¿Punto de partida?

El primer cuarto fue todo de Peñarol. La defensa fue su principal herramienta. El local no quiso especular y salió a provocar el error del rival. Subió su defensa a la salida misma de Obras, lo presionó, dobló el balón cuando la pelota pasaba por Osimani y provocó que Obras se apurara, no estuviera cómodo y se viera en la necesidad de resolver por individualidad.

En ofensiva Leo Gutiérrez marcó el ritmo. En el uno contra uno ante Mario Gigena, burlando las ayudas de Espinoza. Leo lució fino, implacable. Penetrando con juego de espaldas, de frente. Largo repertorio para terminar con 14 puntos el primer cuarto y mandar a su equipo a sacar una máxima de 12 puntos (25-13) en una partido que Peñarol traía hasta allí al “trotecito”.

La apuesta de Sergio Hernández, de buscar un desgaste rápido, de salir a provocar al rival, tenía su lógica. Los equipos que pierden seguido no solo lo hacen porque juegan mal, sino porque se pinchan anímicamente cayendo en baches desde donde no pueden volver. Peñarol quería imponerles un sometimiento psicólogico para dominar el partido. Y logró su primer cometido: sacarle más de 10 puntos rápidamente a su rival, pero no logró lo segundo.

Obras dio una prueba de carácter muy importante no dejándose caer. Hubiera sido una masacre “milrayitas” si al comenzar el segundo cuarto (27-18) Obras perdía el libreto. Y Peñarol con astucia lo tentó: se paró en una defensa zonal 2-3, de mucha movilidad que confundió por completo al “tachero” hasta hacerle perder tres balones que literalmente quedaron en las manos de jugadores del local.

No obstante, como los relevos trajeron un poco de indisciplina ofensiva, Sergio Hernández paró el partido (27-19 a falta de 8:10) para mejorar su ataque. Ese minuto fue clave para Obras. Se serenó, se tranquilizó y desde allí comenzó su reconstrucción trabajando con mucho criterio contra la zona. Los rompimientos de Ale Kondsztadt para generar espacios, la versatilidad de Espinoza apoyando el juego áreo y el goleo de Tyler Field fueron herramientas que Obras supo usar para descontar y terminar ganado el cuarto 18-12 para situarse solo a 3 puntos al cierre del primer tiempo (39-36).

En el primer tiempo hizo su presentación el brasileño Lucas Tischer quien mostró credenciales en los dos tableros con recursos para atacar e inteligencia para defender. Una pieza que con el correr de los partidos puede darle una buena mano a su equipo.

El tercer cuarto ratificó que la mano había cambiado por completo desde aquel ya lejano primer segmento que dominó el local. Obras tuvo como virtud encontrar un goleador por parcial, para que su equipo siempre tenga vida en ataque. Primero había sido Mázzaro, luego Field y en el tercero apareció Juan Gutiérrez con 7 puntos casi seguidos, acompañado por Martín Osimani y dos triples.

En Peñarol Matías Ibarra llevaba el partido en una velocidad poco conveniente para su equipo. Desde allí los reproches de Leo Gutiérrez que le pedía que agilice más los ataques que Ibarra los jugó un poco más estacionados. De todos modos, ya todo Peñarol era distinto. El tiro exterior no entraba y su defensa no tenía la consistencia deseada para poder recuperar y correr. Un Obras más prolijo lo fue nublando.

Para el tramo final la distancia era de 5 merced a un triple de Leiva sobre la chicharra del cierre del tercer parcial (58-63). Allí viene una tapa de Ryan Humphrey a Campazzo que los árbitros vieron como falta. El moreno se enojó y le bajaron un técnico. Campazzo metió los 4 tiros libres y en la acción siguiente con un recupero y volcada de Tischer Peñarol pasó al frente 64-63 con parcial extendido de 9-0.

Todo el último cuarto fue parejo y muy emotivo. Los árbitros intervinieron con algunas dudas y los jugadores hicieron lo suyo. Hubo fallos equivocados en los dos costados de la cancha que le agregaron pimienta al juego, pero que de ninguna manera incide en el resultado final.

Julio Mázzaro apareció sobre el final como para ponerle difícil la situación a Lamonte cuando esté en el equipo. El goleador de Villa Regina encendió la mano y aportó 3 dobles consecutivos que alteraban la paz mental de Peñarol. El local no podía meter una secuencia de defensas y estaba obligado a cambiar gol por gol.

Sergio Hernández probó con Mata de escolta, Leo de alero con Tischer y Leiva como pivotes juntos para defender y haciendo cambios de Handbol ponía a Selem Safar para atacar en lugar del brasileño. Pero a pesar de las variantes no tenía solución contra un encendido Tyler Field que jugó un partidazo y un Obras que se mostraba de pie, con mentalidad ganadora y fe en sí mismo.

En Peñarol apareció Marcos Mata en ataque para contrarrestar el opaco segundo tiempo que tuvo Leo Gutiérrez pero ya no era suficiente, necesitaba un socio o una defensa dura y careció de las dos cosas.

En las jugadas del final Campazzo lideró con 21 segundos la última ofensiva y se mandó con distracciones varias como posibles receptores. Lo seguía de cerca Martín Osimani y se le cruzó Tyler Field cuando iba para el aro. Formaron una barrera humana, no obstante Campazzo logró sacar alto parecido a un lanzamiento y la pelota fue para arriba y entró limpita. Golazo y uno arriba Peñarol con 5 segundos.

Pero como en un Déjà vu basquetbolístico del juego 3 de las finales, después de una conversión de Campazzo cuando todo era festejo apareció el “Oso” Martín Osimani y se mandó por el callejón central de izquierda a derecha. La pelota se le quedó un poco atrás y parecía que no tenía mas tiempo. Por eso tal vez Marcos Mata lo suelta un poco, Osimani toma el balón, gira y con la chicharra sonando mete el doble de la victoria agónica de Obras en Mar del Plata. Una victoria tan importante que acaso sea el síntoma de haber encontrado un camino nuevo. Un camino que lo saque del infierno.

Síntesis
Peñarol (86): Facundo Campazzo 11, David Teague 9, Marcos Mata 16, Leonardo Gutiérrez 15 y Martín Leiva 12 (FI); Lucas Tischer 15, Selem Safar 6, Matías Ibarra 2, Lisandro Rasio 0. DT: Sergio Hernández.

Obras (87): Martín Osimani 11, Julio Mázzaro 19, Mario Gigena 2, Pablo Espinoza 14 y Juan Gutiérrez 11 (FI); Ryan Humphrey 13, Alejandro Kondsztadt 0, Tyler Field 17. DT: Gonzalo García.

Parciales: 27-18, 39-36 y 58-63.
Árbitros: Alejandro Chiti-Silvio Guzmán.
Estadio: estadio Polideportivo.

Foto: Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
@pablotosal
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