Boca fue una “Maravilla”

Lo que se esperaba, empezó a pasar rápidamente. Un duelo de defensas cerradas, de ataques erráticos y de robos de balón o pérdidas que se festajaban casi tanto como una conversión. Así las cosas iban 2-0 a los dos minutos de juego y luego 8-7 a los cinco, con quince unidades extranjeras. El aporte de De Groat estiró la luz local a 12-7 primero y a 18-11 después, obligando a Casalánguida a pedir minuto. Ese tiempo muerto solicitado por el entrenador visitante fue el comienzo de una larga racha favorable a los correntinos, que arrancaría con un doble de Paolo Quinteros y una buena defensa en la bola final para cerrar abajo 18-13 el parcial.

El segundo chico terminaría de sellar el gran momento visitante. Con el aro cerrado, Boca veía como la visita hacía de las suyas en pleno “Luis Conde” de la mano de un líder inverosímil: Pedro Calderón. Los correntinos se acercaron, pasaron al frente y estiraron ventajas hasta llegar a 23-18, sellando un parcial largo de 12-0.

Era el primer momento de dominio neto de Regatas Corrientes en Buenos Aires en toda la serie. Boca estaba confundido y su gente en silencio, pero un triple clave de Federico Van Lacke, que no había anotado hasta allí, le devolvió el alma al cuerpo al dueño de casa que niveló 23-23 para arrancar de todo de cero nuevamente.

Barajaron y dieron de nuevo, ahora con otro líder en goleo: Mc Hopson. Encarador, el base sumó siete puntos al hilo que sumados a una buena defensa en el aro propio, renovaron las ilusiones en Boca de cara a ir a los vestuarios: 31-25 y a pensar en los veinte minutos finales.

Un triple rápido de De Groat abrió amplio márgen para Boca de entrada: 34-25. Pero el conjunto correntino no iba a tirar todo por la borda así nomás. El paraguayo Martínez empezó a adueñarse de a poco de los tiempos del partido, Nico Romano clavó un bombazo y Casalánguida le entregó protagonismo en ofensiva a alguien que hasta allí brillaba por su ausencia: Washam.

Tony clavó un triple, pero falló dos dobles de esos que son más fáciles hacerlos que errarlos en momentos que, de haberlos convertido, Regatas hubiera pasado al frente. Quizás el aspecto anímico del partido hubiera cambiado, o quizás no, lo cierto es que la visita dejó pasar un momento sumamente propicio para quedar arriba en el marcador y sufrió a De Groat que le entregó a Boca una interesante luz (48-43) al final del tercero.

Se presumía que no iba a ser apto para cardíacos el último cuarto. Y así fue nomás. Alternaron rachas de entrada, con Martínez acercando a Regatas (48-47), Mc Hopson con dos triplazos para alejar de nuevo a Boca (54-47) y un oportuno minuto de Casalánguida que derivó en una nueva arremetida visitante de la mano de Meyinsse hasta empatar 54-54.

Una vez más, todo arrancaba de cero, ahora en el último cuarto. Boca le ponía sus fichas a Santiago abajo (58-56), pero Regatas Corrientes gozaba de una pequeña ráfaga de Quinteros (58-60) por única vez en la noche. Hasta que, quizás sin saberlo, empezaba a sellar su suerte con la quinta falta de Meyinsse y, tras cartón, la de Washam .

Aún el score indicaba 58-60 pero las caras en el estadio ya no eran las mismas. Regatas Corrientes perdía de un plumazo a dos hombres importantes en su rotación y tenía que mantener ese pequeño liderazgo. Más que nunca, estaba todo abierto para los dos equipos y las emociones a flor de piel.

La hizo durar Boca. Quizás por indicaciones tácticas o tal vez por la buena marca visitante. La pelota corrió por todo el campo de ataque local y le llegó a Mc Hopson. Allí, Phillip decidió ponerse ese traje de héroe que tan bien le quedaba en sus épocas de TNA en Quilmes de Mar del Plata. Triplazo desde la esquina y 61-60 Boca. En ese momento, el barrio de Boca no tembló, latió. Quizás como cuando Facundo Roncaglia le hizo el gol a Corinthians en la última final de América. O como en las grandes noches de básquet de la mano, entre otros, de un Paolo Quinteros que era rival y que por la vehemencia que puso en algunas defensas pareció romper definitivamente el amor que supo tener con la gente de Boca.

Faltaban algunos minutos, pero esa fue la puñalada letal. Pareció que Regatas Corrientes bajó los brazos, de hecho no anotó una sola unidad más en el juego. Boca lo fue estirando hasta llegar un 69-60 demasiado irreal para lo que fue la paridad de un juego tremendo.

Tan tremendo que no merecía ser el último. Usted, yo y todos los amantes de la LNB nos merecíamos un partido más de este choque de titanes. Ahora, la localía se muda a Corrientes. No es poca cosa ese dato, pero quédese tranquilo porque el espectáculo, fanatismos al márgen, está asegurado.

Síntesis
Boca Juniors 69: Stanic 2, Van Lacke 10, Aguerre 0, De Groat 21 y Santiago 15 (fi) Mc Hopson 16, Migliori 0, Delia 2, Diez 0 y Coleman 3. DT: Néstor García.

Regatas Corrientes 60: Martínez 13, Quinteros 6, Washam 5 (x), Kammerichs 2 y Meyinsse 11 (x) (fi) Romano 5, Ferreyra 3, Gerlero 2 y Calderón 13. DT: Nicolás Casalánguida.

Estadio: “Luis Conde”.
Árbitros: Rodrigo - Rougier - Smith.
Parciales: 18-13, 31-25, 48-43.

Foto: Ligate una Foto

Leonardo Chianese
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