Corazón de LEOn

No hace falta meter 20 puntos para ser decisivo. Leo Gutiérrez nos enseñó eso. Porque anoche fue la primera vez que vi completamente perdido a Peñarol en 3 años de liderazgo. No sólo perdido, estuvo incluso dubitativo, como consultando todo dos veces y pidiendo permiso para ejecutar, algo que nunca hizo. Y cuando la pelota pesaba mil kilos, desde 8 metros y medio, con todo por perder y en el peor momento Leo la clavó de 3 para igualar en 62 a falta de 40 segundos. Era meterla o el abismo. O triple o hasta el año que viene. Puede errar mil, pero el tiro ganador lo mete seguro. Que jugador... por favor.

Y Lanús se quedó mirando la nada, con los jugadores con sus ojos en el parquet del estadio polideportivo mientras trataban de pensar y explicarse que pasó. O porque le pasó. No es fácil para ningún equipo (ni en play offs ni en serie regular) volver de una desventaja de 14 puntos (46-32) al comienzo del 3er cuarto en el Polideportivo Islas Malvinas ante Peñarol. Muy pocos lo han logrado. Lanús lo logró. Otra vez el equipo de Silvio Santander llevó al tri campeón a un lugar que no sabe resolver. Y sin embargo no se pudo quedar con la victoria.

Peñarol lució incómodo, fastidioso, sin juego, con individualidades por debajo de su nivel y una rotación que se hizo corta a partir de la ausencia de Teague por lesión. El relevo del escolta es un problema sin solución para Sergio Hernández. Busca en el banco soluciones y apuesta con alternativas en la formación. Junta perimetrales o interiores pero su equipo luce “rengo”. Esta desvirtuado.

El primer cuarto fue favorable al local. El partido comenzó parejo en aciertos (8-9) pero con diferencias en el juego. Mientras Peñarol era más prolijo a la hora de atacar en el poste bajo, Lanús, diferente a lo que habitualmente hace metió tres triples (dos de Schattmann y uno de Mc Farlan) para encontrar gol. El que estaba sobreviviendo era Lanús.

Lentamente Peñarol fue llevando a Lanús donde quería. Al área de las equivocaciones, al lugar donde Battle no mande y donde Laprovíttola no haga jugar. Hubo inicialmente una diferencia de actitud que fue evidente. Peñarol salió especulando en zona para contener a Battle pero pasó al individual luego del 3er triple del “Granate”. Luego fue Lanús el que probó con una zona luego del minuto de Santander (13-9) pero el partido no estaba en lo táctico sino en la actitud. Ahí Peñarol estaba mejor.

En el segundo cuarto Lanús acentuó su marcado ritmo de pérdidas y todas en diferentes manos. En el primer cuarto, Santander decidió el temprano cambió de Battle por la temprana segunda falta (el entrenador se quejó mucho por esto) y el ingreso de Martina le brindó la misma solidez defensiva y buena cuota de gol en ataque.

Con el resultado 30 iguales y 9 pérdidas por bando el partido era pura paridad. Pero Peñarol arriesgó más, extendió la defensa y obligó a los bases de Lanús a soltar el balón en manos equivocadas. Fueron 5 pérdidas consecutivas de la visita para un parcial 9-0 que aprovechó el “Milrayitas”. El primer tiempo cerró 39-32 con un juego con muchos más errores que aciertos pero también con el local marcando el ritmo de juego.

Para el tercer cuarto ambos entrenadores confiaron en el regreso de sus titulares al campo. Sobre todo Santander no podía demorar más el regreso de Battle si quería recuperar solidez. Y aunque el foráneo estuvo erróneo su presencia empezó a generar todo lo bueno que se le vio en el partido 3. Asistencias, recuperos, rebotes, y a través de de él los espacios para el resto.

No obstante había sido Peñarol el que volvió mejor parado desde el entretiempo. Campazzo anotando, con Leiva firme en las tablas sacaron una distancia de 14 (46-32) a falta de 7:50. No le duró mucho. El entrenador de Lanús les gritó a sus dirigidos un minuto seguido en un tiempo muerto para hacerlos reaccionar. Los jugadores visitantes veían como el partido se les estaba yendo sin reaccionar. Y lo hicieron. Peñarol cayó en un mar de dudas cuando lo presionaron y tuvo 9 pérdidas en 8 minutos. Sobre todo cuatro seguidas para que el “Granate” meta un parcial 13-0 y quede solo a uno por debajo (46-45).

El partido se volvió a armar desde la paridad. Los errores eran moneda de cambio para los dos equipos. Fue una noche donde uno se anula al otro, y encima se ayudaron con la mala toma de decisiones y las dudas, acaso más comprensibles en el lado de Lanús, pero Peñarol estaba irreconocible.

