Leiva: “En Peñarol viví cosas que nunca me imaginé”
Martin Leiva es uno de los ídolos de la gente y uno de los pilares fundamentales de todos estos años de éxito en Liga Nacional. El pivote supo ganarse a la gente a base de trabajo, sacrificio y mucha actitud en la cancha, tal como a la gente de Peñarol le gusta. Hecho a medida de la milrayitas.
Jugador de Selección Nacional. Su llegada a Peñarol directo desde España en la temporada 2009/2010 fue la frutilla del postre a un equipo que venía armándose nuevamente para ser protagonista.
Estaban Sergio, Leo, Marcos, Tato…pero faltaba el gran interno. Ese que hiciera la diferencia en la pintura en ambos costados, por eso el milrayitas posó sus ojos en él. Así llegó Leiva con sus 2.10m, sus largos brazos y toda su ímpetu dentro de la cancha..
Peñarol ha logrado lo que pocos en la Liga, mantener una base de equipo. Dentro de esa estructura Martin es pieza clave.
“Personalmente me tocó estar 6 años en Boca, hoy ya estoy en la 5ta temporada en Peñarol, la verdad que es difícil mantener la base de un equipo tanto tiempo, sobre todo de un entrenador como le pasó a Sergio Hernández. La Liga hace que se renueven muchos equipos que los jugadores vayan cambiando, pero yo soy partidario de quedarme en un equipo, de identificarme con la gente, con sus dirigentes y Peñarol me lo ha hecho fácil. Muchos Clubes deberían tomarlo como ejemplo porque es lo más importante para lograr cosas.”.
“Peñarol entendió que la base del éxito era basarse en ciertos pilares, por eso se mantuvo tanto tiempo a Sergio, a Leo, a mi, a Tato en su momento. Es como toda construcción, vos necesitas columnas que sostengan todo lo bueno que hay alrededor, por eso estuvo Marcos tanto tiempo, ahora Facu, Adrian, Axel, Franco, pero está bien mantener 3 o 4 piezas durante un tiempo prudencial y ver como lo vas rodeando. Felicito a la dirigencia porque lo han llevado adelante dela mejor manera”.
Una de sus marcas registradas a la hora de entrar a una cancha de básquet es la defensa. Intenso como pocos pivotes, Leiva comenta lo que siente a la hora defender el aro de Peñarol y como la gente ayuda a ese poquito más.
“Tengo un problema y es que siempre intento dejar a todo el mundo en 0 punto, y eso es algo imposible, por eso quizás hago faltas que no tendría que hacer. Pero a la hora de defender me pongo vehemente, trato de hacer todo lo posible para ganar, he hecho muchísimas cosas para tratar de hacerlo, que quizás lo pensás en frio y no están tan bien”.
“Jugar de local tiene un extra para eso también, te ayuda a dar un extra. No te olvides que hemos jugado partidos definitorios con 8mil personas solo de Peñarol, eso es espectacular, es inevitable que no te empujen a dar un poquito más, es muy motivante. Además vas a todos lados y siempre hay gente de Peñarol acompañando, hasta en Ecuador hace poco había tres chicos, una cosa de locos. Y la verdad es que Sergio tenía razón cuando decía que este era un Club de locos.”
Ante la encrucijada de tener que elegir 3 momentos vividos en el Club, a Martin le costó en un principio ya que considera un poco injusto porque fue mucho lo sentido estos años. Pero al fin y al cabo siempre hay algo de Peñarol que te deja una marca…
“Me resulta muy difícil elegir puntualmente algo vivido en Peñarol. Sí tengo muy presente el año en que llegué al Club en la temporada 2009/2010. Había tanta necesidad de ganar la Liga primero, pero también de lograr algo de local puntualmente. Ese año ganamos todo y encima en el Poli fue algo muy especial para mí. Sentí que le estábamos dando realmente lo que necesitaba la gente de Peñarol, porque ya habían conseguido cosas un tiempito atrás, pero siempre de visitante y por eso era como que les faltaba algo para disfrutarlo como corresponde. Entonces desde ese Súper 8, después la Liga de las Américas, un partido increíble, la Interligas y la frutilla del postre de la Liga Nacional fue algo realmente hermoso. Todo ese año fue único.”.
“Nosotros veníamos de afuera y por supuesto que llegábamos para ser Campeones y ganar cosas, pero de verdad sentimos mucho esa necesidad de la gente, estaba en el aire pero se palpaba, y la adoptamos como propia. Incluso por la historia que teníamos con la gente que no era la mejor, desde que llegamos defendimos los colores y la camiseta a muerte y creo que se notó y se nota, por eso la relación es la mejor que uno pueda imaginar. Acá viví cosas que nunca imaginé en mi vida, más allá de que en Boca gané títulos y demás, nunca fue rodeado de tanta gente que disfrutara de lo que uno hace o logra”.