La mirada de un ex presidente

PRIMERO: Hay una confusión con el tema de lo “cerrado” de la liga. No estamos ante el cerramiento de la liga, sino de la supresión de los descensos y por lo tanto de una “ampliación” ya que la división superior pasará a tener 20 equipos en dos años. Estaría cerrada si se impidiera el ascenso de equipos, mediante el cumplimiento de mayores requisitos que la obtención del torneo del TNA. Al respecto debe mencionarse que nuestro modelo de Liga fue copiado de la Española donde desde hace años no es suficiente ganar la LEB ORO para poder disputar el torneo de la ACB, sino que deben cumplirse una serie de condiciones deportivas y económicas bastante difíciles.

SEGUNDO: Hemos sido constantes en que la Asociación de Clubes está conformada con la representación directa de los participantes y que los directivos de los clubes tienen la potestad del manejo del torneo. Se puede estar en desacuerdo con las decisiones tomadas pero no alegar una ilegalidad o la no legitimidad de las medidas que se tomen dentro del sistema.

TERCERO: ¿Estamos seguros en que la falta de descensos provocará la disminución en la calidad de la competencia? En principio parecería que provocará una falta de interés en los jugadores, entrenadores y directivos en los equipos, llegado un momento del torneo en que noten la ausencia de oportunidades para ganarlo. Esto sería solucionable efectuando una reforma en la reglamentación del torneo, haciendo que los playoffs fueran disputados por la totalidad de los equipos mediante una ronda eliminatoria previa a los partidos de campeonato. Asimismo, la falta de interés de equipos en la disputa del torneo ya ha planeado por la Liga en todos estos años. Esto se ha manifestado en el despido de entrenadores, jugadores nacionales y extranjeros al momento de asumir que ya no había riesgos de descenso ni aptitudes para avanzar en pos del campeonato. Esto demostraría que estas decisiones tuvieron como causa la economía y no la voluntad o no de competir.

CUARTO: La disminución de jugadores extranjeros en la Liga Nacional es un proceso que ya lleva varios torneos. Que sean optativos en el TNA, que lo sea el tercero en la categoría A y que ahora lo sean los dos posibles en ésta última muestra la progresividad de la decisión. Esto tiene origen en varios problemas. a) El aumento del valor del dólar contemporáneo con la disminución de las posibilidades económicas de los equipos; b) La necesidad de “blanquear” la contratación de extranjeros tanto en Migraciones como en AFIP -tema éste último ampliable a los jugadores naciones-; c) La falta de interés de los entrenadores y directivos en perfeccionarse en el conocimiento de modos de contratación de jugadores extranjeros (campamentos, giras, relaciones con agentes americanos, etc.)

QUIN TO: Existe un anquilosamiento en la actividad de la AdC y sus directivos. Parte de la culpa es propia de ellos mismos, pero también hay responsabilidad de los directivos de clubes que en los últimos veinte años no tuvieron mayor preocupación por el deterioro de la actividad confiando en que a ellos no les tocaría. Mientras tanto, la AdC les “escamoteaba” dineros por vía de multas, sponsorizaciones, manejo de los derechos televisivos, altos sueldos de su cúpula y balances nunca verdaderamente auditados o controlados por los clubes.

SEXTO: Estamos ante una situación de crisis económica. Que pudo o debió haberse evitado. Pero esta es la realidad. Ante esta circunstancia, hasta el momento, no veo ninguna medida eficaz que esté dirigida al verdadero saneamiento de las instituciones y al fortalecimiento de la competencia. Se requiere mucho más que la supresión de los descensos, la eliminación de la obligatoriedad de extranjeros o la aparición del fichaje de jugadores sub-23. Ignoro las políticas que piensan implementar los directivos para la solucionar los problemas que enfrentan, por lo que debo abstenerme de opinar.

Ante esta situación se produce una explosión, que no otra cosa parece. Si durante tanto tiempo no hubo reacciones y ahora aparecen los clubes reunidos exigiendo reformas o nuevas medidas estamos ante una manifestación de las entidades que necesitan y exigen soluciones. Como no hubo anuncios previos, como estaban todos acurrucados en sus lugares y la actividad continuaba era como que nada pasaba. Y los que denunciábamos el deterioro económico e institucional éramos pocos y considerados pájaros de mal agüero.

Notorio es que los cuatro clubes que no apoyan las reformas sean los que detentan los cargos directivos más importantes en la AdC. ¿Tenían ventajas que los demás desconocían? ¿No previeron la cercanía de la crisis? ¿Estamos ante un movimiento destituyente? ¿Su oposición a las reformas tienen un sustento serio o solamente buscan mantener el statu-quo?

En la fiesta de Premiación, luego del reconocimiento que me llena de orgullo y que considero haber recibido en nombre de todos aquellos que hace treinta años forjamos este milagro argentino que es la Liga Nacional, manifesté mi ruego para que los que hoy tienen la alegría y la responsabilidad de conducir la Asociación de Clubes tuvieran el desprendimiento y la inteligencia para llevarla adelante en nuevos tiempos tanto o más difíciles que los que tuvimos nosotros.

Hoy lo reitero.

Fernando R. Bastide
Abogado