No haber regresado al hotel (ver aparte) obligó al plantel bahiense a ducharse en el propio Polideportivo. Mientras algunos estaban bajo el agua, el kinesiólogo Leandro Amigo le pegó a Víctor Baldo el párpado superior derecho. “Me dieron un codazo”, explicó el nicoleño.
Acostado en el piso y mientras elongaba, Federico Ferrini se lamentó: “No podemos cerrar los partidos. Influyeron los árbitros... Hay que calmarse, porque tenemos dos partidos clave en casa y no podemos perder”, admitió Pantera.