Vacío presidencial

La primera vez que escribí sin medir las formas sobre un tema muy delicado fue en la antesala del mundial de Turquía 2010. Hice una nota que se tituló “Un rey que no se juega por su reino” (25/04/2010) http://www.pickandroll.com.ar/noticias/seleccion-nacional/00015697/. Amo a Manu Ginóbili y lo seguiré amando. Pero que se bajara del mundial era algo que no acepté (ni aceptaré) para quien yo consideraba el Hombre a Seguir. No quiero (ni me interesa) por un segundo tener razón. Detesto eso. Yo digo lo que pienso con el corazón porque no necesito medir verdades.

Me acuerdo como si fuera hoy. Lo llame al Maestro Miguel Romano y le dije lo que iba a hacer. Le dije: pienso hacer un “sincericidio”. Porque el ambiente del básquetbol es tan chico como una cancha de metegol, todos son amigos de todos. Miguel, inagotable fuente de sabiduría, me dijo qué pasaría luego, las consecuencias, y por qué debía entender determinadas cosas. Lo entendí a él. Nunca entendí a Manu. Pero esa es otra historia.

Hoy voy por otro “sincericidio”. Comenzamos:

El inicio de la historia es una declamación real que habitualmente encontramos en casa sector del básquetbol pero que no se dice en voz alta: El presidente de la Asociación de Clubes, Eduardo Bazzi, obliga a los clubes a estar fuera de la legalidad. El presidente de la AdC atrasa 15 años. El presidente de la AdC no está a favor de los clubes. El presidente de la AdC ya debería haber renunciado.

Hoy se juntan por primera vez en esta era moderna los representantes de todos los clubes a tocar un tema que ya debería haber sido abordado hace años. Y desde adentro de la AdC parecen no escuchar.

Hay un grupo de 10 clubes que por momentos son 11 con el subibaja de Regatas (Eduardo Tassano, ahora metido en el tema “fijaría” su postura con estos 10 clubes). En ese grupo (conviene mencionarlo) está Pepe Sánchez, un jugador consagrado de TODO, que además de ser Universitario recibido tiene un coeficiente intelectual superior a la media que lo hace visible en todo momento. Y pido perdón por meterme con el tema del C.I. pero para mí es muy importante. Prefiero a los pensadores que a la “muñeca” política.

Hay un grupo de dirigentes que movilizados por problemas personales quieren arreglar problemas estructurales en común. La revolución francesa tuvo el mismo origen, porque el origen de todas las revoluciones siempre el mismo. Pero de repente el problema se vuelve político. El presidente de la AdC, acaso mal aconsejado, ha convertido el tema económico en un problema político. Y claramente ayer se terminó por quebrar la situación.

Los 10 clubes de Liga que buscan soluciones estructurales reclamaban un gesto de entendimiento de su líder natural, del presidente que los representa a todos los presidentes. Nunca se movieron por la cabeza de Bazzi porque no es el año, en todo caso lo hubiesen hecho el año que viene, pero no este. Reclamaban un reordenamiento económico.

Pero Bazzi entendió con los pies. Pensó (o le hicieron creer) que iban por su sillón. Un sillón que ni siquiera él sabe lo frágil que es y lo fácil que sería quitárselo. Es una pésima interpretación del campo político el que hizo “Don Eduardo”.

En apenas 20 días 10 clubes de Liga ya se pusieron de acuerdo en todo. Luego en 10 días siguientes convencieron a uno más. En el medio ya tienen medio TNA cooptado. Es tan fácil como salir a decir la verdad, es tan fácil como salir a decir una idea. No hace falta que inventen o mientan, salen con la verdad y ganan. Bazzi salió a enfrentarse a ellos. Si obligan a una votación (como pasará) ganan con tranquilidad.

El grupo de 10 clubes de Liga Nacional reclamaron un tema que no puede ser tratado en los medios, pero lo que vamos a tratar, porque la sangre llegó al río:

La ENORME LIGA NACIONAL DE BÁSQUETBOL ARGENTINA ES UNA LIGA ENMARCADA EN LA ILEGALIDAD (ahí va el hereje de nuevo) y bastará que ocurra un despropósito para que terminen todos los dirigentes presos. Pero los dirigentes de los clubes son personas muy importantes (gracias a Dios) que atajan penales de manera permanente.

La argumentación es simple. Los extranjeros ingresan al país con visa de turista (x 90 días). Luego de eso perciben haberes por su trabajo (eso ya es ilegal). Cuando el actual gobierno prohibió la compra de dólares libres los dirigentes de los clubes recurrieron a las “cuevas” a meterse en el mercado paralelo (o Blue) a conseguir la moneda que pueda hacer funcionar la estructura de seguir con jugadores extranjeros. Es decir, dentro de la ilegalidad del pasaporte, ahora peor, los dirigentes de los clubes caen en un hecho prohibido para organizaciones sin fines de lucro para pagar salarios.

Es decir se está dejando organizar una competencia ilegal. Pero no solo termina allí, porque el contrato de los jugadores nacionales, en la gran mayoría de los casos, es en negro, y casi todos evaden impuestos. Si la DGI cae en los clubes van todos presos. El presidente Bazzi sospecha que se puede estar eternamente jugando de esta manera.

Los clubes han manifestado que de ésta manera no se puede seguir. Hay que salir de la Liga ilegal, hay que hacer una competencia seria pero sin riesgos penales para los clubes. Pero hay que tratar que el cambio sea sin costo económico. Por eso el costo lo pagarán los jugadores y los representantes que fueron los mayores beneficiados durante 28 años de gestión. Ahora les toca a ellos aguantar dos años.

