El escolta de Quilmes aún no tiene un diagnóstico certero sobre su lesión. El tratamiento no da resultados, el dolor no cesa y, de comprobarse una hernia inguinal, podría ser operado en los próximos días.
Deberá armarse de paciencia el perimetral quilmeño, que pretendía regresar a la competencia desde el inicio del 2014. La recuperación no ha sido satisfactoria, el tratamiento con sesiones de kinesiología no arrojó la evolución esperada y ahora resta confirmar el diagnóstico certero para determinar los pasos a seguir.
“Todavía me queda tiempo de recuperación, sigo con dolor”, le dijo Ortiz a Crónica de la Costa, con la resignación a cuestas. “Está confuso el diagnóstico. Algunos médicos me dijeron que tengo una hernia hinguinal y que me debo operar, mientras que otros no lo estiman tan conveniente”, agregó el ayuda – base, de buen comienzo de temporada.
De todos modos, según afirmó Ortiz, si el próximo diagnóstico deriva en una operación, el tiempo de inactividad no será demasiado prolongado. “Por lo que me habían dicho los médicos, a los 20 días de la operación ya podría jugar”, indicó.
Expectativa por Vildoza
La buena noticia para Quilmes es la recuperación de Luca Vildoza, la mayor promesa del club. El juvenil dejó atrás la fractura de cúbito y radio y ya recibió el alta médica que le permitió entrenarse junto a sus compañeros desde el 2 de enero. Mientras trabaja para fortalecer los músculos, le base se ilusiona con debutar en la temporada el próximo miércoles, cuando el “Cervecero” reciba a Lanús en la reanudación de la Liga Nacional de Básquet.