“Tuvimos dos buenos primeros tiempos --analizó Pepe Sánchez--, en el segundo no la metimos de afuera y en un playoffs se hace difícil, más de visitante y en una cancha complicada”.
--¿Argentino es un rival que te va comiendo la cabeza?
--Cuando las temporadas son complicadas uno se ilusiona con ese cambio de mentalidad para los playoffs. Nosotros, con equipo completo veníamos con una performance muy buena, pero estamos enfrentando a un equipo que jugó bien toda la temporada y el deporte no es mágico. Ellos juegan consistentemente los 40 minutos, nosotros tenemos momentos y para ganar en esta cancha hay que jugar bastante más. Hasta ahora la serie no es antinatural.
Figura. Nicolás De los Santos dominó a voluntad ayer.
“Me siento muy cómodo corriendo. A veces, sabiendo que Pepe no está bien físicamente, podemos sacar ventajas, pero tiene otras virtudes --dijo-- y debemos estar concentrados”. --¿No cambió nada el equipo de la fase regular a estos dos juegos?
--Creo que no. Seguimos con la misma intensidad. --¿Tenían dudas?
--No. Confiábamos en nosotros mismos, cada uno llegó a los playoffs muy bien física y mentalmente. --¿Considerás que la derrota de hoy (por anoche) puede afectarle en lo emocional a Bahía Estudiantes?
--No. Es un gran equipo y todos los partidos son diferentes. Nosotros entramos mal, parecía que nos mataban y pudimos revertirlo. Allá puede pasar lo mismo.
Acompañando. Jorge Faggiano y sus hijos llegaron anoche a esta ciudad para ver a Lucas y acompañar al equipo. En el entretiempo, Jorge estuvo dialogando con el histórico Daniel Aréjula, rivales en la Liga y Provinciales, compañeros en los Argentinos.
Enmascarado. Una fractura de tabique --tras chocar en el primer juego con Williams-- obligó a Juanchi Cangelosi a jugar con una máscara. Empezó complicado, aunque se acostumbró rápido en el complemento.
Cosas que pasan. José Luis Pagella visitó la concentración bahiense y estuvo rememorando viejas épocas, puntualizando uno de los dobles más importantes de la selección argentina, en 1979, mediante el cual le ganaron por primera vez a la Unión Soviética de Vladimir Tkachenko, el gigante de 2m21.
“Fue uno de mis sueños. En la última jugada (Jorge) Martín tiró, corrí de atrás --recordó Tatote-- y cuando la pelota tocó el aro salté para cachetearla; entró con tablero”.
“Lo vi en directo por televisión”, acotó Espil.
El juninense, de 58 años, y productor de seguros, también se remontó al Sudamericano del ´79 jugado en el Casanova.
“En ese torneo era uno de los cuatro chicos que, con el equipo Topper azul, alcanzaba la pelota”, rememoró Espil.