Este traspaso al modelo legal llevará al menos dos años de transición y la única manera de hacer caja rápida es detener los descensos para bajar los posibles costos deportivos. De esa manera se puede limpiar todo puertas adentro. La liga es muy linda con jugadores jerarquizados, entrenadores de primer nivel, finales de ensueño, descensos apasionantes, lo único que nunca se dijo que es que una liga ilegal.

Pero como no hay que conspirar contra la competencia en beneficio que la gente siga apoyando, se genera un debate donde se dice con eufemismo: “hay que cambiar el orden administrativo – económico de la liga”. Es todo lo que hay que escuchar. Que los descensos, que los ascensos, que la ficha sub 23, sub 50, los 3 o 5 extranjeros. No importa nada. La discusión es mucho más importante que esa.

La historia de la Liga demuestra que Ferro, GEPU, Olimpia, Independiente, Estudiantes de Olavarría, Ben Hur ya no están y fueron campeones. A esa circunstancia se la denominó: “La liga es para lo que pueden”. Listo.

Un caso paradigmático: este año Atenas, nueves veces campeón de Liga jugó casi toda su temporada sin extranjeros por falta de presupuesto. Y abandonó su sistema de reclutamiento que había instrumentado tiempo atrás. Sin cancha propia, sin estructura edilicia de la cual Córdoba pueda sentirse complacida, solo queda el orgullo de la gesta deportiva. Atenas es hoy todos los títulos que cuelgan del techo del Cerutti. Es la gloria y el recuerdo. Sin que nadie se haya fijado la cantidad de millones de dólares que esa gloria costó.

Pero la AdC no le importa nada lo que pasa con los clubes. Su dinámica de trabajo es que se desarrolle el círculo que está instrumentando para tal fin: Los dirigentes se acercan entusiasmado por la pasión, ponen toda la plata, la juntan, se funden, se cansan, se van, llegan otros dirigentes que se acercan entusiasmados por la pasión, ponen toda la plata, la juntan, se cansan, se van… etc.

Ese círculo les permite a los dirigentes de AdC permanecer años en la estructura y enquistarse con el poder. Conocen todo. La forma de negociación de los agentes (otros que durante años saben cómo funciona la pasión de los dirigentes) y de tanto ir a la yugular terminan vaciando la venas que alimentan un club. Pero eso no importa porque rápidamente encontraran otro club que atraído por la pasión cumpla ese rol de “dador de sangre”.

Ahora los clubes se plantaron y les dijeron a Bazzi: “tengamos el control”. Que sea una liga manejada por los clubes. En ese caso ¿importa que haya una mesa ejecutiva?. Respuesta: no. Porque la mesa ejecutiva no está para tomar decisiones, sino para ejecutarlas. Por eso nunca entendieron que no fueron por la cabeza de Minervini, Antonio García, Miño y Juan Siemienczuk. La idea era que los jugadores sean los empleados y que los agentes no pongan las reglas del mercado.

Con un Torneo Nacional de Ascenso devastado, que no junta 4 clubes en condiciones reales de jugar liga “A” se trató de favorecer siempre el sistema deportivo. A favor de la pasión de 500 hinchas que van a la cancha por partido.

El TNA año tras año está saliendo a regalar plazas para alcanzar números razonables para organizar una competencia pero lejos está de ser la categoría anterior a la mejor competencia de básquetbol profesional de toda América (después de la NBA, claro). El sistema deportivo de la Liga Nacional defiende a una segunda categoría a la que se le permitió estar en el subsuelo de los requisitos. Y aún así los dirigentes aguantaron.

Pero cuando se pidió que se registren contratos de los nacionales, que se baje la ilegalidad, que se reordene la competencia, que no puede seguir en este marco y se solicitó dos años de gracia para que el costo no lo paguen los clubes (nuevamente), el Presidente Bazzi se opuso ¿A favor de quién?. Armó un conflicto político, arengando por 40 minutos en la reunión de ayer a los clubes de TNA de que deben darle la espalda a la decisión de los clubes de “A”. Los quería arrear como ovejas en el campo. Solo lo miraron y nadie dijo nada. Al rato se envió un comunicado oficial (por la página oficial), sobre la aceptación de algo que nunca se debatió. Gravísimo.

¿Se dan cuenta que nunca estuvo en debate el tema de ascensos y descensos? Que el tema del marketing era aleatorio. ¿Cómo explicar que la Liga que todos amamos no es la que creemos? En un tema en el que Bazzi podía salir indemne mostró su nula capacidad de reacción. Metiendo la Liga en una guerra inútil donde se lo llevaran puesto por incapacidad.

Discutir contratos televisivos, planes estratégicos de marketing de largo alcance, reestructuración administrativa de la Liga eran temas que iban en la carpeta de reuniones. Bazzi lo convirtió en un tema político cuando nunca lo fue.

Bazzi estancó a la Liga Nacional en sus creencias o sus intereses. Y muchos de los que hoy están al lado de él me lo han dicho, así como otros que también le pasan una mano en el hombro lo han matado por detrás, pero de frente nadie le objeta nada a “Don Eduardo”. Porque el básquetbol es una familia y que nada manche la prístina e inmaculada imagen que proyecta. Parece no importar, sin embargo, que sigan muriendo club tras club y el básquet sumergido ante la mirada indiferente del mundo. Esta situación se generó por decantación… como todo lo que seguirá.

Pablo Tosal
@pablotosal
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