Cuando llegaron al último cuarto Battle impuso presencia en el inicio y con dos tapas y dos rebotes suyos solidificó su área. Facundo Giorgi otra vez dijo presente en ataque y Lanús finalmente pasó al frente: 51-52. Pero fue un liderazgo efímero. A partir de allí se prestaron la delantera en cada ataque. Maravilloso.

Sucede que la defensa de Peñarol lo dio todo y provocó también una increíble cantidad de malas decisiones en la visita. Fue un juego tremendo en dicho aspecto. Basta con decir que Peñarol terminó con 27 pérdidas y Lanús con 29. Pero cualquiera podría decir que fue un mal partido. Y en verdad fue un partidazo.

Sergio Hernández puso a Ibarra con Campazzo en la doble base y luego seguía el ritmo de cambio de Santander. Si la visita iba con Martina y Battle lo igualaba con Tischer y Leiva. Si entraba Boccia, también metía a Mata. Peñarol respondía a las iniciativas de la visita.

Entre la mitad del tercer cuarto y gran parte del último cuarto fue la peor parte de Peñarol en mucho tiempo. Como nunca se lo vio dudó de todo. Y le costó horrores anotar. Aunque bajó las pérdidas sus ofensivas lucieron apagadas. Lanús (sin Battle que se fue tempranamente por 5 faltas) con muy poco en ataque llegó a superarlo y parecía que se quedaba con el partido y la serie.

Un doble de McFarlan, un recupero y dos libres de Laprovíttola le dieron ventaja de 3 (59-62) a falta de 1.30. Leo Gutiérrez erró con tablero de dos puntos y el rebote de Laprovíttola tenía olor a partido. Pero Mac Farlan tomó una mala decisión en ataque y Peñarol fue con lo poco que tenía para mostrar. Por eso Leo Gutiérrez decidió cargarse él la responsabilidad que todos le piden y que nadie quiere tomar. Por lo menos dos metros fuera de los 6.75 metió un bombazo descomunal para clavar el 62 iguales a falta de 40 segundos. Acto seguido el mismo Leo le roba la pelota a Martina y el cierre le queda a Mata que erró el tiro de tres para ganar el juego.

El partido cayó otra vez en suplementario. Allí se vio lo mejor de Peñarol, porque se equivocó menos que su rival y porque cerró el juego con tres tapas. Dos de Mata y una de Leiva. También hubo malas decisiones de Laprovíttola que acaso por cansancio desafió sin piernas dos torres que lo superaron con claridad. Lanús erró 3/5 libres que tiró y dejó corto los tiros de dos puntos. Apareció Mata con dos triples oportunísimos y dio vuelta la historia.

Leo Gutiérrez terminó caminando de ida y vuelta la cancha por su contractura en el gemelo. No podía más pero juega por que su corazón es gigante. En Lanús no hubo sin Battle y con Laprovíttola muy marcado nadie que tomara la posta por ellos. Parecía que Martina se disfrazaba de héroe (jugó un partido brillante) pero se fue por cinco faltas.

Con mucha angustia y en suplementario Peñarol cierra el juego con un parcial 7-0 final (Igualaban en 68) con los tiros libres de Campazzo y la volcada final de Mata para decorar el resultado. En verdad el juego estuvo mucho más cerrado que lo que indica el marcador final.

Me permito decir que en esta serie semifinal se están viendo partidos como no se vieron en la final del año pasado entre Peñarol y Obras. Hay un nivel de paridad, angustia e incertidumbre en el resultado como pocas veces se da. Habrá un 5to partido que será una moneda al aire y habrá también una chance más de vivir una serie única. Para disfrutar.

Síntesis:
Peñarol (62) (75): Facundo Campazzo 21, Marcos Mata 21, Franco Giorgetti 6 (x), Leonardo Gutiérrez 9, Martín Leiva 12 (fi) Selem Safar 0, Lisandro Rasio 2, Matías Ibarra 2, Lucas Tischer 2. DT: Sergio Hernández.

Lanús (62) (68): Nicolás Laprovíttola 10, Lionel Schattmann 6, Adrián Boccia 9 (x), William McFarlan 11, Robert Battle 7 (x) (fi) Fernando Martina 13 (x), Patricio Prato 0, Facundo Giorgi 9 (x), Lucas Pérez 3. DT: Silvio Santander.

Parciales: 20-17, 39-32, 51-47, 62-62 y 75-68
Árbitros: Estévez-Sampietro-Brítez
Polideportivo: Islas Malvinas (Mar del Plata)

Foto; Majo Gil (mjgil@pickandroll.net / @MajoPick)

Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
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