correr de atrás de visitantes ante un rival más descansado. La historia para los de Casalánguida era sostenerse cerca. Cuando Boca lo quiebre sería casi imposible revertirlo y ya lo había quebrado.

El último período, casi que estuvo de más. Ale Diez y Mc Hopson fueron fundamentales para que Boca tome veinte de ventaja por primera vez en la noche (71-51). A esa altura del match era solo cuestión de dejar que pasen los minutos. Y si bien Calderón sumó doce “puntos basura” en el segmento y hasta obligó a García a pedir minuto, la cosa estaba sentenciada. Boca ganó un nuevo duelo en casa y su gente festejó.

Con este resultado, el conjunto de Néstor García se empieza a codear cada vez más firmemente con la mitad de arriba de la tabla de la Liga Nacional. El juego en equipo está empezando a aparecer, la defensa pasa por su mejor momento y los resultados, al menos de local, son reflejos de ello. Obras Sanitarias es el próximo escollo a superar, el último para hilvanar una serie de cinco éxitos seguidos en casa en igual cantidad de partidos consecutivos.

Para Regatas Corrientes era una derrota altamente probable. Quizás no por el hecho de que Boca Juniors sea un escollo insalvable en el “Luis Conde”. Más que nada por el hecho de que los correntinos están inmersos en una gran maratón de cotejos desde que empezó el año y, si bien ganaron el Súper 8 y la Liga Sudamericana, las secuelas físicas son más que evidentes. Será cuestión de prepararse lo mejor posible y descansar para derrotar a Obras. Y claro, que el calendario no sea tan impiadoso con equipos que apuestan fuerte a ganar todo lo que juegan.

Boca Juniors 81: Stanic 2, Van Lacke 15, Aguerre 5, De Groat 14 y Santiago 9 (fi) Mc Hopson 13, Copello 2, Migliori 0, Delia 10 y Diez 11. DT: Néstor García

Regatas Corrientes 68: Ferreyra 12, Gerlero 3, Washam 16, Kammerichs 2 y Meyinsse 9 (fi) Romano 12, Quinteros 0, Calderón 14 y Brussino 0. DT: Nicolás Casalánguida

Parciales: 19-19, 36-36, 63-49

Árbitros: Estévez - Alaniz

Estadio: “Luis Conde”

Leonardo Chianese
Twitter: @leodeflores