El arte de la defensa

Se sabe que la defensa de un equipo es un arma fundamental a la hora de buscar un determinado éxito colectivo. Conocemos la importancia de la defensa… pero ¿cómo la calificamos?, ¿Qué datos tenemos que tener en cuenta a la hora de juzgar la marca de un equipo?, ¿Qué tiene valor, qué no?

Al menos en nuestro ambiente, las mediciones que se utilizan para calificar de buena, mala o normal a una defensa, son realmente básicas. “La mejor defensa es la que menos puntos permite” incompleto. “La mejor defensa es a la que menor porcentaje de campo le promedian” nuevamente, incompleto.

La respuesta que más se acerca a la justicia calificativa, es muy sencilla. Pero vamos de a poco. Primero definamos que es una buena defensa y cuáles son los factores estadísticos que las impulsan.

Podríamos definir a una buena defensa como cualquier cambio de posesión en la que la pelota vuelva a nuestras manos, con el marcador intacto. Como se logra esto, es irrelevante para el resultado final. Es lo mismo que llegue mediante una pérdida forzada, un tiro fallado, una volcada errada, un disparo bloqueado... lo importante es que el contrario no ha sumado.

Pero pasemos por un momento a los medios, dejando de lado el fin. Especialistas han llegado a la conclusión de que hay solamente cuatro factores estadísticos que influyen en el rendimiento global de una defensa. A saber:

El porcentaje de campo REAL permitido. Es el más importante de los factores. Representa el porcentaje de acierto del rival, ante cada uno de sus disparos. A diferencia del porcentaje de campo habitual, esta fórmula* ajusta el hecho de que el triple (3) tiene un mayor valor que el doble (2).

El siguiente ejemplo ayuda a entender porque la fórmula de porcentaje de campo que suele usarse habitualmente, tiene poco valor. Supongamos que Equipo "A" lanza 10 dobles, de los cuales convierte 5. El resultado de esto son 10 puntos y un 50% de campo. Ahora pensemos en un Equipo "B" que intente 10 triples y anote 4. De dichos lanzamientos habrán obtenido 12 tantos, pero apenas un 40% de campo, es decir, un valor menor al Equipo "A".

Lo que hace la fórmula de “% de campo real” es eliminar este concepto, erróneo pero establecido, de que un doble vale lo mismo que un triple. Usando esta fórmula, el Equipo B y sus 12 puntos, serían premiados con un porcentaje mayor (60%) que el Equipo A (50%), y sus 10 unidades.

El porcentaje de pérdidas. El segundo factor en importancia tiene que ver con la capacidad de una defensa, de forzar pérdidas en el rival. Las pérdidas están subvaloradas y son absolutas. A diferencia de un tiro fallado, le quitan al equipo cualquier chance de continuar con el balón (cuando se erra un tiro, siempre está la posibilidad del rebote ofensivo), por no mencionar las altas posibilidades de que terminen con puntos del contrario en el otro costado, aunque ese es tema para otra ocasión.

Lo importante es saber que las pérdidas son devastadoras para cualquier ofensiva, y por lo tanto, fundamentales para cualquier defensa. La fórmula en este caso es muy sencilla: porcentaje de las posesiones del rival que terminan con una pérdida.

Si un equipo tiene 100 posesiones durante un encuentro y pierde el balón 20 veces, su porcentaje de pérdida es del 20%. Cuanto más alto sea, mejor trabajo estará haciendo la defensa, al menos en este aspecto.

El porcentaje de rebote defensivo. El tercer factor a repasar está vinculado a la seguridad de cada equipo a la hora de proteger su propio tablero. Ninguna defensa está completa hasta que no se culmina con un cambio de posesión, y para eso, el rebote es clave.

La manera de calcular este apartado también es fácil de entender, y pasa por el porcentaje de rebote defensivos tomados, sobre los disponibles, es decir sobre los fallos del rival. Si Equipo "A" falla 50 tiros en un partido y el Equipo B toma 30 rebotes defensivos, su porcentaje será del 60%. Obviamente, cuanto más alto sea, mejor para la defensa.

El rating de tiro libre. El último factor a tener en cuenta, tiene que ver con el rendimiento desde la línea. Muchas veces vemos que un conjunto domina varios apartados pero aun así termina cayendo, por la disparidad o falta de eficacia en los libres.

Para una defensa no es solo importante que el rival falle lanzamientos, pierda balones o no tome rebotes ofensivos, también lo es mantenerlos alejados del área más factible de aciertos de todo este deporte: la línea.

Para ello, la fórmula a tener en cuenta es la siguiente: tiros libres del rival / disparos totales del rival. El enunciado marca la cantidad de libres que permite una defensa, en relación a la cantidad de tiros de campo.

Si Equipo "A" toma 50 tiros y mete 25 libres durante un partido, esto significa que su rating de tiro libre es de 0,5, es decir, que anota 0,5 tiros libres por cada gol de campo que intenta. En este caso, cuanto más bajo sea el número, mejor para la defensa.

Más allá de todo esto, todavía nos queda una pregunta muy importante por responder: Y entonces… ¿cómo calificamos a una defensa? La respuesta es concreta y con una estadística que engloba a los cuatro factores ya mencionados: Puntos permitidos por cada 100 posesiones del rival.

Al principio llamamos incompletos a los conceptos habituales de calificación defensiva. Veamos por qué. El “puntos permitidos por partido” está cerca, pero no tiene en cuenta una variante clave: el ritmo de juego. Un equipo puede permitir pocos puntos por el simple hecho de jugar posesiones largas, lo cual no tiene nada que ver con cuan bueno o malo sea en la marca.

El “porcentaje de campo permitido” está todavía más desviado del camino. Nuestra defensa puede permitir porcentajes muy bajos, pero sí no rebotea, no fuerza pérdidas y no para de cometer faltas, aun así recibirá más puntos de lo deseado.

Por eso, insistimos en la exaltación del dato de Puntos permitidos por cada 100 posesiones, siendo el 100 un número arbitrario y que puede ser reemplazado por cualquier otro. Lo importante es saber cuál es el promedio de puntos que obtiene el contrario por cada posesión o jugada de su ataque.

Lo bueno de las estadísticas globales/de equipo, es que son mucho menos debatibles que las individuales. Nos puede gustar más o menos como lo consigue, pero sí un equipo permite 95 puntos por cada 100 posesiones, su defensa es mejor que uno que permite 98. En este caso, los números hablan por sí solos y nos cuentan una realidad irrefutable.

“Defense wins championships” se ha dicho alguna que otra vez, y con un poco de suerte tras leer esta (sorpresivamente extensa) nota, haya quedado un poco más claro, exactamente que es una buena defensa y sobre todas las cosas, como podemos cuantificarla dentro de un solo número.

* (Goles de campo anotados + 0.5 * Triples anotados) / Gol de campo intentados

Como podemos observar, Quilmes ha terminado la primera fase con el honor de ser la mejor defensa de la LNB, permitiendo apenas 96 puntos por cada 100 posesiones. De cerca lo siguen Obras Sanitarias y Boca Juniors, mientras que Bahía, Olímpico y La Unión son lo más flojo en este sentido.

Un dato curioso: Quilmes y Obras son de los peores equipos de la competencia a la hora de rebotear en su tablero propio y aun así, se ubican en la cima de la tabla global. Una nueva evidencia que a una buena defensa la hacen varios factores, y no uno solo como puede ser el rebote.

Juan Estevez (@JuanEstevez90)
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