Lo deshojaron entre Bruno y Walter

La Copa del Verano 2014 comenzó calentita, con una enorme victoria de Atenas en Mar del Plata ante Peñarol, que no tuvo suerte con su casaca nueva, cubierta de flores, en un modelo que homenajea al verano. Atenas también estrenó camiseta especial y como suele suceder le cayó en gracia en virtud del resultado.

Costó identificarlo a Peñarol, y ya no por su ropa distinta, sino porque su imposición inicial que fue muy tibia, como le pasó ante Quilmes salió corriendo al rival por detrás dejando que el oponente tome las riendas del partido. Atenas se adelantó 4-8 con Herrmann y Elsener atacando el canasto.

De poco Peñarol entró en ritmo con Leiva en el poste bajo, un triple de Leo y un Giorgetti que por fin fue usado en el esquema ofensivo aprovechando la sobre marca al resto (siempre liberan la marca de Franco).

De pronto el partido se hizo un corre calles en un duelo de pistoleros. Se golearon, no se defendieron y aunque el espectáculo se vio beneficiado en verdad el partido estaba desvirtuado. Cometieron apenas una falta por bando en todo el primer cuarto. El segmento inicial terminó 29-26 y el partido lógicamente cambió para el segundo.

Primero por los cambios en la rotación. Peñarol sigue con un problema grande en la posición del escolta desde que se fue Kejuan Johnson. El americano que no era goleador le daba movimiento y dinámica de pases al puesto. Ahora queda con Boccia de escolta que no está cómodo y el equipo se pone más lento. Encima hay un bajón individual en la producción de los suplentes.

Así a Peñarol le costó mucho tener el gol del primer cuarto mientras Atenas fue solidificando su defensa del poste bajo. Por un lado Peñarol tiró 1/8 en triples en el parcial y por el otro salvo Herrmann ningún jugador en Atenas podía ofrecer gol, hasta que se le sumó Alexis Elsener. Cuando Polo López y Arrigoni deciden correr a Herrmann de cuatro y jugar con la doble base Brussino-Lábaque el equipo pierde potencia. El partido se cayó en un pozo y llegó el primer tiempo con ventaja al local 46-41.

Como Fernando Rivero usó casi todo el partido el tandem Giorgetti-Weigand en la posición de alero Atenas debió ponerlo a Herrmann la mayor parte de tres y no de cuatro (apenas 8 minutos en todo el partido Herrmann jugó de ala pivote). De todos modos la buena noticia para el Griego es que se vio más compensado. Aunque Elsener carece de características de escolta entre Brussino y Zurschmitten lo hicieron muy bien. Bruno Lábaque entraba y salía del banco para respirar, tomar aire y volver al juego.

En el tercer cuarto se encendió Diego Guaita que venía intrascendente en ataque (un solo tiro tomado en el primer tiempo) y metió 4 triples seguidos. La defensa de Peñarol no sabía como contenerlo. Llegó el empate en 57 después de una máxima de 8 para el local (51-43). Mientras que Martín Leiva fue importante en el juego interior (y con un triple también) para darle vida a la ofensiva de Peñarol.

Un técnico al banco de Atenas por protestar le da la posibilidad al local de tomar una mínima ventaja al cierre del tercer cuarto (68-64).

Pero el segmento final tendría un solo dueño: El equipo cordobés jugó 10 minutos de lujo con un inspirado bruno Lábaque que hasta allí solo pasaba la pelota (8 asistencias) pero decidió resolver el partido con su personalidad y talento para meter un doble y un triple en el primer minuto. Con un doble y dos libres de Herrmann Atenas clavó un parcial de 0-9 para pasar al frente 68-73.

Rivero frenó el juego con un minuto y mandó a la cancha a Leo Gutiérrez pero ya nada era lo mismo. Mucho de la explicación tiene que ver en la noche apagada de Facundo Campazzo. En un equipo que carece de escolta natural, el influjo de Facu para con su equipo es absoluto. Es el que marca el paso o cambia el ritmo y aunque estuvo muy atento en los rebotes largos para correr no terminó bien las jugadas y terminó con 3/13 de tiros de campo.

Del otro lado encontró un Bruno Lábaque estaba prendido fuego. El base cordobés hizo de todo. Metió 18 puntos en el segmento final tirando para 21 (2/2 en dobles, 2/3 en triples y 8/8 en libres). Hermann desde la línea de Libres (13/14 y solo erró el último con el resultado puesto) acompañó en ofensiva.

Atenas fue una tromba en el cuarto final que lo ganó 29-15. Peñarol se llenó de impotencia al no poder frenar a Lábaque y cerrar con 3/10 en triples y 3/11 en dobles el cuarto. Algunas pelotas erradas al lado hacen pensar que conviene creer en los brujos. Lo cierto fue que el Griego tuvo dos magos que hicieron todo lo necesario para que su equipo ganara. Deshojaron a un florido Peñarol que irá por la revancha en apenas 6 días en Córdoba.

Síntesis:
Peñarol (83): Facundo Campazzo 7; Adrián Boccia 18; Franco Giorgetti 16; Leo Gutiérrez 18 y Martín Leiva 16 (FI); Gabriel Fernández 0; Axel Weigand 3 e Isaac Sosa 5. DT: Fernando Rivero.

Atenas (93): Bruno Lábaque 24; Alexis Elsener 15; Walter Herrmann 30; Diego Guaita 13; Ryvon Covile 6 (FI); Mariano Fierro 2; Juan Brussino 2, Nicolás Zurschmitten 3. DT: Marcelo Arrigoni

Parciales: 29-26; 46-41; 68-64; 83-93.
Árbitros: A. Chitti – R. Castillo
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas - Mar del Plata

Foto Majo Gil (@MajoPick)
Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
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