En mi casa No

Fue una noche especial: con el lema el “Poli es mi casa” se jugó en estadio Polideportivo Islas Malvinas, con una muy buena cantidad de público, para ver a los dos grandes animadores de esta temporada y además fue a apoyar a la dirigencia de Peñarol en la lucha por la no cesión del Polideportivo a un espectáculo teatral.

El comienzo del partido fue muy parejo, donde los dos equipos se miraron las caras durante cinco minutos, en un estudio constante, con defensas agresivas y corridas de un lado para el otro, sin tanta fluidez en ataque y eso quedó demostrado en el score ya que jugados los primeros cinco minutos el partido mostraba un tanteador de 5 a 6 a favor de los visitantes.

De a poco el local fue encontrando grietas en la defensa de Regatas con penetraciones, primero de Boccia, luego de Weigand y por último de Campazzo, hasta ese momento con poco juego en equipo y mucha destreza individual.

Por el lado de Regatas, todas las jugadas en ofensivas terminaban con pases letales de Phillip McHopson que dejaban a Fernando Martina abajo del aro pero el pivote no estaba en su noche, entonces el equipo de Nicolás Casalánguida, se recostó en las mano de Paolo Quinteros. El primer cuarto finalizó favorable para el último campeón por 24 a 23, con 8 puntos de Hopson y 7 de Quinteros.

El segundo cuarto, Peñarol rápidamente con dos triples de Axel Weigand y un doble de Adrián Boccia tomó una ventaja de 8 puntos, ventaja que al "Remero" no lo desestabilizó, ya que con un parcial de 9/0 volvió a tomar el mando del tanteador (34 – 33). Esto obligó a Fernando Rivero a pedir su primer tiempo muerto.

Luego del minuto, Peñarol propuso un juego donde la primera opción era hacer ingresar la pelota en el corazón de la pintura de Regatas a Leiva o a Gabriel Fernández y cuando la defensa de Regatas dobló a los internos estos abrieron la pelota al lado opuesto para que el jugador externo se gane los puntos con tiros cómodos y a pie firme.

El primer tiempo finalizó con una ventaja de dos puntos a favor del visitante (41 – 43). Para destacar todos los jugadores de ambos equipos que ingresaron al campo de juego convirtieron puntos.

En el tercer cuarto, la balanza pesó más para el lado del Milrayitas, que con un parcial de 13 a 4, logró tomar una ventaja de 7 puntos para los dirigidos por Fernando Rivero, esto obviamente al ser un partido que se construye por pedacitos, obligó a Casalánguida a pedir minuto para ordenar las cosas.

No solamente el control del juego lo tenía Peñarol, sino que también Regatas tenía en capilla con cuatro faltas a Phillip McHopson, el artífice de las ofensivas Remeras y además también el ala pivote titular Ricky Sánchez, ambos vieron el tercer cuarto sentados desde el banco de suplentes, muchos problemas para el último campeón que surfeaba para tratar de bajar los 8 puntos de ventaja que Peñarol había tomado en el tanteador.

Al tricampeón de la Liga Nacional, con triples de Leonardo Gutiérrez y penetraciones punzantes de Adrián Boccia le bastó para llegar al último cuarto con una ventaja de once puntos (72 – 61) y fue once porque Martín Leiva a tres segundos del final del tercer cuarto metió un triple sobre la marca, que desató la euforia de toda la parcialidad Milrayitas.

Así como Peñarol ingresó muy enchufado en el tercer cuarto, Regatas realizó lo mismo en los últimos diez minutos, en solamente dos minutos logró un parcial de 7/0 para recortar la diferencia y pulsar el botón de precaución en los dirigidos por Fernando Rivero, que corrió a la mesa de control para frenar el envión de la visita.

Igualmente el control del juego fue 100% del local, que siempre mantuvo al menos una ventaja de dos puntos, y no fue más porque del lado de los Correntinos estaba Paolo Quinteros que tuvo nuevamente una gran noche, siendo el goleador de su equipo.

En el minuto final, Peñarol tuvo la oportunidad de terminar de cerrar el juego pero varios libres fallados, un tiro apresurado y una pérdida, le dieron vida a Regatas, que sin darse cuenta perdía solamente por dos puntos (88-86) y faltando 15 segundos tenía la última posesión para ganar el juego o al menos llevar el partido a un suplementario.

El encargado fue Phillip McHopson que intentó la heroica, tratando de penetrar por el eje de cancha y se encontró con Axel Weigand que bien plantado le robó la pelota y esto generó que Adrián Boccia sentencie el juego y deje el marcador en 90 a 86 para los Peñarolenses.

Octava victoria consecutiva para el equipo de Mar del Plata, que lucha por seguir jugando en el Polideportivo y para que la historia tenga más condimentos, el Milrayitas le cortó la racha de nueve partidos consecutivos a Regatas Corrientes, en un encuentro que fue sin lugar a dudas el partido del año.

Síntesis
Peñarol (90): Facundo Campazzo 14; Kejuan Johnson 3, Adrián Boccia 20, Leonardo Gutiérrez 16, Martín Leiva 13 (FI) Axel Weigand 14, Matías Ibarra 7, Gabriel Fernández 3. Entrendor: Fernando Rivero.

Regatas (86): Phillip Hopson 12, Paolo Quinteros 30, Miguel Gerlero 2, Ricky Sánchez 13, Fernando Martina 8 (FI) Nicolás Brussino 5, Javier Martínez 2, Matías Bortolín 14. Entrenador: Nicolás Casalánguida.

Parciales: 23-24, 18-19, 31-18 y 18-25.
Árbitros: Alejandro Ramallo y Julio Dinamarca
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.

Fotos: Infoliga.com.ar y Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net)

Flavio Ariel Ibarra
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