El puntero decretó el descenso de Bragado

Quilmes sigue siendo un equipo muy goleador y de liviana defensa. El último de la tabla (y a la postre descendido) Ciudad de Bragado desnudó otra vez diferentes falencias defensivas pero aún sin Lucas Ortíz, con Maxi Ríos tirando 1/8 en triples, el cervecero alcanzó los 96 puntos. Una maquina de meter. Bragado hizo lo que pudo con lo que tenía. No se va por este partido sino por la suma de los 22 juegos.

El primer cuarto vino con sorpresa. Aunque en el inicio Quilmes logró una ventaja inicial con productos genuinos: defensa - contra ataque y gol (13-6) la visita no se salió de un libreto prolijo y logró primero emparejar el partido y luego superarlo (15-17) con un parcial de 2-11 en apenas dos minutos.

El cervecero le abrió muchos espacios a los perimetrales rivales con su defensa y Bragado aceptó la invitación bombardeando la defensa (4/6 en triples). La premisa de cuidar el rebote y formar el bloque cercano al canasto estaba siendo vulnerada. Por la efectividad de tres puntos y la participación ofensiva de los perimetrales (Sartorelli 8, Slider 7 y Franco 7) la visita tuvo mucho gol y se llevó el primer cuarto 24-28.

Es normal que Quilmes haga 24 en un cuarto. Es un guarismo que de local lo tiene habitualmente, pero no que le metan 28 puntos en su propia casa. Por eso para el segundo cuarto, con los recambios pero sobre todo con una atención defensiva diferente, el local mejoró mucho. Fue más en un cambio actitudinal que de concepto.

Porque el perímetro igual regaló similares espacios, pero Bragado en este segmento lanzó 1/6 en triples, lejos de los guarismos iniciales. La presencia en el poste bajo de Abadie fue el único problema que no pudo resolver Quilmes. Al resto lo contuvo. El cervecero apostó a comer desde su defensa con el ataque rápido. Inspirado el chico Luca Vildoza (11 pts) agilizó mucho el set ofensivo y Romero fue su escudero confiable. El primer tiempo se lo llevó el local 47-42 con un parcial 23-14.

En el tercer cuarto Quilmes amagó un par de veces con romper el juego y escaparse definitivamente. Pero no pudo, o no supo. Bragado apostó por una defensa zonal para proteger su canasto y Gaston Essengue la desarmó con goles de todos los colores (14 en el parcial). Sus compañeros lo buscaron de modo permanente y Essengue se lució contra atrapes o dobles marcas para terminar el segmento con un formidable 6/7 en dobles y 2/2 en libres).

Cuando la distancia se abrió a 8 (57-49) fue Mariano Franco quien tomó la lanza de su equipo y con buenas acciones individuales y mucha puntería (9 pts) mantuvo a su equipo cerca. La aparición del pibe Eric Flor también le dio gol y dinámica al ataque visitante.

Para el segmento final la distancia era de 4: 69-65. Quilmes no había podido mantener un defensa estable en todo el partido y estaba sufriendo las apariciones eventuales de algunos jugadores de Bragado que burlaban la defensa local.

De todos modos Bragado terminó abdicando por lo mismo que se condicionó en toda la liga: tiene un plantel corto. A falta de 6 minutos para que termine el partido se fue por cinco faltas personales Juan Sartorelli hiriendo de muerte a las pretensiones de su equipo. El tablero decía 73-70. Y un minuto y medio después el que se va es Mariano Franco también por cinco (77-70) regalándole a Quilmes además dos tiros libres y reposición por protestar la quinta falta.

Fue el golpe de K.O para Bragado. Sin dos de sus principales hombres, de visitante contra un equipo que es una maquina de anotar, la idea de ganar el juego ya parecía utópica. Y siguió peleando porque afloró el corazón y el talento de Jonatan Slider que no se rendía. También dieron la cara los chicos del banco (Cabeza, Tabarez, Flor y Pellegrino) pero Quilmes no permitió ningún tipo de hazaña cuidando bien el balón y repartiendo el goleo.

La brecha se amplió rápidamente (89-74) decretando el ganador por anticipado y el descenso de Bragado. Por su habitual forma de juego, Vildoza tiró un par de lujos que hicieron estallar a la cancha y calentar a los rivales. Sobre todo Slider. Leandro Ramella el técnico local, entendió que con el juego sentenciado era innecesario dejarlo al pibe que juega siempre así pero en un partido especial (para la visita) lo mejor fue preservarlo.

Quilmes no lo tuvo a Lucas Ortíz quien sufrió un golpe en la semana que le endureció el cuadriceps (conocida como paralítica) y el equipo lo suplió con el talento de Vildoza jugando de escolta algunos minutos. Sobre todo porque Ríos tuvo una noche perimetral negra (1/8 en triples). Tampoco jugó Tayavek Galizzi quien estaba lesionado.

De tal modo se decreta el descenso de Ciudad de Bragado que se armó como el único equipo del TNA que no contó con plaza extranjera. Del otro lado estuvo un Quilmes que vuelve a anotar más de 90 jugando de local, ilusionando a su gente y sintiéndose dueño absoluto de la zona sur.

Síntesis
Quilmes (96): Cristian Cadillac 5, Maxi Ríos 11, Gregorio Eseverri 9, Maximiliano Maciel 15 y Gastón Essengue 26 (FI) Luca Vildoza 20, Andy Rodríguez 0, Cristian Romero 7, Facundo Grutsky 3 y Manuel Gutiérrez 0. DT Leandro Ramella.

Bragado (84): Juan Pablo Sartorelli 8, Jonatan Slider 23, Mariano Franco 18, Lucas Arn 6 y Javier Abbadie 10 (FI) David Cabezas 4, Eric Flor 9, Patricio Tabarez 4 y Gianluca Pellegrino 2. DT Raúl Aguilar.

Parciales: 24-28, 47-42, 69-65
Árbitros: Zanabone - Lugli.
Estadio: Once Unidos - Mar del Plata.

Foto: Majo Gil (@MajoPick // mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
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