Apenas unas semanas atrás, Regatas volvía de Comodoro Rivadavia con interrogantes serios respecto de su continuidad en la Liga Nacional de Básquetbol. Es que Gimnasia le había igualado 2 a 2 la serie de cuartos de final y forzaba un quinto encuentro en Corrientes. No sin antes sufrir, el equipo del parque Mitre superó con éxito tal examen y siguió en carrera. Pues bien, ahora que ya tiene el 2-0 parcial sobre Boca Juniors, su adversario de semifinales, bien vale plantearse el objetivo, a modo de desafío, de poder demostrar que puede ganar en playoffs como visitante.
Por eso, hoy ya concentrará en Capital Federal (los mayores viajan en avión) y mañana tendrá la primera chance de festejar en La Bombonerita lo que sería una clasificación inédita a la final de la LNB. Este cotejo empezará a las 21 (TyC Sports).
En caso de no lograr su cometido, Regatas jugará otra vez el sábado en ese estadio Luis Conde para intentar liquidar la eliminatoria. De no conseguirlo, el desempate se disputará el 1 de mayo en Corrientes, lo cual no deja de ser una ventaja.
Sin embargo, para un plantel con tanta “hambre” como el que dirige Nicolás Casalánguida, acostumbrado a colocarse desafíos por delante, está claro le seduce el reto de ganar en La Boca. De hecho, una sola vez lo consiguió Regatas a lo largo de su trayectoria en la elite: fue la liga pasada, cuando se impuso 103-101 en suplementario.
En esta campaña, fue victoria de Boca como local por 81-68, aunque el equipo del parque Mitre en los atenuantes dirá que le faltó -aquel 9 de diciembre último- el paraguayo Javier Martínez y jugó apenas 10 minutos Paolo Quinteros, en ambos casos por cuestiones físicas. Ahora, con los líderes de la mediacancha óptimos y la confianza in crecendo del resto, bien vale soñar que ganarle afuera a Boca es posible.