Martínez: “Más que la enfermedad me afecta la ansiedad de volver”
Javier Martínez, base y capitán del campeón Regatas Corrientes, se encuentra “haciendo una vida normal, sin ningún tipo de actividad física”. Es que la mononucleosis infecciosa que padece desde principio de septiembre lo mantendrá alejado de las canchas por cuatro semanas y es una baja segura para el partido inaugural de la Liga Nacional de Básquetbol 2013/14, que será el próximo miércoles 9 en Córdoba contra Atenas.
“Lo que no puedo hacer es forzar la parte aeróbica porque estoy con las defensas bajas y la zona hepática y los bazos están en riesgo, entonces tengo que cuidarme”, dijo Martínez en diálogo con el programa radial “Cristina 12pm” (LT7).
“Comenzó como una gripe -contó-. Al principio me decían que tenía una gripe A, porque había varios síntomas que concordaban pero nunca llegué a tener fiebre. Era mucha fatiga en el cuerpo, mucho cansancio, fuertes dolores en el cuello que la verdad muchos días no me dejaban dormir, se me ponía un poco duro y la cabeza hasta hace pocos días intensos dolores de cabeza, al punto de pensar que me iba a explotar todo. Era una sensación muy incómoda. Empecé con antivirales, después también antibióticos, porque en una radiografía que me hice de la cabeza salía como una sinusitis vieja y algo de moco que parecía rondar por la zona y pudo estar infectado”.
“Entonces me diagnosticaron esta mononucleosis infecciosa, que la verdad parece como que dispara hacia todos lados y afecta a varios órganos. Es la primera vez que me ocurre algo así”, dijo el valor “guaraní”.
La ansiedad es muy difícil de manejar para el capitán regatense, que anhela que le digan con exactitud “tenés para tres días más, un mes o una semana pero estar con la duda de cuándo voy a volver es un poco complicado”.
Respecto a la evolución que mostró en estos días de inactividad, Martínez dijo que se siente mejor, aunque reconoció que “por ahí durante el día siento un poco de fatiga sin hacer inclusive nada. O sea, camino y trato de hacer una vida normal y de repente me siento un poco cansado, que no es normal. Y la cefalea sí me pasó, igual estoy tomando por precaución una droga que se llama dorixina, que es precisamente para mantener mitigado el dolor de cabeza. Por eso la sensación respecto de semanas atrás, cuando me sentía más muerto que vivo, hoy la verdad me siento más recuperado y feliz por estar otra vez activo y con una vida cotidiana más parecida a la que estoy acostumbrado”.
En tanto, Martínez descartó que su actual afección tenga vinculación con el tratamiento con células madres que se hizo en la rodilla durante el receso. “El tema de mi enfermedad ahora tiene que ver exclusivamente con una infección viral. Lo de la rodilla y un dolor en la espalda existió también pero se dio antes de empezar (la pretemporada, el pasado 2 de septiembre). Por eso ayer (refiriéndose al lunes) comencé un tratamiento con el kinesiólogo Eduardo Sicco, junto con (Ricardo) De los Reyes, que me están viendo con el objetivo de aprovechar este reposo para trabajar bien la rodilla y no cuando tenga la posibilidad de entrenar empezar de cero”.
Por último, el temperamental jugador lamentó no poder realizar los trabajos a la par de sus compañeros porque si bien “es real que el equipo juega por cosas importantes recién en los primeros meses del año que viene”, aclaró que “la construcción del equipo se da con tiempo de trabajo para estar óptimos en esa etapa clave que son los playoffs. Todo eso se va cimentando desde la pretemporada y es difícil estar de afuera mirando. Por eso creo que más que la enfermedad en sí, me afecta el apuro y mi ansiedad de volver a las canchas. Así que esperemos los resultados que arrojen los estudios de esta semana sean los mejores para poder calmar las ansias y ganas que tengo de volver a las canchas”.