Se despertó la defensa de Quimsa

Desde el vamos se evidenció que la semana cargada de tensión que vivió Quimsa con la salida de Demti y la llegada de Oscar Sánchez hizo claramente mella en los jugadores. Sintieron que debían demostrar que están capacitados para defender y la gestión en el costado defensivo fue muy intensa.

También esa vehemencia de demostrarlo todo rápido los llevó a cometer faltas que antes no llegaban tan temprano. Primero Tintorelli (2), luego Phillip (2) y finalmente Sandes (2) pagaron con faltas la cobertura de su canasto. De todos modos la defensa que daba un paso atrás y armaba un bloque muy compacto le nubló los caminos a Quilmes.

El cervecero ayudó a Quimsa con un juego que buscando ser prolijo se volvió lento. Salió tibio, jamás imponiendo condiciones de local, mismo problema que tuvo contra Libertad. No tuvo chispa en Baxley que jugó un gran duelo con Silas y la idea de poner la bola abajo con Ghersetti y Romero no dio frutos. El primer cambio por Maciel fue para buscar un tirador grande que pueda descongestionar la pintura santiagueña.

Promediando el primer cuarto y en virtud del dominio que Treise (10 pts) ejercía sobre Vildoza volvió a la cancha Fabian Sahdi después de 15 días. Cumplía así Quilmes su primer partido en toda la temporada con plantel completo. Luego ingresó Ortíz por Baxley y el equipo ganó en oxigeno de juego. El primer cuarto parejo se cerró 17-19.

Para el segundo cuarto el protagonista del partido fue el juego deslucido de ambos. Los dos cayeron en la propuesta de la lucha y se olvidaron de jugar. Sahdi entró con mal pie y perdió 3 pelotas seguidas, se reivindicó con un triple pero luego sumó dos perdidas más.

Allí radico el principal problema que Quilmes tuvo en todo el juego. Su base que defiende (Sahdi) estuvo muy poco fino en ofensiva (6 pérdidas) mientras que su base ofensivo (Vildoza) no pudo contener nunca a Treise, permitiendo que el base visitante domine el juego y los puntos.

De todos modos ambos cargaron con sus cruces, ningún equipo es bueno de la noche a la mañana y Quimsa perdió 12 balones en el primer tiempo, mismo guarismo que Quilmes. El juego era pura fricción donde la gestión de Gabriel Deck del segundo cuarto marcó la diferencia. El ala pivote metió 8 puntos, recuperó tres pelotas y permitió que su equipo se vaya al descanso largo 32-40 arriba.

Para el tercer cuarto todo lucía parejo. Baxley seguía jugando un gran mano a mano con Xavier Silas, atacando la defesa santiagueña a pura individualidad. Pero detrás de una gran conversión (38-44) llegó un triple rápido de Treise, un recupero y un triple de Silas para que Quimsa en 20 segundos tome 12 de luz (38-50).

Ramella pidió minuto pero ya nada fue igual. Quimsa se convenció que podía ganar y dependía de si mismo. Treise siguió manejando aprovechando los nervios de Quilmes que crecían por minuto, errando casi todo lo que tiraba. El entrenador cervecero sacó entonces a la dupla de internos Ghersetti – Romero y metió a Maciel-Galizzi.

El cambio de nombres ya no funcionaba. Marín fue asfixiado por Vega en la marca anulándose mutuamente. El minuto no sirvió y Quilmes siguió sin rumbo ofensivo. Quimsa con los rebotes ofensivos de Deck (4 en el cuarto) controló el juego aéreo y en las segundas instancias encontró la ventaja para seguir anotando hasta abrir una diferencia máxima de 21 puntos (40-61).

Allí Quilmes evidenció su pecado capital. Solo cuando estaba con el agua al cuello (diría con el partido perdido) se puso a defender presión todo el campo, extendiendo la defensa y jugando al límite con su físico. En cambio Quimsa eso lo hizo desde el minuto cero.

Con la dinámica defensiva ya no pudieron volver en el resto del partido ni Ghersetti ni sobre todo Romero, siendo que el pivote generalmente otorga más gol que Galizzi. Mientras que Maciel, habitualmente certero en el tiro abierto, no tuvo ni espacios ni puntería.

En el último cuarto con 15 abajo el tanteador Ramella intentó con Piñero por Marín el segmento final, pero no fue hasta que reingresó Lucas Ortíz que el equipo no volvió a ganar dinámica de pases y juego, como en el cierre del primer cuarto.

De todos modos, la diferencia que buscó ser remada con orgullo y empuje fue frenada por la inteligencia de Quimsa para jugar el cierre: Xavier Silas fenomenal para tomar decisiones, Darren Phillip para anotar los rebotes ofensivos que bajaba Deck, Vega el contraataque y principalmente una defensa que se mostró activa todo el partido.

Para decorar un mal juego de Quilmes, con baja efectividad, dominado en lo táctico, y con un Quimsa intratable, se sumó la tercera pata: un pésimo arbitraje de Rodrigo Castillo que se empecinó en tomar protagonismo. Su compañero Pablo Estévez lo dejó pitar y pasó a un segundo plano donde Castillo tomó el juego bajo su órbita pitando todo. Con Quilmes perdiendo por mucho el árbitro equivocó algunos fallos que desencajaron a la gente. Y con razón. Castillo arbitró como para descansar un par de fechas.

En el cierre Quimsa controló con la ventaja de 21 puntos que obtuvo en el tercer cuarto la remontada de Quilmes. Maciel erró un par debajo del canasto, Baxley sin espacios y a pesar de los 6 triples nada pudo hacer el cervecero para cambiar una noche muy negra.

Quimsa apareció en el momento oportuno. La liga se va cerrando y el equipo que ahora dirige Oscar Sánchez dio una respuesta inesperada de su capacidad defensiva. Además aunque siendo desprolijo (perdió 23 balones) tuvo el deseo y la voluntad de ganar desde el minuto cero. La historia dirá si despertó a tiempo.

Sìntesis

Quilmes (72): Luca Vildoza 2, Walter Baxley 22, Federico Marín 4, Mario Ghersetti 4, Diego Romero 4 (FI) Lucas Ortiz 8, Facundo Piñero 9, Maximiliano Maciel 4, Fabián Sahdi 10, Tayavek Gallizi 5. DT Leandro Ramella.

Quimsa (83): Jonatan Treise 16, Xavier Silas 26, Sebastián Vega 7, Damián Tintorelli 6, Darren Phillip 13 (FI) Matías Sandes 0, Gabriel Deck 12, Fernando Funes 0. DT: Oscar Sánchez

Progresión: Quilmes 17-19, 32-40, 46-61 y 72-83
Árbitros: Estévez-Castillo
Estadio: Once Unidos
Foto: Majo Gil (@MajoPick)

Pablo Tosal
@pablotosal
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